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Con el anuncio de Jair Bolsonaro se descarta que se lleve a cabo el acto tradicional de pasar la faja del Presidente anterior a la persona que asume la Presidencia, en este caso Lula da Silva.
El jefe de la autoridad electoral de Brasil rechazó el miércoles la solicitud del Presidente Jair Bolsonaro y de su partido político de que anule los sufragios emitidos en la mayoría de las máquinas de votación electrónica, lo que habría cambiado el resultado de los comicios del 30 de octubre.
Tal acción dejaría a Bolsonaro con el 51 por ciento de los votos válidos restantes, y con la reelección, dijo a la prensa Marcelo de Bessa, el abogado que presentó la solicitud de 33 páginas a nombre del Presidente y del Partido Liberal, al que pertenece el mandatario.
El resultado de las elecciones presidenciales de Brasil es crucial para el futuro de los bosques del mundo. El domingo, el expresidente y candidato del Partido de los Trabajadores, Lula da Silva, venció por poco al actual presidente, Jair Bolsonaro. Las tasas de deforestación se habían disparado bajo el mandato de Bolsonaro.
El mandatario, quien perdió la reelección ante Lula da Silva, subió un video a sus redes sociales donde pidió a sus simpatizantes a que despejen los caminos, acto que hicieron como protesta a los resultados electorales de este domingo.
Los seguidores de Jair Bolsonaro siguen resistiendo. Usuarios de redes sociales, como Telegram y WhatsApp, difundían reclamos de que los militares salgan a la calle, que disuelvan el Congreso y la Corte Suprema, y que el Presidente siga en el poder.
Por otra parte, el Ministro de la Casa Civil, Ciro Nogueira, ha llegado al estrado y ha anunciado que ha sido autorizado por Jair Bolsonaro para liderar el traspaso de poderes a su sucesor, a quien ha llamado "Presidente Lula", según ha recogido el diario O Globo.
En la capital de Brasil, el silencio ha sido absoluto. Muchas horas después que el Presidente Jair Bolsonaro perdiera su intento de reelección, el líder derechista generalmente presuntuoso no ha admitido la derrota ni cuestionado los resultados de la contienda política más reñida del país en más de tres décadas.
El Presidente electo Lula da Silva tendrá de reto tener un tercer periodo de Gobierno acompañado con un Congreso mayormente con apoyo de Jair Bolsonaro, principal figura actual de la derecha brasileña.
Lula también celebró que ahora que ya es Presidente electo puede tener una nueva forma de contacto con López Obrador, cuando ambos estén ocupando el rol presidencial en 2023, y con lo que buscará que se fortalezca la relación entre México y Brasil.
Durante meses pareció que Luiz Inácio Lula da Silva obtendría una victoria fácil, con una campaña en la que azuzó la nostalgia por su Presidencia de 2003 a 2010, en la que la economía de Brasil se encontraba en auge y la asistencia social gubernamental ayudó a decenas de millones de personas a ingresar a la clase media.
Los actores del Universo Cinematográfico de Marvel alentaron a los brasileños a acudir a las urnas para votar y elegir al nuevo Presidente bajo el hashtag #NemTodoHeróiUsaCapa.
Los candidatos han hecho pocas propuestas para el futuro del país más allá de afirmar que mantendrán un gran programa de subvenciones para los pobres, pese al escaso margen fiscal. Han cruzado críticas y lanzado campañas de desprestigio en Internet, aunque los ataques procedentes del bando de Jair Bolsonaro son considerablemente más numerosos.
En la primera vuelta, los brasileños también eligieron por completo la composición de la Cámara de Diputados y parte del Senado, con un legislativo predominantemente conservador donde la formación por la que se presenta Jair Bolsonaro, el Partido Liberal (PL), fue la opción más votada.
Durante meses pareció que Lula se enfilaba a una victoria sencilla, pero analistas y políticos coinciden en que la contienda se ha tornado reñida.
Esto es lo que se tiene que saber sobre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas, programada para el 30 de octubre.