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La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, estimó que el próximo lunes habrá “una disminución de la volatilidad de los mercados financieros”.
La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, señaló que las próximas elecciones podrían influir y propiciar sesiones de cautela para el peso mexicano.
Analista de Banco Base atribuyó el ascenso del peso, en primer lugar, a “la expectativa de una postura monetaria menos flexible en México, incluso con la posibilidad de incrementos en la tasa de interés, ante señales de presiones inflacionarias”.
El peso se ubicó como la octava divisa más apreciada en la semana, detrás del rand sudafricano. Una analista de Banco Base explicó que la moneda subió “producto de la debilidad del dólar”.
El peso mexicano terminó este viernes con una depreciación diaria de 0.6 por ciento frente a la jornada anterior.
El dólar baja de los 25 pesos y el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores gana 4.23 por ciento al inicio de semana, en un contexto internacional por los casos de coronavirus. El precio del petróleo ha vuelto a terreno negativo por la incertidumbre en cuanto un acuerdo entre Arabia Saudí y Rusia para recortar la producción de crudo y estabilizar los mercados energéticos, golpeados por la baja demanda en medio de la crisis del COVID-19.
Los conflictos entre la OPEP y sus socios disminuyeron los petroprecios que llevaron al peso a mínimos históricos no vistos en al menos tres años.
En México, el Presidente López Obrador aseguró que el país tiene finanzas sanas por lo que el peso resistió.
El peso es de las monedas mejor posicionadas, no hay volatilidad en los precios de alimentos y la balanza comercial ha presentado superávits en el primer año de AMLO.
Aunque el volumen de operación del peso aumentó, no lo hizo a la par de otras divisas.
La agencia asegura que “ninguna otra moneda de mercados emergentes está en condiciones de superar al peso como opción preferida para cubrir los riesgos de los mercados emergentes”.
Los mercados globales registraron este lunes pérdidas de poco más de 1 por ciento luego de las amenazas arancelarias de Donald Trump a China. En México, el IPC cerró con una contracción de 1.20 por ciento y el peso finalizó con una depreciación de 1.57 por ciento. Sin embargo, los especialistas consideran que esta guerra entre las dos principales potencias del mundo, puede beneficiar a México: tan solo en el primer semestre de este año las exportaciones de productos mexicanos a EU crecieron.
La crisis del peso duró apenas una hora tras la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda. Se tendió hacia arriba con un brinco que en los gráficos se notó mucho, debido a que operaba con estabilidad. Pero luego de la hora, la crisis se apagó. No recuperó todo el terreno, pero sí frenó una corrida. Y luego mantuvo una estabilidad por arriba de los 19 por dólar.
Tras romper la marca de los 9,000 dólares, el bitcoin se convirtió en la onceava divisa más importante si se toma en cuenta la importancia de los metales como la plata y el oro.
La divisa mexicana tuvo una apreciación semanal de 2.25 por ciento, lo que la colocó en el lugar número uno de las monedas con el mejor comportamiento dentro de las más negociadas a nivel global, según los datos de Bloomberg. Sin embargo, El IPC (S&P/BMV IPC), índice de referencia de la Bolsa Mexicana de Valores, cerró la semana con balance negativo, interrumpiendo dos semanas de alzas al caer este viernes.
En el mercado internacional de divisas, el peso se cotizó, hasta el corte de las 8:30 de la noche hora de México, en 19.5823 unidades por cada billete verde. Respecto al cierre de del Banco de México, de este mismo jueves, que fue de 19.0925 pesos por dólar, la depreciación de la moneda mexicana bordeaba 2.57 por ciento o el equivalente a 50 centavos.