Rubén Martín
Los pasajeros del barco que partió de Libia hacia Italia y que se hundió frente a las costas de Grecia cuatro días antes de la travesía del Titán, no buscaban “salir de la vida cotidiana y descubrir algo verdaderamente extraordinario", buscaban sencillamente encontrar una mejor vida para ellos y sus familias.
A pesar de la defensa gubernamental de la participación militar en tareas de seguridad pública, cada vez hay más evidencia de las arbitrariedades, ilegalidades y ejecuciones extrajudiciales que cometen las fuerzas armadas en el país bajo el amparo de actuar en el marco de la guerra contra el crimen organizado.
Todo indica que el aumento continuo y significativo del número de desaparecidos comenzó a verse como un problema político para distintos gobiernos estatales, en lugar de reconocerlo como una crisis humanitaria.
Para nadie es desconocido que el Gobernador Alfaro pretende ser candidato presidencial de su partido y eventualmente en alianza con otros partidos. Al ser la crisis por desapariciones uno o el principal problema social y humanitario que atraviesa Jalisco, el Gobierno ha tratado de minimizar, ocultar y administrar esta crisis.
Si bien este gasto de la vida diaria en el transporte público no es nuevo, viene aumentando en los últimos años, y eso se refleja en una mala calidad de vida de quienes padecen estos sistema de servicios públicos.
Pero más allá de las repercusiones en materia de transparencia y ambientales, sin duda preocupantes, el decreto presidencial abre la puerta para que los megaproyectos del actual Gobierno se impongan ante los pueblos y comunidades del sureste que se han pronunciando en contra de estas obras.
Por eso es tan importante visibilizar y enunciar estas resistencias porque está en juego la vida de 20 millones de personas de estos siete estados del sureste con proyectos que prometen llevarles desarrollo y progreso diseñados desde los escritorios y no consultados con las comunidades.
La lección más importante de toda la pandemia es que seguimos atrapados en el mismo sistema capitalista de producción y consumo que propicia que se generen este tipo de enfermedades.
Quizá la búsqueda de soluciones locales y comunitarias sea una mejor salida que esperar la promesa de contar con un sistema de salud estilo Dinamarca.
"(…) el Gobierno de la Cuarta Transformación prefirió rendirse ante los reclamos e intereses de la industria minera que ante las exigencias y demandas históricas de las comunidades, pueblos y organizaciones que durante décadas han demandado el fin del extractivismo minero (…)".
Hay que recordar que uno de los objetivos de la Reforma Energética del Presidente era que la CFE tuviera mayoría en la generación de energía eléctrica, de alrededor de 54 por ciento.
Desde pequeños actos, como instalar un antimonumento o renombrar una glorieta, se lucha y se combate el discurso y la narrativa estatal y hegemónica y con ello, se resiste contra las violencias estales y se impulsa el cambio del orden dominante.
A 20 años de la invasión, el mundo no es más seguro, ni hay menos amenazas terroristas, pero los efectos de la guerra la siguen padeciendo la población iraquí que cambió un régimen dictatorial por un oligopolio de partidos, y una clase política corrupta y criminal.
Es tiempo ya que lo hagan y que sustituyan la actual ley de carácter privatizador y que considera al agua como una mercancía antes que como un bien y un derecho público.
A escala nacional, la dura represión contra estudiantes y jóvenes motivo a miles de ellos a considerar que la opciones de cambio de la sociedad a través del sistema político estaban cerradas, por lo que decidieron crear organizaciones políticas antisistémicas que lucharan contra el Estado, incluso con las armas.
Las denuncias que se presentaron desde hace años en contra del personaje que ahora permanece preso en una prisión de Estados Unidos es un fiel retrato de la impunidad que asola a México.