Ricardo Ravelo
"Ovidio Guzmán está en los dos filos de la navaja: hundirse en la prisión o traicionar a sus hermanos".
Apoyados por una amplia red de operadores, los cárteles mexicanos se afianzan en toda América Latina: han tomado los controles del trasiego y el transporte de drogas que, vía las rutas mexicanas, arriban a Estados Unidos, el voraz mercado de consumo.
"Los datos oficiales no mienten: El año pasado, por ejemplo, cerró con 2 mil 185 ejecuciones y por ello Tijuana se convirtió en una de las ciudades más violenta del país".
"Al cumplirse el quinto año de la administración de Andrés Manuel López Obrador el crimen organizado sigue sin ser abatido".
Las drogas sintéticas cobran mayor auge en el mercado de consumo, pues se producen fácilmente, son más baratas y, además, resultan ser más adictivas.
La caída de Joaquín “El Chapo” Guzmán y la reciente captura de su hijo, Ovidio Guzmán, “El Ratón”, no mermó al grupo criminal que tiene presencia en cien países.
"Los cárteles operan abiertamente, pues ninguna autoridad los persigue; se dan tiempo para establecer alianzas, operan a lo largo y ancho del país, siembran amplios territorios con droga –mariguana y amapola –trafican con cocaína, heroína y drogas sintéticas como si sus actividades fueran legales".
La guerra entre cuatro grupos criminales –Sinaloa, Cártel de Jalisco, Guerreros Unidos y Los Rojos –mantienen al estado de Morelos sumido en una crisis de seguridad sin precedentes.
Con el triunfo de Morena en Tamaulipas y de su candidato Américo Villarreal, el Cártel del Noreste reforzó su poderío. Al actual mandatario se le vinculó con este grupo, aunque él mismo luego lo negó; durante su campaña política se dijo que los miembros del Cártel del Noreste le financiaron su campaña a cambio de impunidad.
Pero antes de que otros aspirantes empiecen a dar pasos hacia la gubernatura, todo indica que el principal enemigo a vencer en Veracruz es Érick Cisneros Burgos, poderoso y desafiante, quien tiene una red de aliados por todas partes. Primero deben doblar al truculento funcionario y al aliado principal que lo acompaña, presuntamente: el crimen organizado.
"Ahora el cártel de Sinaloa se apresta a controlar esa entidad que, durante la etapa priista, estuvo dominada por el cártel de Jalisco Nueva Generación, Los Viagras y La Familia Michoacana".
Algunas horas después de que López Obrador celebró en el Zócalo capitalino el quinto año de su triunfo electoral, la violencia estalló de nuevo en Michoacán –tierra de nadie– con el asesinato de Hipólito Mora, líder de las autodefensas, presuntamente a manos del cártel de Los Viagras, el grupo criminal con el que, según las denuncias, está vinculado Ramírez Bedolla y otros altos funcionarios del Gobierno michoacano.
La disputa por Guerrero se agudizó tras el arribo al poder de la Gobernadora Claudia Evelin Salgado –hija de José Félix Salgado Macedonio --, hace poco más de un año; fue entonces cuando la guerra entre los grupos criminales –seis en total –escaló fuerte en todo el estado y continúa sin que ninguna autoridad ponga orden en ese codiciado territorio del Pacífico mexicano.
La falta de resultados en materia de seguridad ya encendió los focos rojos en Washington debido a la violencia y al imparable tráfico de fentanilo, la droga sintética de moda, la cual quitó la vida a más de cien mil estadunidense en el año 2022.
El tono de la violencia criminal no es menor en Baja California, y particularmente en la ciudad fronteriza de Tijuana: la Alcaldesa de esa demarcación –Monserrat Caballero –decidió irse a vivir a un cuartel militar del 18 batallón de infantería por temor a ser asesinada.
"El pronóstico desde Estados Unidos respecto a la violencia en México, cuando falta un año de gobierno, es que López Obrador heredará un país plagado de crimen y violencia sin freno".