Darío Ramírez
Uno de los puntos más grave es que al parecer la violencia no tiene tregua en ningún ámbito. En todos lados las mujeres sufren algún tipo de violencia.
Proteger a Lozoya es una mala idea. Pero la práctica a la que nos ha acostumbrado esta administración es al compadrazgo por encima de la justicia.
El peligro lo estamos viviendo día con día. ¿Si es mayor con AMLO? Eso no lo sé. Pero hoy las instituciones están incendiadas.
¿Entonces México no podría hablar sobre Venezuela? Sí, está dentro de sus principios de política exterior. Sin embargo, la coherencia se rompe si “la casa está patas para arriba”.
Algunos dirían que no está en todo el sistema la enfermedad, pero basta ver un día de estampas de nuestra realidad:
El pedir una investigación internacional no soluciona el tema de fondo. Primero, sabemos que el mandato –como en Ayotzinapa- será muy deficiente porque el gobierno y sus argumentos legaloides impedirían que fuera de otra manera
Los corruptos buscan debilitar aun más el sistema antiocorrupción.
El espionaje revelado por el NYT confirmó que el sistema institucional de contrapesos y vigilancia en México está roto.
El espionaje de Estado no es nuevo. Casi todos lo intuíamos, pero jamás se había podido documentar como lo hicieron en el informe “Gobierno Espía”.
A un mes del homicidio de uno de los periodistas más premiado, afamado, reconocido y escuchado no tenemos más que dudas y un caso que se perfila a la impunidad.
La necesidad de revisar y volver a pensar nuestra realidad democrática resulta una necesidad de primer orden. De lo contrario, las próximas elecciones presidenciales en el 2018 acercarán al país a un paso más de la ingobernabilidad.
El SNA ya corre el peligro de nacer muerto o mal herido.
La desaparición es un delito continuado, es decir, hasta que se encuentre el cuerpo de Adame la presión debería de seguir. Pero no, Adame no tenía la fama de Valdez (y no es responsabilidad de Valdez) ni los premios. Simplemente desde hace mucho hay un desdén por parte de los grandes medios a la violencia que viven periodistas que trabajan en lo local. Parecería que hay un acto clasista y discriminatorio al darle más peso a una desaparición (que no sabemos si es forzada) de un periodista o a un homicidio de otro periodista afamado.
Hoy fue Javier. Ayer Miroslava. Y así… Ya basta de tanto miedo. Ya basta de vivir en una era de miedo.
Se desconoce cuánto tiempo operó así Mauricio Sánchez Woodworth y cuánto dinero ilegal adquirió para él y sus socios, dentro y fuera de CAPUFE. Sin embargo, la red de corrupción de CAPUFE está demasiado cercana a la confianza de Los Pinos.
Los alegatos de AMLO fueron lamentables y preocupantes al mismo tiempo.