Diego Petersen Farah

"Cinco años después tenemos un presidente políticamente muy fuerte y un gobierno y un Estado más débiles".

"Por el tamaño y la importancia de la Feria quien la presida tendrá ipsofacto un poder enorme".

"El tráfico de influencias sigue siendo la forma de corrupción más cotidiana y arraigada en este país".

La desaparición se ha establecido social y jurídicamente, es un delito continuado, que no termina nunca. Es una tragedia que golpea a las familias y a la sociedad completa.

"El riesgo para la democracia es alto. Discutamos qué Estado queremos".

"Es una derrota para Sheinbaum, sí, sin duda, y es relativamente fácil de procesar".

"Nunca tuvo dinero para hacer una verdadera política pública que permitiera esclarecer las desapariciones (en política amor que no se expresa en el presupuesto no es amor)".

"No es fácil explicar el odio. El odio se cocina a fuego lento".

Solemos decir que la próxima Presidenta tendrá sobre sus hombros una gran carga, aunque no distinta a la que tuvo su antecesor, y el antecesor del antecesor.

"Frente a la lógica de la rentabilidad electoral Morena ha preferido dejar de lado la plataforma ideológica. Nada distinto a otros partidos, dirán los pragmáticos".

La crisis de migración será un tema socialmente más complejo. Estados Unidos no va a aumentar los cupos, por el contrario, tenderá a endurecer el discurso y los hechos en el año electoral.

"Puede parecer banal que el presidente decida no invitar a uno de los poderes a una fiesta cívica. No lo es. Lo que veremos esta noche será un desfile de aliados y el mensaje tanto para los que van como para los que no van es uno: conmigo o contra mí".

Pactar por las buenas el reconocimiento de la encuesta, convertirse en el hombre fuerte de la campaña y del arranque del siguiente Gobierno, poner dos o tres candidatos a las gubernaturas no parece una mala opción comparada con el riesgo y el desgaste que tienen las anteriores. En política no hacer olas también es un valor.

"Gálvez ha sido una muy buena precandidata".

El mensaje de Marcelo tiene un solo destinatario: el Presidente de la República. En el fondo lo que dijo el excanciller fue yo estoy aquí, jugando con las reglas que tú pusiste, pero no se te olvide que me debes una.

La lección es muy sencilla: los cambios en educación son estructurales y transexenales, no se pueden hacer con prisas ni vendettas de uno u otro bando.