Ricardo Ravelo
«En muchos municipios de Veracruz –como en casi todo el país –el crimen organizado ya es gobierno y, desde las más altas esferas del poder, tiene aliados y redes que les brindan protección».
«Tras la captura de Ovidio Guzmán, el cártel de Sinaloa no sufrió ninguna merma, pues mantiene un férreo control en veinticinco estados».
«Actualmente el estado se desangra todos los días y la sociedad no termina de recuperarse por los daños causados por Otis».
«En Chiapas operan decenas de grupos subversivos relacionados con el trasiego de drogas».
El CJNG tiene su feudo en Jalisco, la entidad que gobierna Enrique Alfaro Ramírez; durante los años que lleva en el poder, ese grupo criminal ha gozado de impunidad, pese a que Alfaro se comprometió a combatir al crimen organizado.
«Durante el periodo en que fue director de la empresa el robo de combustibles se convirtió en el más jugoso negocio del régimen priista. Y lo sigue siendo».
La mañana del miércoles 7, cuando se dirigía a una zona del municipio de Fresnillo –uno de los más violentos de esa entidad– fue asesinado Juan Pérez Guardado, director de Desarrollo Social de esa demarcación. La víctima era cuñado de Ricardo Monreal, actual Senador de la República. Pero unos días después el crimen volvió a usar sus armas, ésta vez para asesinar Jorge Antonio Monreal Martínez, familiar del exgobernador zacatecano.
«En todos los territorios donde se enfrentaban dejaban cuerpos decapitados o desmembrados».
«Aunque en México operan dieciséis cárteles –con todas sus ramificaciones –sólo dos grupos se disputan el territorio nacional: Sinaloa y CNJG».
«El voluminoso expediente que integró la PGR da cuenta de las maniobras criminales del exmandatario tamaulipeco».
Actualmente la guerra en Manzanillo continúa entre la Alcaldesa Griselda Martínez y la mandataria. Todo el encono es porque la Gobernadora quiere frenar la candidatura de Martha Zepeda del Toro, exsecretaria del Ayuntamiento de Manzanillo, pues busca imponer a su aliada Rosy Bayardo.
El 23 de marzo próximo se cumplen 30 años del asesinato de Colosio. Después de un amplio desfile de fiscales impuestos por los presidentes en turno, la verdad sobre este caso sigue extraviada.
«La nueva política ha llevado a los investigadores de ambos lados de la frontera a poner en pausa su cooperación, temerosos de que las nuevas reglas puedan comprometer los casos o la posibilidad de contactar informantes».
Ahora este ejército de la muerte pertenece al temible Cártel del Noreste, quizá la organización criminal más beligerante después del Cártel de Jalisco. Con amplia impunidad siembra terror y ninguna autoridad ha podido –o no ha querido –enfrentarlos.
«En Guanajuato, donde la vida no vale nada, como dice la canción del charro José Alfredo Jiménez, operan cuatro grupos criminales».
La masacre ocurrió porque los sicarios exigían un pago de diez mil pesos por hectárea a cada productor. Ante la indiferencia oficial, los pobladores decidieron hacer justicia por su propia mano. Este hecho es un ejemplo que puede repetirse en todo el país como alternativa frente a la ineficacia del Gobierno de la Cuarta Transformación ante el crimen organizado.