The Conversation
Que la enfermedad COVID-19 trata diferencialmente a hombres y a mujeres está claro. Lo primero que salió a la luz es que morían menos mujeres por COVID-19 que hombres. Ahora se está viendo que más mujeres que hombres sufren de “COVID persistente”.
Pues bien, la exposición a pacientes en situación de trauma, sufrimiento y malestar emocional que demandan ayuda puede representar una fractura emocional difícil de gestionar por parte del personal sanitario. Estamos hablando de la fatiga por compasión, también denominada desgaste por empatía.
Pese a que estas iniciativas se han extendido y consolidado –tras más de tres lustros–, el diagnostico de su eficacia sigue siendo fuente de polémica.
Muchas de las medidas contra para evitar la propagación de la COVID-19 están enfocadas en la interacción de personas jóvenes –cierre de escuelas y bares–.
Un recuerdo no es una fotografía exacta de la experiencia vivida. Nuestros recuerdos son un borrador que se escribe y se sobrescribe cada vez que usamos esa información. De esta forma, el sistema cognitivo tiene que estabilizarlo y reconfigurarlo constantemente.
Una gran pregunta entre padres y maestros a medida que vuelven a abrir más escuelas es cuándo sus hijos serán vacunados contra la COVID-19. Algunos se han preguntado si la vacuna es incluso necesaria para los niños.
Las vacunas COVID-19 ofrecen una inmunidad más segura y confiable que la infección natural y no todas las personas desarrollan anticuerpos después de una infección por SARS-CoV-2.
Parece que, durante años, hemos estado mirando al lugar equivocado.
En resumen, aunque cada vacuna por sus ensayos clínicos iniciales pueda destinarse a uno u otro grupo poblacional, estas características pueden ir variando conforme se van adquiriendo nuevos datos.
Para aprovechar los beneficios sin obtener riesgos, la mayoría de guías y recomendaciones de consenso establecen que dosis bajas y moderadas de cafeína pueden ayudarnos a mejorar los niveles de activación, tanto cognitiva como física, sin consecuencias negativas.
Todavía no existe una cura rápida, pero gracias a un esfuerzo de investigación global sin precedentes, varios tratamientos están ayudando a los pacientes a sobrevivir a la COVID-19 y permanecer fuera del hospital por completo.
El concepto de eficacia no queda siempre claro y puede generar mucha confusión. De hecho, es uno de los conceptos más malinterpretados en lo que llevamos de pandemia.
La vacuna de Oxford/AstraZeneca requiere dos dosis, separadas varias semanas. Los ensayos clínicos se publicaron a principios de diciembre . Se ensayó en cerca de 24 mil voluntarios de Reino Unido, Brasil y Sudáfrica.
Si los ensayos de las vacunas en la población pediátrica mostraran una inmunidad de larga duración, se conseguiría estabilizar una población resistente a la infección latente y frenaría notablemente nuevos brotes.
Cuando hizo acto de aparición la vacuna contra el virus SARS-CoV-2, no dejaron de pronunciarse argumentos que advertían las posibles consecuencias negativas sobre su impacto social. Muchos de ellos correspondían a la clasificación de pendiente resbaladiza, pues renunciando a la lógica formal, prevenían de un posible desastre. Uno de los principales problemas que se planteó era si la vacunación debía ser obligatoria. O si debía serlo al menos para algunos colectivos.
Es necesario tener a mano un listado de cosas que uno tiene que saber. De esta forma los vacunados tendrán claro qué tienen qué hacer (o qué no deben hacer) tanto para asegurar su propia seguridad como para garantizar la de los demás.