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El peso mexicano rompió la barrera de las 20 unidades por dólar después de cotizar cuatro semanas seguidas por debajo de la barrera.
El peso mexicano, que rondaba las 18.5 unidades por dólar antes de la pandemia, sufrió su peor momento en marzo del año pasado cuando superó las 25 unidades.
El Banco de México subió este jueves la tasa de interés en el 4.25 por ciento con un aumento de 25 puntos base ante la recuperación de la actividad económica global del segundo trimestre.
El dato implica una apreciación semanal del peso de tres centavos mexicanos frente al tipo de cambio de 19.94 unidades del viernes anterior reportado por Banxico.
Se espera que la próxima semana la nueva estructura de la Cámara de Diputados y los resultados de los próximos comicios en México definan el desempeño del tipo de cambio.
La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, estimó que el próximo lunes habrá "una disminución de la volatilidad de los mercados financieros".
La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, señaló que las próximas elecciones podrían influir y propiciar sesiones de cautela para el peso mexicano.
Analista de Banco Base atribuyó el ascenso del peso, en primer lugar, a "la expectativa de una postura monetaria menos flexible en México, incluso con la posibilidad de incrementos en la tasa de interés, ante señales de presiones inflacionarias".
El peso se ubicó como la octava divisa más apreciada en la semana, detrás del rand sudafricano. Una analista de Banco Base explicó que la moneda subió “producto de la debilidad del dólar”.
El peso mexicano terminó este viernes con una depreciación diaria de 0.6 por ciento frente a la jornada anterior.
El dólar baja de los 25 pesos y el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores gana 4.23 por ciento al inicio de semana, en un contexto internacional por los casos de coronavirus. El precio del petróleo ha vuelto a terreno negativo por la incertidumbre en cuanto un acuerdo entre Arabia Saudí y Rusia para recortar la producción de crudo y estabilizar los mercados energéticos, golpeados por la baja demanda en medio de la crisis del COVID-19.
Los conflictos entre la OPEP y sus socios disminuyeron los petroprecios que llevaron al peso a mínimos históricos no vistos en al menos tres años.
En México, el Presidente López Obrador aseguró que el país tiene finanzas sanas por lo que el peso resistió.
El peso es de las monedas mejor posicionadas, no hay volatilidad en los precios de alimentos y la balanza comercial ha presentado superávits en el primer año de AMLO.
Aunque el volumen de operación del peso aumentó, no lo hizo a la par de otras divisas.
La agencia asegura que “ninguna otra moneda de mercados emergentes está en condiciones de superar al peso como opción preferida para cubrir los riesgos de los mercados emergentes”.