Opinión en video
Opinión en video
26-12-2024 - 12:05 am
"El 2024 fue complejo por la incertidumbre electoral en México y Estados Unidos, las elevadas tasas de interés del Banco de México y la frágil manufactura global".
Uva 1: Que la economía mexicana vuele expectativas. El 2024 fue complejo por la incertidumbre electoral en México y Estados Unidos, las elevadas tasas de interés del Banco de México y la frágil manufactura global. La economía sorprendió al alza en el tercer trimestre, pero persisten nubarrones. Los pronósticos de expansión del PIB nacional de 1.5 por ciento del Banco Mundial, de 1.2 por ciento de la OCDE e incluso de 2.3 por ciento de Hacienda son bajos para un país de ingreso medio. Pesa la suerte, pero también herencias fiscales, monetarias, comerciales y bancarias rígidas.
Uva 2: Que la semana laboral de 40 horas sea promesa cumplida. La OCDE labora en promedio 36 horas semanales, 20 menos que el Reino Unido antes de la Gran Depresión. La buena es que trabajamos menos y producimos más, la mala es que los países menos desarrollados padecen los horarios más severos. Un mexicano trabaja cada año mil horas más que un alemán o danés. Antes que orgullo, debiera generar rubor. El discurso del Zócalo donde Sheinbaum enlistó sus 100 compromisos abrió anchas alamedas por donde pasan anhelos de libertad de tiempo.
Uva 3: Que se debata en serio una reforma fiscal. Ninguna transformación o revolución memorable deja los impuestos intactos. Pero recaudar sin justicia social es receta de encono popular y lastre económico. La fijación del PRI y del PAN con la proporcionalidad y la tributación del consumo fueron políticas regresivas puestas en su debido lugar histórico. Las izquierdas mexicanas deben fijar una postura audaz que refuerce la legitimidad lograda mediante los programas sociales y casos pedagógicos como el de Grupo Elektra. Cualquier reforma redistributiva viable será progresiva —no paulatina ni progresista, como suelen confundir los no iniciados— o no será.
Uva 4: Que Trump anexe un epílogo al “Arte de la negociación” favorable a México. Claudia Sheinbaum ha recibido buena crítica entre la prensa liberal estadounidense, hoy necesitada de figuras eficaces de contraste. Pero la amenaza representa un condicionante aún por torear. Una posibilidad es que Trump recule so pretexto de una súbita disminución de flujos migratorios y narcóticos inducida por él. Pero ausentes tanto un acuerdo pleno como una imposición a rajatabla que luce improbable porque el magnate no podría presumir victorias rápidas, existen escenarios intermedios donde la tasa arancelaria del 25 por ciento caiga a niveles manejables o donde un desfase de entrada extienda las negociaciones. No serían catastróficos. Huelga decir que Ebrard se juega su resto.
Uva 5: Que los conservadores canadienses no trapeen la pista con Trudeau. La tentación de sumar a Canadá como estado 51 suena descabellada y hasta burlona, pero resta dignidad a la investidura de un primer ministro que lastra una desaprobación del 70 por ciento y que no logra ni la mitad de intención de voto que los primos-hermanos de los republicanos del sur. Que Trump ahonde un resultado electoral en el vecino sentaría delicados precedentes. Encima, Elon Musk vivió en Canadá antes de migrar a Estados Unidos y podría colmar los bolsillos libertarios de forma abierta o encubierta: otra afrenta democrática.
Uva 6: Que los votantes abofeteen a la ultraderecha latinoamericana. La región tendrá un calendario intenso con presidenciales en Ecuador, Bolivia, Honduras y Chile, además de legislativas en Argentina y judiciales en México. El inclemente péndulo, el clima internacional y divisiones internas en las izquierdas podrían favorecer al conservadurismo radical. No se trata de “votar bien”, como apuntó la jubilada pluma de Vargas Llosa, sino de aceitar la artillería de guerra electoral para contener y de ofrecer horizonte para crecer.
Uva 7: Que Vox y el trumpismo no abran filial en México. México Republicano tiene una constelación de estrellas conservadoras que van desde un representante —¿observador, patrocinador? — de los republicanos estadounidenses hasta un numerario del Opus Dei dedicado desde su llegada a México (2000) a la urgencia nacional de “rastrear los inicios del movimiento sionista” (Plaza y Valdés Editores). Trump, Abascal y Milei tienen la mira puesta en México como excepción de la expansión ultra. La red de aliados domésticos y domesticados busca el registro partidista que avance la estaca al corazón del PAN.
Uva 8: Que Ricardo Salinas Pliego contenga su canallismo circense como sello político. Ser bravucón e incorrecto contra el débil funciona. Ahí están Hitler de arquetipo y Trump de validador contemporáneo. Los sicarios mediáticos de la TV Azteca libertaria son escudo protector y artillería pesada para avanzar intereses empresariales y políticos. La omertá del gremio y el infame “perro no come perro” amplía el círculo de influencia de un magnate que se juega todas las fichas— su fortuna, reputación y cola de vida— para ser el Berlusconi mexicano.
Uva 9: Que Morena imponga un cerco sanitario contra impresentables. Para el lector político sagaz, las sumas de tránsfugas sugieren debilidad. Los brazos abiertos al chapulineo oportunista vuelven poco sorprendente que los gobiernos estatales y locales de Morena aún no alcancen la altura del proyecto nacional. El fichaje odebrechtiano puso de relieve un pragmatismo radical que quizá ayude a la gobernabilidad a pequeña escala (cuestionable), pero en la pista principal desvanece la legitimidad del relato anticorrupción y altera los balances internos aún propicios al cambio con justicia social.
Uva 10: Que Monreal sofoque la grilla. En todo partido-movimiento hay rudos y técnicos, protagonistas y actores de reparto. El diputado se esfuerza por recordarnos cuál es su lugar histórico. Pero muchos quisieran evitar recordatorios cotidianos que colman la agenda pública de guerra interna y defensa de intereses particulares. Cuando la sustancia se diluye en agua, el menjurje restante puede irritar al paladar. En plenas fiestas, Monreal buscó emular al niño del tambor y ropopompom deslumbrar, pero quedó como grinch que roba la navidad.
Uva 11: Que la presunta prensa liberal encuentre coherencia en Gaza. Entre debates sobre la conveniencia de llamar al genocidio por su nombre o cubrirlo de eufemismos, el asesinato de doscientos periodistas en Palestina enfrenta el silencio atronador de un gremio de indignación selectiva. Los encabezados y encuadres de CNN y la BBC desnudan el propósito de tapar la aberración generacional desatada por Netanyahu. Queda en flagrancia que el poder blando de los Estados Unidos es la más efectiva apología a cualquier crimen de lesa humanidad.
Uva 12: Que Biden sea juzgado por su conciencia y por la Historia, no por un MAGA vengativo. Sí, las doce uvas tratan de buenos deseos y del dulce sabor del optimismo. Pero van también de aprendizajes y lecciones morales. El presidente demócrata dio la espalda a Palestina como es esperable de un halcón en asuntos exteriores. Y así debe ser recordado: como un político de su tiempo, sin trascendencia ni legado. Estar con el débil implicaba tomar bando con los miles de asesinados con bombas hechas en Estados Unidos y financiadas con su presupuesto federal. Ahora, llegado Trump al tablero de mando, la absolución a Hunter Biden podría ser coartada republicana para iniciar una cacería expiatoria, pero por razones secundarias y no por un clamor de justicia internacional. Como cada diciembre, el pantano de Washington se encarga de que las uvas de fin de año, siempre tan personales y cabalísticas, queden en buenos deseos y… poco más que eso.
LEER
VER MENOS
26-12-2024 - 12:03 am
"La producción y consumo de fentanilo se ha convertido en una fiebre; el opioide entra a México a través de terminales aéreas y marítimas".
Les llaman las rutas de la muerte porque cada año el fentanilo que entra a Estados Unidos causa el deceso de al menos cien mil ciudadanos estadunidenses. En México, tres grupos criminales –Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana –han construido un compacto andamiaje de complicidades en terminales aéreas, puertos, aduanas y, en sus respectivas nóminas, también figuran altos mandos militares y de la Guardia Nacional. La red incluye a diversos agentes aduanales que, mediante cañonazos de dólares, están dispuestos a exportar fentanilo a Estados Unidos. Las rutas están muy bien identificadas, pero la corrupción del crimen es de tal magnitud que, hasta ahora, nadie ha podido detener el trasiego de esa letal droga ni la recepción de precursores químicos venidos de China, Indonesia y La India.
A partir del 20 de enero de 2025, cuando Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos por segunda ocasión, sobre México se ve venir un alud de exigencias, presiones y ríspidas negociaciones en materia migratoria, comercial, combate al crimen organizado y lo relacionado con la construcción de tan llevado y traído muro de contención contra migrantes.
La presidenta Claudia Sheinbaum asegura que todos estos temas son negociables.
Pero la realidad está por verse.
En materia de migración, Trump amenaza una y otra vez –muy a su estilo rijoso –que desde el primer minuto de gobierno comenzará la expulsión masiva de migrantes; que se apoyará incluso en el Ejército estadunidense con el fin de visitar centros de trabajo para detener y expulsar del territorio a todo aquel trabajador que no cuente con documentos que acrediten su legítima estancia en Estados Unidos.
Respecto al tema comercial, Trump exige revisar el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá bajo el argumento de que México tiene muchas ventajas y beneficios que deben ajustarse. Y sobre este punto también está lista la guillotina: si México no accede, se inpondrán aranceles hasta del 25 por ciento a las exportaciones mexicanas. Sabe Trump que esta medida encarecerá los productos mexicanos que consumen los estadunidenses, pero sostiene que asumirá los costos.
Sobre lo relacionado con el crimen organizado, Trump también exige a México –y este será otro tema que causará jaloneos –que los cárteles de la droga sean declarados como organizaciones terroristas a fin de que agencias extranjeras, entre ellas las estadunidenses, puedan ingresar a combatir la violencia y, sobre todo, el tráfico de fentanilo, la droga más letal que actualmente consumen los adictos estadunidenses.
Estados Unidos se ha planteado destruir al cártel de Sinaloa –o lo que queda de ese grupo criminal –mientras que en México las autoridades no pueden apagar la violencia que ya cobró más de quinientas vidas y más de seiscientas desapariciones desde agosto a la fecha.
Esta violencia extrema fue la consecuencia del secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada y la captura de Joaquín Guzmán López, el pasado 25 de julio, en Culiacán, Sinaloa. A raíz de estos hechos, las facciones de “Los Chapitos” y “Los Mayos” entraron en guerra. Pero el gobierno de Sheinbaum, lejos de quitar las piezas políticas que también son causas del conflicto, como el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, lo sigue sosteniendo a pesar de que el propio mandatario ha reconocido que llegó a la gubernatura de ese estado con el respaldo del cártel de Sinaloa.
Recientemente, Rocha Moya anunció un replanteamiento de la política criminal en Sinaloa y le pidió la renuncia al secretario de Seguridad Pública, Gerardo Mérida, tras cien días de enfrentamientos imparables entre las facciones que conforman el cártel de Sinaloa. Y nombró a su tercer secretario de seguridad, Óscar Rentería, un militar que, según se afirma, hizo buen trabajo antimafia en zonas de conflicto del estado de Michoacán.
Lo cierto es que Rocha Moya –que es una pieza importante en todo el conflicto criminal de Sinaloa –no podrá devolver la pacificación a ese estado si él mismo es parte del problema. El político sinaloense dijo que recibió apoyo del grupo criminal, de tal suerte, que forma parte del cártel. Y si forma parte del crimen organizado, resulta incoherente y hasta infantil, por decir lo menos, pensar en un cambio.
Y pese a estos antecedentes, los miembros de MORENA lo respaldan. ¿Descaro? ¿Complicidad? Imposible que un presunto narco que despacha como gobernador le devuelva la paz a Sinaloa.
Esta situación de violencia –tolerada o solapada durante todo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador –mantiene preocupado el recién electo presidente de Estados Unidos. Por ello, ésta vez parece decidido a ejercer toda la presión para que México haya su parte o, de lo contrario, Washington tendrá que meter las manos.
Sin embargo, en el caso del conflicto sinaloense el Gobierno Federal parece apostar más por una negociación entre cárteles que por el combate frontal. Y en ese sentido, ha cobrado fuerza la posible alianza entre el bloque de “Los Chapitos” y el cártel de Jalisco Nueva Generación, éste último es el grupo criminal más poderoso.
El fentanilo
Con sus múltiples tentáculos y complicidades, el crimen organizado construyó una amplia red portuaria y aérea para recibir precursores químicos de Asia y traficar el fentanilo y diversas sustancias químicas a Estados Unidos, el más voraz mercado de consumo de drogas del mundo.
Los cárteles que, de acuerdo con información del FBI y de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, están mayormente implicados en el trasiego de fentanilo proceso en México son La Familia Michoacana, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y la organización de Sinaloa, ahora encabezada por la dupla Iván Archivaldo –José Alfredo Guzmán, conocidos en el mundo del hampa como “los Chapitos”.
Estas tres organizaciones criminales han abierto rutas por todas partes del continente latinoamericano para importar precursores químicos de China, Indonesia y La India. Con la base química puesta en México, que normalmente arriba a territorio nacional vía aérea y portuaria, el fentanilo de procesado en al menos dos millones de laboratorios clandestinos distribuidos a lo largo y ancho de la República mexicana, desde Quintana Roo hasta Baja California esta maquinaria productora de fentanilo trabaja las veinticuatro horas del día y los 365 días del año.
Para lograr exportar el fentanilo a Estados Unidos en diversas presentaciones –pastillas, cremas, dulces, entre otras –los cárteles referidos han tejido amplias redes en los puertos mexicanos, también en las terminares aéreas. En ambas infraestructuras cuentan con aliados que, por fuertes sumas de dinero, cruzan la droga por sus aduanas y ésta llega a su destino final: Estados Unidos.
Otras ruta no menos socorrida es la terrestre, los tractocamiones de carga que pasan hacia Estados Unidos sin ser revisados por las autoridades aduanales. Con facilidad salen del territorio nacional y descargan la droga en lugares ya destinados para ese propósito. Y todo esto ocurre con la complicidad de autoridades estadunidenses. No se puede explicar de otra forma.
Hace más de diez años se registró el primer decomiso de fentanilo en México. Según la estadística, ocurrió en mayo de 2013 cuando autoridades federales aseguraron 0.54 kilogramos de esa sustancia en Baja California sur. Tiempo después, la droga comenzó a distribuirse en Sinaloa y Sonora.
Desde esa fecha, la zona norte del país es donde más reportes existen sobre incautaciones de fentanilo. De acuerdo con un estudio del Instituto para la Economía y la Paz, presentado en la décima edición del programa “Paz México”, de 2016 a 2022 el volumen de fentanilo asegurado por las autoridades mexicanas aumentó de once a 2 mil 114 kilogramos, lo que representa un incremento de 192 veces.
De acuerdo con reportes de la DEA, FBI y la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana, en el andamiaje de corrupción construido por el crimen organizado participan policías, militares y hasta miembros de la Guardia Nacional, todos ellos enganchados por la mafia del fentanilo, la droga que ha causado una verdadera fiebre entre los consumidores estadunidenses.
Conocida como la droga de la felicidad, el fentanilo se elabora en México con químicos que provienen de China, La India e Indonesia, aunque la potencia asiática ha negado que exporte precursores químicos a México para abastecer a la delincuencia organizada.
Debido a la invasión de precursores químicos en México, la Secretaría de Salud prohibió el uso de fentanilo para uso médico, a pesar de que muy potente para atenuar dolores de pacientes con cáncer y otras graves enfermedades.
Informes de la Fiscalía General de la República (FGR) coinciden con los de la DEA y el FBI en el sentido de que los cárteles que están dedicados a la exportación de fentanilo son el de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa; recientemente la DEA fincó cargos contra una treintena de personas ligadas al cártel de Sinaloa y al tráfico de fentanilo, entre ellos, figuran los hijos de Joaquín Guzmán Loera: Alfredo, Iván Archivaldo, así como el propio Ovidio Guzmán, conocido en el mundo del hampa como “El Ratón”, preso en Estados Unidos.
Las rutas portuarias y aéreas
De acuerdo con las autoridades federales y estadunidenses, existen tres rutas centrales para el trasiego de fentanilo que son ampliamente explotadas por los cárteles mexicanos.
En primer lugar destaca la ruta del Pacífico. Ésta incluye los puertos de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, y Manzanillo, en Colima. Esta segunda terminal portuaria es la número uno en el manejo de contenedores. Por ello, los cárteles de Sinaloa y Jalisco se disputan el control de este puerto, clave para recibir precursores y exportar fentanilo a Estados Unidos. En la red los informes también incluyen a Puerto Vallarta, un centro turístico controlado por el crimen organizado.
Desde estas terminales marítimas se conecta el fentanilo con las ciudades fronterizas de Tijuana, Baja California, así como con los puertos de Mazatlán, Sinaloa, y Guaymas, Sonora.
Otra ruta es la Peninsula, donde se reciben cargamentos de precursores procedentes de Asia. Inicia en el puerto de Mazatlán y se conecta con la terminal de La Paz, en Baja California sur. De ahí, el fentanilo se transporta vía terrestre hasta Baja California para llegar a la frontera. Dos puntos son clave: Culiacán y Tijuana.
La ruta del centro comprende entidades como San Luis Potosí. Según el mapa criminal, esta vía conecta con municipios de Guerrero , Ciudad de México, Guanajuato , Chihuahua y Coahuila. Los puntos clave son los aeropuertos de la Ciudad de México y el de San Luis, Potosí, dominados por criminales con apoyo oficial.
En el caso de Sinaloa, la guerra entre “Los Chapitos”, “La Mayisa” y el cártel de Jalisco ha alcanzado niveles inspsechados desde el 25 de julio de este año, cuando fueron secuestrado Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López para ser entregados a las autoridades estadunidenses.
De igual forma, la DEA y el FBI –a quienes se atribuye tales detenciones en territorio mexicano –aceleraron la guerra contra el cártel de Sinaloa, pues está considerado el más grande grupo criminal exportador de fentanilo a la Unión Americana.
No es todo: Así como los cárteles más poderosos de México cuentan con redes en puertos y aeropuertos también disponen de diversas estrategias para el ocultamiento de la droga.
El más frecuente es en los dobles fondos de los tractocamiones que cruzan a Estados Unidos por cualquier frontera del norte de México. También la pueden enviar en autobuses, vuelos comerciales, mensajería aérea de diversa índole y hasta como dulces de regalo. Todo llega a su destino con la complicidad oficial.
Acciones insuficientes
El gobierno de Estados Unidos ha recurrido a todo tipo de medidas para frenar el tráfico de fentanilo, pero han resultado ineficaces.
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el gobierno de Estados Unidos pidió al de México militarizar los puertos como una medida para reforzar la seguridad y parar el tráfico de fentanilo –la droga sintética que más personas mata en la Unión Americana –pero hasta ahora no ha logrado ese objetivo: los cárteles de Jalisco y Sinaloa son los principales exportadores de fentanilo –según la DEA -- y ambos grupos criminales se disputan el mercado en Estados Unidos, el más grande mercado de consumo de esa droga que es diez veces más potente que la heroína.
La producción y consumo de fentanilo –una de las drogas sintéticas más adictivas y mortales –se ha convertido en una fiebre. Exportada de China, el opioide entra a México a través de las terminales aéreas y marítimas y ex importada por las amplias redes que disponen los cárteles de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, las más poderosas de América Latina.
Hasta hace dos años, el fentanilo era traído de China, donde se han localizado unos cinco mil sitios donde se puede adquirir; las redes de distribución colocaban la sustancia en territorio estadunidense a través de buques, pero después escogieron a México como puente para hacer llegar la droga a la frontera norte para después ser cruzada a Estados Unidos en vehículos particulares o a través de túneles.
Ahora la dinámica ya cambió. De acuerdo con informes consultados en DEA y en la FGR, el fentanilo ya se produce en México. Y a gran escala. Los cárteles de Sinaloa y Jalisco importan los precursores químicos y se elabora la droga sintética en laboratorios localizados en Michoacán, Colima, Culiacán, entre otras ciudades, donde ambos grupos criminales disponen de expertos en la producción de esa sustancia que ha causado furor entre los consumidores estadunidenses. Todo se realiza con protección policiaca y/o militar.
En los últimos años es cada vez mayor la demanda de las drogas sintéticas, entre ellas el fentanilo; esto ha derivado en que los cárteles de Sinaloa y Jalisco hayan entrado en negociaciones con bandas del narcotráfico chinas dedicadas a la distribución de ese químico que, de acuerdo con expertos, está considerado no sólo uno de los más adictivos sino que es mortal.
Y es que el fentanilo, de acuerdo con su historial, es una sustancia sintética que ya se convirtió en una suerte de epidemia dentro del voraz mercado de consumo estadunidense. Según cifras de salud, se calcula que unas 50 mil personas mueren cada año por sobredosis. La adicción es inmediata y, según estudios consultados, es irreversible.
Esto derivó en una crisis dentro de Estados Unidos, que exigió a los países de la región latinoamericana vigilar más sus fronteras y evitar el tráfico de fentanilo. Pero en México ya se encendieron las alertas en este sentido, ya que las organizaciones chinas han escogido al territorio nacional como puente para hacer llegar la droga a Estados Unidos. Esa es la razón por la que en México ahora son más frecuentes las incautaciones de esa sustancia sintética.
De acuerdo con informes policiacos, la droga se mueve por las terminales aéreas y marítimas; también por carreteras. En el año 2020 hubo un aseguramiento de fentanilo en el aeropuerto de Culiacán, Sinaloa, pero luego las autoridades asestaron un fuerte golpe en el puerto de Manzanillo, Colima. Ahí se aseguraron 23 toneladas de precursores químicos para elaborar fentanilo. El golpe ocurrió en agosto de 2019. Este hecho encendió las alertas.
A pesar de que México está inundado de fentanilo, las autoridades no han podido desmantelar a los cárteles que producen esta droga. La actual presidenta, Claudia Sheinbaum, sostiene que México no tiene crisis por el consumo de esa sustancia, como ocurre en Canadá y Estados Unidos.
Esto es cierto, pero también es verdad que si México no detiene esta orgía en el tráfico hacia la Unión Americana el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplirá su amenaza de cerrar la frontera e impondrá aranceles a las exportaciones mexicanas.
LEER
VER MENOS
26-12-2024 - 12:01 am
"El último año de la presidencia de López Obrador, y el primer año del poder ilimitado de la 'cuarta transformación'".
Espero que haya pasado la navidad con los suyos y muy contento, querido lector. Pues sí, se nos está acabando el año. Y qué año, se dirá. El último año de la presidencia de López Obrador, y el primer año del poder ilimitado de la “cuarta transformación”. Qué impresionante victoria de Morena de junio, la verdad, histórica. Y qué impresionante la victoria de la primera mujer presidenta en México. Y, también, qué impresionante las mayorías calificadas en el Congreso y en todo el país. Ni se diga del poder que ganaron para cambiar la Constitución. El verdadero esplendor del gobierno de López Obrador se dio este año, cuando decidió el Plan C y logró consumarlo. No solo eso: este año la oposición desapareció, prácticamente. Los medios cambiaron sus barras de opinión, se fueron opinadores e intelectuales que durante décadas estuvieron en sus programas, auténticas instituciones.
A raja tabla, querido lector, y con prisas inéditas, así se han dado los cambios que le van dando rostro a un nuevo capítulo en la historia nacional, sin duda. Un poder judicial reformado, que no sabemos cómo se constituirá, al final. Un proceso electoral que se ve muy complicado, un experimento político que no sabemos si vaya a funcionar, o a fracasar estrepitosamente. Más apoyos sociales, bajo la nueva administración, pero menos Estado ¿alcanzarán los fondos para cubrirlos? ¿y si no alcanzan y desaparecen? Al final tendremos menos instituciones, o sea, estaríamos mucho peor. Incertidumbre de cuánto tiempo son sostenibles si no aumentan los ingresos y, sobre todo, la duda de qué sistema es realmente el que se está implementando, cuando no hay mejoras sustanciales en la educación, la salud y la cultura, por ejemplo. No alcanza el dinero para todo. ¿Seguirá el austericidio a costa de ellos?
Muchas dudas aparecen en el panorama, querido lector, no solo sobre el próximo año sino sobre los próximos años. Incertidumbres pesarosas que ya he compartido en esta columna sobre el sector cultura, que parece que continuará tal cual viene funcionando, sin dinero y con desdén. Continuismo de lo peor y mediocre, ausencia de proyecto. Así, no dudo que el sufrimiento de los artistas mexicanos se acentúe en grados intolerables, sin trabajos y con migajas de apoyos. Un Estado que ha decidido, en los hechos, dejar de subsidiar a la cultura, porque no invierte en ella lo que debería. Colecciones y editoriales estatales que desaparecieron, para centralizar todo en el FCE, incapaz de abarcarlas, dejan un gran vacío, sobre todo, en cuanto a poesía se refiere. Compañías de danza que, sin apoyo, sencillamente desaparecerán. Imposiciones que buscan convertir al arte en ariete de la ideología gubernamental, artistas plegándose con tal de sobrevivir. Nada luce en el área cultural como debería bajo un gobierno “humanista”, de izquierda, la verdad.
Luego, pues Trump, querido lector. Donald Trump y sus amagos, y la incertidumbre de si los cumplirá o, mejor dicho, en qué grado. Un Trump que llega a la presidencia de Estados Unidos obligado a cumplir con el discurso xenófobo que lo llevó al poder. Un Trump que es realmente una amenaza para la soberanía de México y que causará mucho dolor a los mexicanos que viven en el país vecino ¿de verdad se atreverá a deportar masivamente y se atreverá incursionar en México para atrapar a narcotraficantes una vez declarados como “terroristas”? Incertidumbres que en el 2025 se despejarán, querido lector, y que muy probablemente nos causen estragos ¿qué hará México?
Y luego las otras preguntas ¿qué hará la primer Presidenta de la Republica con la delincuencia organizada que campea en el país, mata a mexicanos, los secuestra, extorsiona, desaparece? ¿qué hará para erradicar las desapariciones y los feminicidios? ¿qué políticas implementará para que las Fiscalías encuentren a las mujeres desaparecidas?
Porque es un hecho que tenemos un problema y que ya es hora de que por fin se resuelva, ¿no cree?
No importa de dónde venga, si empezó con Calderón: ha pasado ya más de una década. La violencia en el país es responsabilidad de todos los gobiernos, incluido el Federal. Muchos años llevamos ya viviendo en un estado de horror, donde la violencia homicida parece un cáncer incurable. Gobiernos van y vienen y no se ha solucionado ¿viviremos así por siempre, sin estado de derecho, sin protección? ¿cuántos años más se extenderán los territorios tomados por la delincuencia organizada? ¿Funcionará la política de seguridad del nuevo gobierno? No lo sabemos, querido lector.
En el área internacional, este año continuó la guerra genocida e impune de Israel contra Gaza y los palestinos: no solo asesinó masivamente a niños y mujeres, cometió crímenes de guerra totalmente imperdonables, bombardeó hospitales, casas, destruyó ciudades, también minó severamente a las instituciones internacionales ¿qué les deparará a los palestinos la llegada de Trump al poder? Nada bueno, parece, sino más sufrimiento.
Como ve, querido lector, el mundo todo está sumido en la incertidumbre. Esperemos que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum enfrente con vigor e inteligencia los tiempos por venir, tanto interna como externamente y que el 2025 aunque movido, sea un buen año para México y los mexicanos.
LEER
VER MENOS
26-12-2024 - 12:00 am
"Conocedor de que la palabra es un arma liberadora, Jesús Anaya Rosique dedica el resto de sus días, hasta el pasado lunes 24 de diciembre de 2024, al cultivo de la misma, como editor, corrector y lector".
Con la presencia de Jesús Anaya Rosique
Durante aquellos años en los que la vida parecía desear escaparse más allá de lo imaginable, Jesús Anaya Rosique no se perdió el mínimo pretexto para estar presente en toda causa social, acto de protesta, o grupo disidente, siendo alumno en la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, cuando era presidente Adolfo López Mateos, funda con un grupo de compañeros la revista “Hora Cero”, como parte de los debates que se realizan dentro del grupo de estudio y análisis “Miguel Hernández”; a partir de entonces, editar, escribir, reflexionar, debatir se ha convertido en su prioridad.
El movimiento estudiantil de 1968 le atropella las terminales nerviosas, Jesús ya no es un estudiante regular, está concluyendo la carrera, pero de inmediato se solidariza con las causas y las consignas. El drama experimentado aquel miércoles 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas le queda tatuado en la conciencia, le genera un sentimiento de minusvalía que desea extirpar.
Pretendiendo evadir los fantasmas acepta irse de México como corresponsal de la agencia de noticias “AMEX”, Ecuador supone que va a ser el destino que le permitirá aliviar la pesadumbre que ha experimentado su generación.
Sin la conciencia aún del objetivo, obtiene una pistola calibre .32, la viabilidad para hacerse de un arma se aprecia como un juego de niños. El disfraz que ha alcanzado el gobierno mexicano luego de la realización de los XIX Juegos Olímpicos en el entorno mundial lacera su juicio; ¿dónde han alojado esas tumbas sin nombre? ¿Cómo es que se ha logrado atragantar las consignas? ¿Qué hay de los ojos sin lágrimas?
El viernes 10 de enero de 1969 ha decidido intervenir para descarrilar ese trayecto de la historia mexicana que aparenta una concordia unánime en torno al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz; Jesús aborda en Guayaquil el vuelo de Aerolíneas Peruanas con destino a Miami, haciendo escalas en: Montevideo y Panamá, aunque para él, esas dos paradas quedarán sólo en la bitácora.
A los pocos minutos de iniciado el vuelo, Anaya Rosique desenfunda su arma y les anuncia a las azafatas que le avisen al capitán de la aeronave su intención por desviar la ruta con destino a la Habana, Cuba; supone que con su arrojo, la noticia va a romper las fronteras informativas y con ello logrará denunciar la represión que en realidad se vive en México.
La amenazante solicitud se admite sin mayor oposición, el desconcierto inunda a los pasajeros, pero nadie se atreve a contradecir el mandato y a las pocas horas las autoridades del “primer país libre de América” se ven obligadas a otorgar el aterrizaje del avión en el aeropuerto José Martí. Los agentes cubanos ingresan al avión, Jesús les entrega su arma; el aeropirata mexicano ha colocado en jaque al estado de la revolución, ¿cómo explicar a las autoridades mexicanas que han recibido a un disidente? ¿Acaso no son gobiernos aliados? ¿Cómo negarle el ingreso, si en otros casos los luchadores de Latinoamérica han sido recibidos como héroes? De momento, Jesús es trasladado a una cárcel cubana, en lo que se decide qué hacer con ese revolucionario incómodo.
Para mediados de febrero de 1969, se le permite salir de Cuba rumbo a Europa, le urgía al régimen de Castro sacudirse aquella plaga, dejarle en un estado de indefensión, para que la justicia internacional se hiciera cargo de su destino.
Jesús arriba a París vía Praga, su determinación por modificar las estructuras de su país le trasladan hasta Medio Oriente, en un intento por incorporarse a un campamento en Jordania donde lograra adquirir entrenamiento militar. La noticia de la precaria salud de su padre le lleva a optar por volver a México, aún y sabiendo que el gobierno deseaba su aprehensión y cobrar el ridículo que le habría supuesto convertirse en un aeropirata.
En plena clandestinidad y con apoyo de diversos contactos, logra volver a su país por Guatemala los primeros días de 1971, para acompañar en sus últimos suspiros a su progenitor, motivo por el cual experimenta la segunda andanada del gobierno mexicano en contra de la juventud el jueves 10 de junio de aquel año, Jesús registra aquellos nuevos instantes de angustia en una bitácora que será editada en el año de 2023 con el título de “La sociedad frente al poder 1968-1971: Crónica inmediata de una lucha decisiva”.
Por diversas arterias se contacta con los varios grupos armados clandestinos que han comenzado a pulular por aquellos días: la gente de Genaro Vázquez Rojas, los de Lucio Cabañas, los Procesos de Raúl Ramos Zavala.
En algún momento de enero de 1972 acude a la cena a casa de un “amigo” activista del 68, quién posteriormente se transformara en funcionario del priismo, y causalmente al día siguiente es aprehendido por agentes de la Dirección Federal de Seguridad, al fin es capturado aquel aeropirata que habría osado colocar en extrema tensión los gobiernos de México y Cuba.
Luego de permanecer por tres semanas en diversas prisiones clandestinas del gobierno mexicano, es presentado ante la opinión pública el viernes 4 de febrero de 1972, dos días antes del asesinato de Raúl Ramos Zavala en las cercanías del Parque México y tres días luego de la muerte de Genaro Vázquez Rojas, en aquel denominado como “invierno negro” para la conformación de las organizaciones clandestinas armadas de México.
De nueva cuenta el azar incierto le sonríe a Jesús, luego de permanecer como huésped del Palacio Negro de Lecumberri por 459 días, ya que su nombre aparece en último lugar de los presos reclamados por las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP), para ser excarcelados de las diversas prisiones de nuestro país, a cambio de la liberación del Cónsul Norteamericano, George Terrance Leonhardy, secuestrado en la ciudad de Guadalajara el viernes 4 de mayo. Sin desearlo del todo, Anaya Rosique regresa a la isla revolucionaria de Fidel Castro, situación que de nueva cuenta no habrá sido del agrado de los barbudos de la isla, aunque de momento viaja en compañía de 29 mexicanos y mexicanas aspirantes a guerrilleros.
Año y medio transcurre la existencia de Jesús en la Habana, con las restricciones a las que son sometidos los exiliados de nuestro país, hasta que logra viajar a Italia en compañía de José Luís Rhi Sausi, entre otros, país donde se le abre de nueva cuenta a Anaya Rosique la experiencia editorial, desde el año de 1975, donde colabora y se convierte en el profesional del libro que va a venir a nuestro país a desarrollar con gran ímpetu, fundando incluso en el año de 1991 la Maestría en edición conjuntamente con la Universidad de Guadalajara.
Conocedor de que la palabra es un arma liberadora, Jesús Anaya Rosique dedica el resto de sus días, hasta el pasado lunes 24 de diciembre de 2024, al cultivo de la misma, como editor, corrector y lector, ya fuera desde editorial Planeta o en el Fondo de Cultura Económica. Para éste hombre la rebelión se inicia con la lectura y, por lo tanto, desde cualquier trinchera fue capaz de arrojar la semilla, deseoso por mantener siempre viva la subversión.
LEER
VER MENOS
25-12-2024 - 12:05 am
El maíz es anterior al país y, por eso, como cultura no sólo es agrícola o gastronómica, sino que es la existencia misma de los habitantes de México. Es el fundamento del sustento, hasta la fecha. Nos comemos 27 millones de toneladas al año, 80 kilos por persona en el campo y 57 kilos por persona en las ciudades.
Arrocillo, Cacahuacintle, Chalqueño, Cónico, Cónico Norteño, Dulce, Elotes Cónicos, Mixteco, Mushito, Mushito de Michoacán, Negrito, Palomero de Jalisco, Palomero Toluqueño y Uruapeño, Dzit-Bacal, Comiteco, Coscomatepec, Motozinteco, Olotillo, Olotón, Tehua, Negro de Chimaltenango, Quicheño, Serrano, Mixeño y Serrano Mixe, Apachito, Azul, Complejo Serrano de Jalisco, Cristalino de Chihuahua, Gordo y Mountain Yellow, Blando de ocho hileras, Onaveño, Harinoso de Ocho, Tabloncillo, Tabloncillo Perla, Bofo, Elotes Occidentales, Tablilla de Ocho, Jala, Zamorano Amarillo, Ancho y Bolita, Conejo, Nal-Tel, Ratón y Zapalote Chico, Celaya, Tepecintle, Tuxpeño, Tuxpeño Norteño, Vandeño, Zapalote Grande, Nal-Tel de Altura, Pepitilla, Chiquito, Choapaneco y Cubano Amarillo, Chapalote, Dulcillo del Noroeste, Elotero de Sinaloa y Reventador. Esos son los 64 nombres de nuestros tipos de maíz. De ellos, 59 son nativos y han dado lugar a una gastronomía de las más variadas en el planeta. Por ejemplo, sin el maíz bolita, no hay tlayudas, así como sin el cacahuazintle no habría pozole, sin el maíz dulce, tampoco hay uchepos.
Mil 500 años antes de nuestra era, los olmecas representaron a la diosa del maíz con la forma de una “U”, por la manera en cómo las hojas enmarcan a una mazorca. Esa “U” la vemos por todas las culturas originarias de México y Centroamérica en la frente de los jaguares humanizados, porque son deidades de la lluvia. Así, si usted ve una “U” en cualquier relieve, pintura, códice y escultura prehispánicas está ante la imagen de una diosa que es nuestro maíz. El maíz es anterior al país y, por eso, como cultura no sólo es agrícola o gastronómica, sino que es la existencia misma de los habitantes de México. Es el fundamento del sustento, hasta la fecha. Nos comemos 27 millones de toneladas al año, 80 kilos por persona en el campo y 57 kilos por persona en las ciudades. Nuestros maíces aportan el 38 por ciento de proteínas, el 45 por ciento de calorías y el 50 por ciento del calcio que consumimos los mexicanos. No hay otro país en el mundo en el que el consumo sea tan alto, por lo que los estudios comparativos en ese tema nunca son concluyentes. Eso acaba de sucederle a México en el panel de los acuerdos de comercio con EU y Canadá: no hay forma de medir el impacto del maíz modificado genéticamente por las patentes corporativas en un país como el nuestro en que se cultivan 64 razas de maíz en los 32 estados que lo componen, no importando climas, lluvias, altura, o catástrofes naturales. No hay comprobación de que el maíz transgénico haga daño a la salud, pero tampoco de que sea inocuo, es decir, que no haga daño. Pero el problema real es que, si aceptáramos sembrarlo, tendería a uniformar los maíces blancos que comemos, a contaminarlos con trazas de genes manufacturados por la agroindustria de Estados Unidos.
El motivo de esta columna es doble. Por un lado, tratar de explicar qué diablos es el maíz transgénico y, por el otro, argumentar cómo nuestros maíces no son una simple mercancía, con un precio, y una forma de cocinarse, sino que sustentan una veneración que todavía tiene en su fundamento una traza de espiritualidad. Empecemos por el principio.
Los organismos genéticamente manipulados son los que cambian un gen de su ADN por el de otro organismo. Por ejemplo, a un maíz le ponen un gen de una bacteria o de un hongo. ¿Para qué lo hacen? Para hacer al maíz inmune a una plaga o a una enfermedad o, incluso, a una sequía. En este último caso, el de la sequía o las heladas, el CINVESTAV del Poli desarrolló maíces resistentes para proteger a las cosechas de los campesinos. Esta intervención en los genes se hace de distintas maneras: hay una en que literalmente se les bombardea de partículas a alta velocidad, otra en que se utiliza a un virus o una bacteria para que sirvan de transporte para meterlo a las células. Luego, con un filtro químico se separa a las células que recibieron el gen de las que no lo aceptaron, y se pasa a cultivar sólo las modificadas. Así se crea una nueva variedad resistente a lo que sea el problema que se quería resolver. Hasta ahí, todo parece una tecnología benigna. El problema y es esto para el maíz, viene cuando las abejas, moscas, colibríes, es decir, los polinizadores, o el simple viento se llevan genes modificados y los van insertando en otras variedades, a través del polen. Como ustedes saben, el polen es la célula sexual masculina de las plantas con flores. Lleva por lo tanto los genes del ADN de la planta. Por eso, con la aparición del maíz transgénico se habla de “deriva del polen” ---no de la autoritaria--- por la contaminación de una raza manufacturada en un laboratorio hacia los maíces nativos, como los nuestros. Es decir, que la raza manufacturada, más resistente, se fija como la dominante en contra de las demás, tendiendo a que se haga un monocultivo.
Ahora hablemos del maíz como mercancía y de sus rasgos genéticos como supuestos “derechos de autor”. Resulta que corporativos como Monsanto patentan las secuencias del ADN que manipulan. De hecho, han logrado que la segunda generación de sus semillas sean estériles, obligando a los agricultores a comprarles nuevas semillas cada año. Esto es, por supuesto, un abuso del supuesto “derecho de autor”. Pienso, para mis adentros: imagínense que, habiendo leído el libro, ya no lo pudiera uno releer y tuviera uno que comprarlo otra vez. O una película, como si tuviera una caducidad, una obsolescencia programada como los focos. Pues ese es el caso con las semillas de Monsanto que llevó a un grado de abuso la llamada “privatización de la naturaleza”. Usar los “derechos de autor” para monopolizar los alimentos humanos es acaso el más infame de los atropellos contra la historia del planeta. Porque, Monsanto puede haber modificado una planta de maíz para que sea insensible a una plaga de hongos, pero no creó el maíz. El maíz se creó en el mundo, es una cosa que sucedió, simplemente. Y hace unos ocho mil años, unos humanos que vivían en lo que hoy es México, la cultivaron y la hicieron lo que es hoy. Se trata, en breve, de todo el patrimonio alimenticio del planeta en manos de un monopolio de secuencias genéticas privatizadas. Es de locos, pero es, si nos descuidamos, el futuro que heredaremos a las siguientes generaciones: monocultivos de una sola variedad, a precios de monopolio para los campesinos y agricultores. Actualmente, sólo cuatro corporativos biotecnológicos controlan el 60 por ciento de las semillas que se siembran en el planeta: la propia Monsanto-Bayer, Syngenta, Corteva (que es DuPont aliada con Dow), y ChemChina. El 80 por ciento de las semillas de maíz en los Estados Unidos son de Bayer-Monsanto. Es decir, es un monopolio. Pero los gobiernos de Estados Unidos no solamente no han hecho nada contra él, sino que pretenden que sus semillas se siembren en México, argumentando que es una mercancía que protege el comercio de América del Norte. Y eso, sembrar maíz transgénico, como ha dicho la Presidenta Claudia Sheinbaum, estará prohibido en la Constitución. Si no lo hiciéramos, estaríamos mutilando la herencia agricultural, el patrimonio alimenticio, la cultura del maíz para las nuevas generaciones. Aceptarlo sería suicida.
Y aquí viene el segundo motivo de esta columna. Es nuestra relación con el maíz. Para los antiguos mexicanos, era una diosa. Se le comparaba con la abundancia, con las lluvias, y con el jaguar, en la tradición más añeja, que es la Olmeca. Pero todas las civilizaciones que le siguieron tienen al maíz, no sólo como una divinidad, sino como mito de la fundación, el relato antes del tiempo, de donde venimos. Como dice Alfredo López Austin en Los brotes de la milpa: “Los mitos se forman en los descansos con el sudor refrescante de la sombra; se forman en los encuentros con el gesto, con la charla, con la lección, con el cruce indiferente; se forman con todos los enunciados del amor, y con los del dolor, la duda, el sueño y el ensueño; con saberes y misterios; con las pautas y con sus violaciones. Se forman, en suma, en las repeticiones y repeticiones de lo cotidiano; esas repeticiones que se integran con partículas novedosas, sorpresivas. Los verdaderos creadores de los mitos nunca saben que siempre están ha- ciéndolos”.
Es en los mitos en que nos reconocemos como mexicanos. ¿Cómo explicarnos que comamos tanto maíz, en tantísimas formas? Porque estamos hechos de él, según el mito originario. No es que realmente lo creamos que estamos hechos de él, sino que nos da una talla cósmica al ser lo que comemos de la tierra. No es una explicación como tal, sino una sustancia, la sustancia de la cultura. Así, los mayas en el Popol Vuh relatan que los dioses en ese tiempo antes de la historia, crearon a los animales. Cuando les pidieron que dijeran sus nombres, todo lo que obtuvieron fueron graznidos, ladridos, chillidos, y rugidos. Así que los exiliaron a los montes para servir de alimento. Entonces se propusieron crear algo que pudiera decir su nombre. Primero, intentaron con barro, pero se quebraba y no tenía alma. Luego, hicieron hombre y mujer de distintas maderas, pero anduvieron por ahí sin destino, obnubilados por la falta de entendimiento. Así que, finalmente, enviaron al ocelote, al coyote, a la guacamaya, y al cuervo a traer las mazorcas amarillas y blancas de Paxil y Cayalá. Molieron el maíz, hicieron con la masa nueve bebidas, y con ellas crearon la carne y la sangre del primer varón y la primera mujer, su fuerza y su vigor. Las maravillosas criaturas fueron la primera madre y el primer padre, y tuvieron unos hijos y unos nietos que alabaron y alimentaron con sus ofrendas a los dioses.
Así, también hay entre los nahuas, tepehuanes, purépechas, tzotziles y huastecos una misma historia mítica. El personaje central es el maíz. Su mamá queda preñada de un músico, un flautista, que la abandona y se va al País de los Relámpagos. El niño nace, pero su madre, furibunda por el abandono del músico, lo tira a un río. Cuando el niño nace, busca a la madre y, al enterarse de su desdicha, decide ir tras el padre al País de los Relámpagos. Al principio es atrapado por los rayos y torturado, pero logra escapar. Enfrenta, entonces, al Rayo Mayor y, tras una batalla, lo derrota. Con la victoria se le ofrecen dos regalos: uno, que su papá volverá a vivir cada año y que, también cada año, habrá lluvias. El hijo, entonces, toma la flauta del padre y la repara para que vuelva a tocar. Es este un mito fundador que explica cómo la vida debe regresar de la bodega debajo de la tierra, la de los muertos, cada año, como la lluvia y los músicos itinerantes. Todavía nuestro calendario de fiestas marca el inicio de las lluvias con la Santa Cruz en mayo y el Día de Muertos en noviembre, cuando termina de llover.
Así, también, los mayas, mopanes, choles, tzeltales, tojolabales, mochós, kekchíes, quichés, pokomames, cakchiqueles, mames, jacaltecos, achíes, tzutujiles, chortíes, pipiles, huastecos, totonacos, nahuas, mazatecos, cuicatecos, chinantecos, chatinos y chontales cuentan la historia de cómo el mismo Quetzalcóatl, el dios-gobernante, es el que descubre a una hormiga cargando una semilla de maíz y manda al mandamás de la lluvia, Nanahuatzin, a sacar al maíz de una cueva a la que tiene que entrar con el poder del relámpago. Lo acompañan sus cuatro hermanos, los tlaloque, cada uno de un color distinto. Una vez descubierto el tesoro del maíz, los tlaloque se lo roban y se los llevan a los cuatro puntos cardinales del mundo. Por eso, los colores del maíz son distintos en cada región de este país. Este es un mito que da cuenta de la variedad, eso que hoy llamamos “biodiversidad” y que Monsanto simplemente lo destruiría por vender sus semillas cada año.
La cultura es volver a contarse. Cuando tenemos un mito como el del maíz que nos habla del tiempo cíclico de la vida y la muerte, de la presencia y la ausencia, del brote de la milpa y su descenso a la bodega de lo muerto, ahí tenemos un relato que nos da coherencia. Pero también nos enorgullece de haber, no sólo domesticado a esta planta, sino de haberla hecho fundamento de una cosmovisión que tuvo en la observación astronómica la viabilidad de los cultivos en la tierra, esta tierra, estas tierras. Sin grandes astrónomos, no se hubiera dado la intensidad del cultivo de nuestros maíces. Sin conocimientos de las lluvias y su relación con la órbita de Venus. Sin la pausada selección de granos para la siguiente cosecha. Cada vez que comemos tortillas deberíamos de celebrar, asombrados, de lo que hemos sido capaces. No “autores” como los señores de Monsanto, sino victoriosos sobre el Rayo y la Muerte, como el hijo del músico. Es una historia de resistencia, de ciclos, de muerte y resurrección. Esta es la historia que encierra nuestro maíz que, en efecto, fue anterior al mismo país. Pero ahora le toca al país defender a su planta. Estoy seguro que triunfaremos.
LEER
VER MENOS
25-12-2024 - 12:04 am
"Marionetas más, marionetas menos. Cómo desamarrar esos nudos que nos impiden caminar con soltura."
A manera de preámbulo:
los rascacielos
en su ciego orgullo de acero y cemento,
tienen de testigo
la bruma de las montañas,
al amanecer de las urbes.
I
Marionetas más, marionetas menos.
Cómo desamarrar esos nudos
que nos impiden caminar con soltura,
cómo caminar en tierra minada
por los tribunos de una retórica apolillada
en monólogos de hastío
incansables, hipnotizados,
en la espiral descendiente
del empoderamiento de la fugacidad
y sus delirios;
la existencia vapuleada,
despreciada en su extrañeza sagrada,
inverosímil para la ciencia misma,
cuyos números del usufructo
delinean el encierro de su universo.
II
Desamarrar los nudos del ego,
evitar a los fantasmas
llamados personajes,
abrumados en sus deseos,
la imposición del entretenimiento,
ese alimento
de la era de la egocracia
que por millones se reparte.
La membrana de la cordura
horadada por doquier.
La multitud capturada en un gesto
que se enciende y se apaga,
aterrada de sí misma
cuando pierde el control digital;
y las yemas de sus dedos
recuerdan al índice y pulgar
en su entrañable humildad:
la verdad deslumbrante
de no saber nada; esa gracia
tan única de todos.
III
En ese rincón del sí mismo
retomar el nombre propio
advertir la Luz que persiste
en la vasija blanca de la mañana
mirar ahí
en esa nada
que envuelve
sin dejar huella,
mirar ahí
sin reparo alguno
en esa hondura
que alumbra,
mirar ahí
ya
sin palabra
alguna
con los labios cerrados;
dejar al viento
que llega
su danzar
su búsqueda.
Rendija:
Así están los tiempos: cuando descendió Moisés, ya no había nadie, se aburrieron y prefirieron irse.
LEER
VER MENOS
25-12-2024 - 12:04 am
"La buena fortuna de las Alcalde no es gratuita. Son hijas de una de las personas que, aseguran, más confianza le tiene el ex presidente, Bertha Elena Luján Uranga".
Dentro de la nueva “monarquía política hereditaria” ahora en la etapa morenista del gobierno central en México, como en el pasado priísta del País -sin excluir los doce años de gobiernos albiazules, porque no es exclusivo de insituto político alguno-, hay familias que, con el triunfo de su partido en las elecciones, les llega la buena fortuna, la bonanza política y la chamba en la nómina oficial.
Algunos apellidos son ahora mismo relevantes por ese nepotismo tan institucionalizado en el país. Los Monreal, los Batres, los López por supuesto, los Mier, los Scherer, los Delgado, los Félix, y claro, las Alcalde.
Bertha y Luisa María Alcalde Luján lanzaron sus carreras políticas de manera exponencial a partir de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador ganó la elección para presidente de México y nombró a la segunda su secretaria del Trabajo primero, y de Gobernación después, aunque ciertamente a la primera la mantuvo un tanto relegada, sí, con chamba en el gobierno, pero no con puestos ni cargos ni encargos, sino con trabajitos, asesorías, jefaturas, direcciones y hasta ahí.
La buena fortuna de las Alcalde no es gratuita. Son hijas de una de las personas que, aseguran, más confianza le tiene el ex presidente, Bertha Elena Luján Uranga, quien acompañó a López Obrador desde cuando hacían proselitismo para el PRD en la Jefatura de la Ciudad de México, hasta la fundación de Morena, al haber sido secretaria general del Movimiento de Regeneración Nacional y posteriormente presidente del Consejo Político Nacional de Morena de 2015 a 2022, pasando por otros encargos políticos en el interín.
Sin embargo, el evidente favoritismo de López Obrador hacia Luisa María Alcalde la catapultó a la posición número dos en el Gobierno de la República al sustituir a Adán Augusto López en la secretaría de gobernación cuando este se retiró para buscar la candidatura a la presidencia de la República por su partido Morena.
De suyo parte la nueva generación de morenistas impulsados por el ex presidente, poco antes que concluyera el sexenio, Luisa María Alcalde estuvo en las sobresalientes, tanto así, que hoy día es la dirigente nacional del partido fundado por López Obrador y del cual, aun en el alejamiento de la vida política, el tabasqueño sigue siendo el líder moral.
Pero la bonanza política de las Alcalde nada más no terminaba por también cubrir la vida pública de Bertha. El cargo de mayor rango que había tenido fue el de directora general en el IMSS. De ahí no pasaba. Le daban jefaturas de oficina, asesorías, una comisión en la Cofepris, y así… nada relevante en la primera línea de la función pública.
En el 2023 su persistencia por ocupar una posición de mayor rango, visibilidad e importancia, la llevó a inscribirse en la convocatoria para la elección de titulares a las consejerías del Instituto Nacional Electoral donde su nombre apareció en la quinteta para seleccionar a quien presidiría el Consejo ante la inminente salida de Lorenzo Córdova. Pero la fortuna no estuvo de su lado por entonces, y Bertha Alcalde no quedó en las posiciones para la tarea enorme de la organización electoral.
Por lo menos sirvió su paso por la convocatoria y el proceso elector del INE para ser considerada, ahora sí por el entonces presidente, e incluirla en una terna unos meses más tarde. Y no fue cualquier terna, sino la que envió el ex mandatario nacional al Poder Judicial para elegir Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la consideración más alta que le tuvo a la hermana de Luisa María, Andrés López Obrador, aunque no lo suficiente, pues cuando desde el Poder Legislativo no le fueron aprobadas las ternas y el ex ocupante de Palacio Nacional debió designar de manera directa a una ministra, no eligió a Alcalde, sino a Lenia Batres (otra miembro de familia en abundancia política morenista).
Pero la tercera sería la vencida para Bertha Alcalde, y ya con López Obrador fuera de la jugada política (al menos no presente en el escenario público), ahora sí lo logró. De haber pasado por áreas de salud y supervisión como el IMSS o la Cofepris, jefaturas en oficinas, litigios, haber aspirado a organizar elecciones, y posteriormente a una carrera judicial, la evidentemente todóloga Bertha Alcalde Lujan fue designada por una arroyadora mayoría morenista en la Ciudad de México, Fiscal General de esa entidad federativa.
Así, después de esforzarce durante siete años por aparecer, por ser considerada, por ser tomada en cuenta para posiciones de alto calibre político-gubernamental, y haber fracaso en el intento, por alguna u otra razón, en “el tiempo de las mujres”, con Clara Brugada al frente del gobierno de la Ciudad de México, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo en la presidencia de la República, y López Obrador fuera del escenario político, la casta de las Alcalde se consolida con el nombramiento de Bertha como fiscal general de la Ciudad de México. La tercera, fue la vencida.
Lo que también se consolida en la etapa de gobiernos morenistas en el País, es la integración de la nueva “monarquía política”, como alguna vez calificó el fundador de Morena a las familias, que, particularmente en el PRI, se sirvieron de los cargos y del presupuesto por tener en esos momentos la filiación política correcta y compartir con familiares nombramientos, allende si tenían o no las calificaciones, la experiencia o la preparación correcta para el cargo. Qué bonitas familias, las de antes y las de ahora, que se aprovechan del poder por vil nepotismo.
Ahora sí que el poder en México no se transforma, se mantiene con los mismos vicios que actualmente tanto critican.
LEER
VER MENOS
24-12-2024 - 12:04 am
"El nuevo gobierno encabezado por una científica ha decidido cerrar la página de uno de los más bochornosos episodios en la historia de la ciencia en México".
Una de las características más significativas de los populismos del siglo XXI ha sido su carácter anticientífico. Esta actitud ante la ciencia fue muy bien exhibida en la película Don't Look Up, donde una catástrofe apocalíptica prevenible no puede ser detenida debido a la incapacidad de los gobiernos y los medios para distinguir entre la verdad y la mentira.
Tras las elecciones federales del 2018, el ex-presidente López Obrador nombró como Directora General del CONACYT a María Elena Álvarez-Buylla.
Educada, en parte, en la Universidad de California en San Diego, la bióloga parecía ser respetada por la comunidad científica. Su nombramiento auguraba un impulso significativo para la ciencia en México.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que Álvarez-Buylla comenzará a mostrar sus verdaderos colores.
Su gestión estuvo determinada por ataques contra instituciones insignes como el CIDE, la falta de defensa de los fideicomisos científicos y tecnológicos, el vituperio contra la comunidad científica e incluso un intento por encarcelar a científicos prominentes.
Pero quizás la bandera que más defendió la ex-directora del CONACYT haya sido su cruzada contra el maíz genéticamente modificado.
De una manera singular para una científica, su ofensiva rondaba la irracionalidad al no fundarse necesariamente en las investigaciones científicas más relevantes.
Así siguiendo su consejo, López Obrador publicó un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 13 de febrero de 2023, prohibiendo el maíz genéticamente modificado.
Pues bien, recientemente un panel en el seno del T-MEC concluyó que ese decreto violaba sus términos. En efecto, el panel avaló las siete reclamaciones de la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos y recientemente informó de su resolución a la Secretaría de Economía del gobierno mexicano.
Ahora el gobierno mexicano tiene 45 días para cumplir con las conclusiones del panel. Afortunadamente, la Secretaría de Economía ha aceptado, aunque a regañadientes, la decisión del panel y anunció que acatará sus resoluciones.
Estas son buenas noticias y podría significar que el nuevo gobierno encabezado por una científica ha decidido cerrar la página de uno de los más bochornosos episodios en la historia de la ciencia en México.
Ya veremos cómo se realiza la gestión del la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), encabezada por Rosaura Ruiz Gutiérrez. Esperemos que ella siga una directriz muy diferente a la de su antecesora.
Esto será importante para que el futuro de México sea uno donde la verdad y la ciencia sean la base de la prosperidad de nuestro país. Es hora de que así sea.
LEER
VER MENOS
24-12-2024 - 12:03 am
"El cambio en la percepción ciudadana es un indicador fundamental de los resultados positivos, aunque se puede hacer más".
Tres datos para documentar las expectativas en seguridad en la Ciudad de México: 1) por seis años consecutivos los delitos de alto impacto mantienen una tendencia a la baja, 2) hay una disminución de 61.3 por ciento entre 2018 y 2024, y 3) este año hubo 37 mil 973 víctimas menos de la delincuencia.
Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública correspondientes a los periodos enero-noviembre fortalecen la certidumbre hacia un entorno más seguro en el cierre del año y revelan resultados difíciles de alcanzar en cualquier otra ciudad.
Santa Claus parece que se adelantó y trajo buenas noticias para fundamentar el objetivo de la Jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, de profundizar esa reducción en 5 por ciento más durante este diciembre.
Entre las claves, además de la relevancia de las políticas sociales enfocadas a las causas del delito —estrategia central iniciada en la capital nacional por la ahora Presidenta Claudia Sheinbaum— están el fortalecimiento de tecnologías como la videovigilancia en puntos estratégicos, y el reforzamiento de la presencia policial.
Tanto el operativo policial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a cargo de Pablo Vázquez, como las cerca de 84 mil cámaras de videovigilancia del C5 contribuyen a la disuasión y persecución de la actividad delictiva para ofrecer tranquilidad a Santa Claus y a quienes realizan compras.
El cambio en la percepción ciudadana es un indicador fundamental de los resultados positivos, aunque se puede hacer más. En ese sentido, la prevención contribuye a la estrategia integral de seguridad.
En esta temporada es recomendable planear la actividad comercial, evitar las grandes cantidades de dinero en efectivo y priorizar el uso de tarjetas bancarias.
Al realizar las compras es mejor tener un bajo perfil: no exhibir innecesariamente objetos de valor —joyas, relojes o dispositivos electrónicos—, guardar el celular y la cartera en bolsillos de difícil acceso, emplear mochilas o bolsas cerradas sin perderlas de vista, así como mantenerse alerta del entorno.
Frente a situaciones sospechosas o ante la comisión de un delito, sufrido en carne propia o atestiguado, en el número de emergencias 911 o los botones de auxilio ubicados en postes de videovigilancia, desde el C5 ofrecemos atención 24/7 y, de ser necesario, coordinamos seguimiento en el lugar de los hechos a través de unidades policiales.
La seguridad es tanto un derecho como una responsabilidad compartida. En estas fiestas, Santa Claus puede repartir regalos en una Ciudad más segura.
LEER
VER MENOS
23-12-2024 - 12:08 am
¿Es tan importante mantener sano el movimiento como lidiar con Trump? Por supuesto que sí. No tengo dudas de que el Presidente electo de Estados Unidos hizo buenas migas con López Obrador porque lo consideró un hombre honesto, mientras que maltrató a Peña y maltrata a Trudeau porque los considera o consideró deshonestos. El bono democrático es todo frente a las amenazas externas.
Como Claudia Sheinbaum no resultó un títere que Andrés Manuel López Obrador mueve desde la oscuridad (o desde la selva), hay un pequeño (y todavía más ridículo) ajuste en el discurso de sus opositores. Ahora dicen que ella “está haciendo todo” para distanciarse de él.
–Ella tiene ganas de diferenciarse –dijo Roy Campos a El País. Campos dirige Mitofsky, una encuestadora que sirvió al PRI y luego al PAN para los fraudes electorales. Ahora simula imparcialidad después de décadas de prestarse para golpear a la izquierda desde el poder mediático.
No es sólo él. Una parte de la oposición en México pasa sin rubor de los argumentos más insensatos (el de “la dictadura”, por ejemplo) a las groserías más grotescas. El monero de El Financiero Antonio Garci Nieto es un ejemplo de ello. Lleva años vomitando ofensas y contenido mentiroso, como José Antonio Crespo, Roger Bartra, Mario Di Constanzo o Beatriz Pagés. Agregaría a esta lista a reconocidos calderonistas pero, parece, varios de ellos han modificado su actitud y coquetean con la 4T, y habrá quién los acoja (como sucedió en el episodio Layda Sansores-Jorge Lavalle) o no sé y en todo caso, cada quién.
La oposición ensaya y se equivoca, ensaya y se equivoca. Sigue buscando desesperadamente un discurso que permita separar a la Presidenta de López Obrador. Algunos líderes opositores acusaron que AMLO la manipulaba para que ella se distanciara de él; ahora dicen que las diferencias marcadas por ella son justo en los aspectos rudimentarios y ofensivos de López Obrador. Es decir: a él lo señalan de perverso, machista, xenófobo, altanero, polarizador y dan por hecho los calificativos contra el más importante dirigente social de México desde Cárdenas, y con esos calificativos la miden a ella. Intentan minarlo a él y “rescatar” a Claudia. Lo que desean es que los niveles de aceptación de AMLO no la beneficien a ella. Que el lópezobradorismo la haga a un lado, pues.
Quieren aislar a la Presidenta como las hienas aíslan a una víctima y ya no importa si ellas o el león dan el zarpazo: hasta con carroña sobreviven. Quieren una 4T 2.0 dividida entre dos líderes: uno ausente y la otra presente. Para fortuna de Claudia, eso no pasó. Dice la última encuesta de Enkoll que de hecho ella ha sumado a otros que hace seis años eran reticentes a apoyar a López Obrador.
Para una 4T 2.0; es decir, para un siguiente periodo exitoso de la izquierda en el poder, se requerirá seguir lidiando con esa oposición tramposa, incapaz de armar un proyecto de Nación, pero siempre puesta a inventar las teorías más inverosímiles. Sin embargo, la oposición no es el único reto que la Presidenta tiene que enfrentar. He hecho algunos apuntes sobre otros retos para ella que son, al final, retos para el movimiento en el poder.
1. Trump
Asume el 20 de enero y es, sin duda, el primer gran reto para la Presidenta. Escucho en algunos la confianza de que ella podría lidiar con el odiador convertido en Presidente de Estados Unidos. Creo que tienen razón. Sobre todo porque Claudia se ha hecho rodear de gente que ya lidió con él. Creo que para administrar a Trump se requerirá algo de sicología y algo de estrategia empresarial. Al tipo le gustan los pleitos uno a uno. Justin Trudeau es un ejemplo de ello, como lo era Enrique Peña Nieto. No soportaba a Peña como no soporta a Trudeau. Es un deseo muy personal ponerlos en aprietos aunque dañe al país que representan. Ese es, pues, un primer reto. La Presidenta de México tendrá que ser muy astuta y prudente; las dos características las tiene.
2. La economía
Con y sin Trump, las proyecciones indican que vienen crecimientos rabones para la economía mexicana. Obvio con aranceles del 25 por ciento se trastoca todo, pero aún sin ellos se prevén años de PIB cortito. La lección de López Obrador a los economistas es que el nuevo modelo de desarrollo mexicano enfatiza en el reparto de los beneficios (bienestar) por encima del crecimiento a rajatabla. Pero el crecimiento es importante. Más riqueza generada, más riqueza que se reparte; así de simple. Creo que la Presidenta necesitará impulsar proyectos grandes con la iniciativa privada a la vez que desarrolla los propios, los estratégicos. Será importante estar cazando oportunidades. Ejemplo: Trump está presionando a Panamá por las tarifas y no ve bien que administre el Canal. Piensa que China se querrá meter (y quizás tenga razón). Una buena idea es ofrecerle a Washington, en las mesas de trabajo, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Dentro de esa ensalada de egos, fobias, manotazos y sentido común que es Trump, se pueden encontrar oportunidades. Hay que aprovecharlas. El tema es sacar a México del 1.5-2.5 de crecimiento y generar más riqueza, mucha más riqueza.
3. El movimiento
Recuperar la ética del movimiento, zangoloteada o puesta en pausa durante gran parte de 2024 para alcanzar objetivos electorales o para las reformas, es un reto tan grande como los dos anteriores. Así lo creo. Escribí antes: nadie culpará a Claudia si se pierde una gubernatura o se pierden cinco, si fue en el proceso de limpiar la política. La limpieza, y no los colaterales, será recordada por muchos años, para bien. Pero si el movimiento se pudre desde adentro se culpará a Claudia y se recordará, para mal, por muchos años.
Yo se que no pasará, pero imagínense a Morena tomando distancia de varias gubernaturas por razones éticas y, al mismo tiempo, presionando a varios/varias gobernadores/gobernadoras para que se asuman en los hechos como de izquierda. No pasará, como digo, porque en los hechos es soltar áreas de influencia deliberadamente, y eso le da más pavor a la dirigencia de un partido que corromperse. Pero imagínense qué actos más poderosos serían exigirle a Ricardo Gallardo o a Layda Sansores corregir o tomar distancia de Morena. Uno es del Partido Verde y la otra es de Morena, pero como si fueran del PRIAN. Imagínense el poder que da exigirles rendir cuentas y el poder (la fuerza moral es siempre fuerza institucional) que le daría al movimiento expulsar a uno o a dos.
Cuando se incorpora a un corrupto a las filas de la izquierda se pudren muchas cosas pero, sobre todo, se pudre el bono democrático. Y perder bono democrático es tomar distancia con la gente. Eso debe quedarle bien claro a los dirigentes del movimiento.
Concluyo: son tres retos los que veo de corto y mediano plazos, y a los tres los veo igualmente importantes. ¿Es tan importante mantener sano el movimiento como lidiar con Trump? Por supuesto que sí. No tengo dudas de que el Presidente electo de Estados Unidos hizo buenas migas con López Obrador porque lo consideró un hombre honesto, mientras que maltrató a Peña y maltrata a Trudeau porque los considera o consideró deshonestos. El bono democrático es todo frente a las amenazas externas. Perderlo sería una tontería del tamaño de una montaña.
Me despido por ahora de todos ustedes con un ruego: que el Creador de todas las cosas acompañe nuestro camino y que nunca separe su mano de este país y de su gente. Que haga un hueco entre los dedos y que allí nos tenga siempre. Felices fiestas.
LEER
VER MENOS
Opinión en video
Opinión en video