Sin Fronteras
Actualmente, las mujeres migrantes representan más de la mitad de la población en movilidad, sin embargo, permanece vigente la brecha que dificulta su inserción en la sociedad mexicana.
Para nosotros es reconfortante escuchar a las personas decir: “Voy a salir adelante”, “quiero tener mi propio espacio”, “quiero ayudar a otras personas”, “quiero ser independiente
Desde Sin Fronteras I.A.P., el modelo de atención multidisciplinario se centra en intervenir con un enfoque de derechos humanos.
Para esta edición del Premio Sentencias 2020, 14 organizaciones son las convocantes de esta iniciativa.
Adicionalmente, las personas con necesidad de protección internacional han visto obstaculizados sus derechos al asilo y a la no devolución ante el cierre de múltiples fronteras.
Muchos de los casos que se acompañan a través de la organización, ha tenido complicaciones grandes para sus procesos de integración pues se suman a las dificultades que se presentan en el viaje.
Por Ana Lorena Delgadillo, Gretchen Kuhner, Alejandra Macías y Ana Saiz Las y los mexicanos somos herederos de una larga tradición de brindar protección a quienes se ven forzados a salir de sus países, huyendo de la guerra, el hambre, las dictaduras y la violencia. Hemos demostrado nuestra generosidad con el mundo al abrir nuestras […]
Durante este periodo de contingencia, esta posibilidad de canalización de personas migrantes a estas opciones de empleo se encuentra retenidas, lo que crea una mayor dependencia de la asistencia humanitaria que generalmente es gestionada por albergues y organizaciones de la sociedad civil, acciones que sin duda no pueden responder a una alta demanda por periodos largos.
Pablo Andujo @Sinfronteras_1 La situación de emergencia en la que nos encontramos a nivel mundial, obliga que los gobiernos deben emplear estrategias y mecanismos para evitar la transmisión y propagación del virus COVID-19 y así, evitar pérdidas humanas y el colapso los sistemas de salud. Es importante que los Estados generen políticas públicas para los […]
Se considera violencia familiar los actos o conductas de dominio, control o agresión física, psicológica, patrimonial o económica, a alguna persona con la que se encuentre o haya estado unida por vínculo matrimonial, de parentesco por consanguinidad, afinidad o civil, concubinato, o una relación de pareja dentro o fuera del domicilio familiar.[2]
Desde Sin Fronteras hemos logrado representar por lo menos una docena de casos representativos con registro de alertas migratorias, situación a partir de la cual, haciendo eco de la situación que enfrentan muchas de las personas que atendemos diariamente, demandamos una mayor atención y compromiso de los legisladores en las Cámara de Diputados y Senadores para realizar los ajustes necesarios en la legislación para salvaguardar los derechos humanos de las personas extranjeras en México, e igualmente, instamos al poder judicial para comprometerse a resolver los asuntos presentados para su estudio y resolución con criterios que prioricen el respeto máximo al marco de derechos humanos reconocidos en nuestro orden jurídico, por encima de cualquier interés de seguridad o control de las fronteras.
Aunque las restricciones a la libertad de tránsito responden a una facultad soberana del Estado y se contienen en la legislación migratoria, la política migratoria se ha concentrado en diversificar los actores que pueden restringir la libertad de tránsito y a través de diferentes medidas, constitucionales, pero no aplicadas bajo estándares de derechos humanos.
Más del 80 por ciento de las víctimas de violaciones a derechos humanos y de delitos corresponden al ámbito local.
“La práctica del Estado Mexicano en la aplicación de las cláusulas de exclusión a personas centroamericanas ha resultado excesiva”.
Como una abogada que atiende a población migrante y que intenta llevar a instancias judiciales y de derechos humanos muchas de las situaciones graves en que estas personas son víctimas de delitos y violaciones a sus derechos, me es preocupante el número de casos que logran acceder a una justicia pronta, completa e imparcial, ello sea por el nulo acceso a información, una defensa adecuada, el retraso -en muchas ocasiones injustificado- en los procedimientos jurisdiccionales y la poca sensibilidad con que se abordan muchos de los casos que involucran a población migrante y con necesidades de protección internacional.
Por estas razones, hablar de salud resulta un concepto muy amplio y que debe ser integral, pues comprende todas las esferas de las personas a quienes atendemos en la organización y de esta manera podemos identificar necesidades reales para que sean personas con una salud optima, pensando que se vería reflejado a través del desarrollo de sus capacidades reales, en donde no tengan limitaciones físicas, mentales y sociales que les permitan realizar las actividades y planes que se establezcan, no sólo personalmente sino también sustentado como un derecho.