LA OPINIÓN

La división de pastillas para reducir costos, ¿es bueno también para la salud?

01/03/2016 - 12:00 am

Averigua cuándo puedes cortar las pastillas, cuándo no y qué revelaron unas pruebas sobre la forma correcta de hacerlo

Por Consumer Reports

Imagen: Shutterstock
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Ciudad de México, 1 de marzo (SinEmbargo/LaOpinión).- Suena razonablemente simple: corta tus pastillas a la mitad para cortar los costos de tus recetas a la mitad. La práctica de “hágalo usted mismo” de cortar pastillas cuenta con el apoyo de muchos médicos y planes de salud. Es una forma de contrarrestar los crecientes precios de los fármacos y alentar a las personas a tomar sus medicamentos, si son propensos a omitir dosis y resurtidos debido a los altos costos. Y una pastilla más pequeña puede ser más fácil de manejar para quienes tienen problemas para tragar la medicina.

CÓMO FUNCIONA

Tu médico te recetará una dosis más alta del medicamento, a menudo el doble. En ocasiones la dosis más alta tiene el mismo precio que la dosis más baja. En casa, tú cortas las pastillas a la mitad y tomas una mitad cada día, con lo que terminas con dos dosis por el precio de una.

Pero los grandes descuentos no están garantizados, así que pregunta primero a tu farmacéutico cuánto ahorrarás, según recomienda Barbara Young, doctora en farmacéutica y editora en jefe de información sobre medicamentos para el consumidor con la American Society of Health-System Pharmacists en Bethesda, Maryland.

Ten en mente que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) ha llamado la práctica de cortar pastillas “riesgosa” y no la fomenta a menos que el prospecto del envase del medicamento indique específicamente que ha sido aprobado para cortarse. Sin embargo, nuestros asesores médicos consideran la práctica segura si sigues las recomendaciones que se encuentran a continuación.

4 PASOS INTELIGENTES

Antes de partirlas se debe consultar con un médico. Foto: Shutterstock
Antes de partirlas se debe consultar con un médico. Foto: Shutterstock

Primero que nada, obtén la aprobación de tu médico. Según una encuesta de Consumer Reports Best Buy Drugs realizada en abril de 2015, el 8 por ciento de los consumidores que intentan ahorrar dinero en medicamentos admitió que cortan sus pastillas a la mitad sin la aprobación de un médico o farmacéutico. Muchos medicamentos, particularmente la mayoría de las estatinas para reducir el colesterol, y los que se utilizan para tratar la presión arterial alta y la depresión, se pueden partir sin perder efectividad o causar un impacto negativo en la salud, pero partir otros medicamentos puede ser peligroso.

Tu médico puede tener otras razones para advertirte de problemas que puede haber al cortar las pastillas. No se recomienda si tienes demencia o problemas de memoria, por ejemplo; o si tienes un padecimiento que hace que te sea difícil físicamente, como tener artritis, temblores de la mano o mala vista.

Únicamente corta las pastillas que se puedan dividir con precisión. La mayoría de los medicamentos de liberación prolongada y acción prolongada, así como los medicamentos combinados no se deben cortar porque es difícil asegurarse de que se obtendrá la cantidad adecuada del ingrediente activo en cada una de las mitades.

Las pastillas que tienen una cubierta para proteger el estómago, como la aspirina y el ibuprofeno con capa entérica, tampoco deben dividirse. Aquellas que tienen un recubrimiento duro o cápsulas de cualquier tipo preferiblemente deben tomarse enteras puesto que fácilmente pueden desmoronarse, tener fugas o romperse en varios fragmentos.

Los medicamentos quimioterapéuticos y los que requieren de niveles sanguíneos diarios estables, como los anticonvulsivos, las pastillas anticonceptivas y los anticoagulantes nunca deben cortarse.

Utiliza la herramienta correcta. Consigue un cortador de pastillas, que es un dispositivo pequeño que corta con una navaja afilada, o al presionar las pastillas entre dos orillas opuestas. Hay estudios que han hallado que los cortadores de pastillas son lo que más se acerca a dividir los medicamentos en mitades exactas. Normalmente no son costosos y son fáciles de conseguir en la mayoría de las farmacias y las grandes tiendas de descuentos. Tu asegurador médico puede incluso enviarte uno sin costo.

Nunca utilices un cuchillo, tijeras, una navaja para rasurar, un cortador de cajas (box cutter), un cuchillo X-acto ni ninguna otra herramienta afilada para hacerlo. Éstas pueden crear partes desiguales y usarlas puede incrementar la probabilidad de que sufras una lesión. Cambia tu cortador cuando deje de dividir las pastillas de manera fácil y precisa.

Corta las pastillas una a la vez. Algunas pastillas se deterioran cuando se exponen al aire, el calor o la humedad luego de partirlas. Por lo tanto, corta únicamente una pastilla antes de tomarla y luego toma la otra mitad en tu siguiente dosis. Esto ayuda a garantizar que compenses cualquier desviación en el tamaño. Y parte las pastillas a la mitad y no en porciones más pequeñas como cuartos. Cuando tengas dudas, pide a tu médico o farmacéutico que te muestren cómo hacerlo correctamente.

LOS MEJORES CORTADORES

Consumer Reports evaluó recientemente 6 cortadores de pastillas y encontró que uno de los dispositivos más baratos, el Safety Shield Pill Cutter de Well en Walgreens de seis dólares, fue mucho más preciso que los demás. Este dispositivo combina las mejores características de seguridad y facilidad de uso, incluyendo “alas” cubiertas de hule para sujetar firmemente las tabletas, una protección deslizante para evitar que los dedos entren en contacto con la afilada navaja para cortar, y la posibilidad de operarlo con una sola mano.

Este dispositivo también está disponible con otros nombres. CVS, por ejemplo, ofrece un modelo idéntico, el CVS Pill Splitter with Safety Shield, y Rite Aid tiene un cortador similar que lleva el logo de “Safety Shield”. En nuestra evaluación, el cortador Apex Deluxe Pill Splitter de seis dólares también tuvo un buen desempeño, pero no cuenta con un protector deslizante.

El Swiss Large Pill Cutter, el dispositivo más costoso que estudiamos, con un precio de $59 dólares, fue el menos funcional. Encontramos que pulverizaba pedazos de algunas pastillas. Y, a pesar de su nombre, algunas de las pastillas más grandes no cupieron.

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