Las expectativas de los especialistas para la inflación aumentaron a 6.24 por ciento para el cierre de 2017 y disminuyeron a 3.85 por ciento para el cierre de 2018.
Los analistas volvieron a considerar que los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico son, en orden de importancia, los problemas de inseguridad pública, la incertidumbre política, la plataforma de producción petrolera, las presiones inflacionarias en el país y la inestabilidad política internacional.
Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).- Los analistas consultados por el Banco de México (Banxico) elevaron nuevamente su estimación para la inflación general anual de 6.05 por ciento a 6.24 por ciento para el 2017. En la más reciente encuesta, los especialistas nuevamente consideraron que es la inseguridad el principal riesgo para el crecimiento económico.
Hoy el Banco de México dio a conocer los resultados del sondeo realizado a más de de 35 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero. Los especialistas elevaron su previsión de inflación general para el 2017 a 6.24 por ciento de un previo 6.05 por ciento, mientras que para el 2018, redujeron a 3.85 por ciento, de un previo 3.90 por ciento.
En la primera quincena de agosto el Indice de Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un incremento quincenal 0.31 por ciento para ubicar a la inflación a una tasa de 6.59 por ciento en su comparación anual impulsada por el alza de precios de frutas y verduras.
Sobre el crecimiento económico, los expertos modificaron el rango de alza al Producto Interno Bruto (PIB) de un 1.99 – 2.16 por ciento a un intervalo de 2.00 – 2.15 por ciento.
Por otra parte, bajaron su previsión para el tipo de cambio y la tasa de interés. Estimaron que el dólar se ubicará en el 2017 en los 18.23 pesos, de un previo 18.38 que señalaron en la encuesta anterior . En cuanto a la tasa de interés, bajaron la expectativa ligeramente de 7.07 por ciento a 7.04 por ciento para el 2017.
Los especialistas volvieron a considerar que los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico son, en orden de importancia, los problemas de inseguridad pública, la incertidumbre política, la plataforma de producción petrolera, las presiones inflacionarias en el país y la inestabilidad política internacional.
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El pasado 30 de agosto, el Banco de México incrementó su pronóstico de crecimiento de Producto Interno Bruto (PIB) de un intervalo de 1.5 a 2.5 por ciento a un intervalo de 2.0 a 2.5 por ciento.
El Gobernador de Banco de México (Banxico), Agustín Carstens indicó que la inflación, si bien aún presenta una tendencia al alza, su ritmo de crecimiento en agosto ya empezó a desacelerarse. “Estamos por entrar en un proceso de reducción de inflación […] la tendencia alcista de la inflación está perdiendo fuerza”.
Carstens reiteró lo que ya había comentado en días anteriores, de que productos agrícolas como el jitomate, la papa y el tomate verde provocaron el mayor incremento en la inflación pero sin estos el porcentaje de la inflación sería incluso menor al registrado en junio.
En la primer quincena de agosto los precios de algunos productos agrícolas mostraron importantes variaciones, la cebolla se elevó 16.99 por ciento en la quincena y el del tomate verde lo hizo en 13.23 por ciento.
En julio los precios las frutas y verduras son las que presentaron la mayor alza mensual de 2.15 por ciento para ubicarse en una inflación de 21.86 por ciento. Los productos que más se elevaron en el séptimo mes del año fueron el jitomate en 21.80 por ciento, el tomate verde en 18.68 por ciento, seguido de la papa y otros tubérculos que subieron 15.98 por ciento y los servicios turísticos en 9.71 por ciento.
Sin contar el jitomate, la inflación en la primer quincena de agosto sería de 6.23 por ciento, y sin considerar los precios del jitomate, papa y tomate verde, la inflación sería de 6.10 por ciento ejemplificó el gobernador de Banxico.
Recordó que las políticas monetarias establecidas en el segundo trimestre han sido de elevar la tasa de interés en dos veces para llegar a una tasa actual de 7 por ciento, que desde el 2015, se han incrementado 400 puntos base.
Insistió en que la política monetaria tiene un impacto rezagado en la inflación por lo que consideran que las acciones de Banxico “estas acciones ya están teniendo una incidencia, sobre todo en la inflación subyacente donde la tasa de crecimiento se ha reducido”, dijo.
Agregó en algunos indices de precios de varios energéticos “ya se ha visto caídas importantes, en gasolina, gas natural”, lo que ha provocado que el ritmo del alza de la inflación empiece de desacelerarse.
“Algunos rubros de inflación ya han empezado a cambiar su tendencia, las mercancías no alimentarias y energéticos han comenzado a estabilizarse”, dijo Carstens.
Aclaró que en Banxico no está conformes con el nivel actual de inflación pero confían que las acciones que ha adoptado trabajan en la linea de llegar a un cambio de tendencia de la inflación y que ese proceso se acelere en los próximos meses acentuándose a inicios de año próximo, para llegar a una convergencia de 3 por ciento.
“No es solo uno sino varios puntos que ya nos dan luces que el cambio de tendencia está por llegar, esto podría ser en los siguientes meses, más finales de año e inicios se vería una caída en la inflación”, reiteró.
En cuanto a los riesgos que prevé la Junta de Banxico, indicó que el balance de riesgos de crecimiento ha mejorado tornándose neutral.