Pedro Mellado Rodríguez
La novedad en las próximas elecciones estatales es que a las coaliciones de los partidos nacionales, en algunas entidades se sumaron los partidos estatales.
El fantasma de la nulidad en los comicios federales, para presidente de la República, Senadores o Diputados Federales, es un riesgo que estará latente rumbo a los comicios del domingo 2 de junio del 2024, cuando podrían judicializarse las inconformidades y llegar hasta la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que es la última instancia facultada constitucionalmente para validar y calificar los comicios para elegir al primer mandatario del país. Entre las causales de nulidad está que algún candidato rebase los topes oficiales de gastos de campaña o utilice recursos de procedencia ilícita o recursos públicos para su promoción.
Hay una figura que es muy poco considerada y apreciada durante las elecciones, sin embargo tiene una singular relevancia porque es una de las expresiones más genuinas del interés de los ciudadanos por los comicios: los observadores electorales.
Un análisis detallado, región por región y estado por estado, anticipa que el partido en el Gobierno y sus aliados electorales, PT-PVEM, tienen condiciones muy favorables para ganar, hasta con cierta comodidad, la mayoría de las diputaciones federales en cuatro de las cinco Circunscripciones electorales en las que está dividido el país, en las cuales se compite por 40 curules de Representación Proporcional y, en promedio, en 60 distritos de Mayoría Relativa.
¿Se ha preguntado usted alguna vez cuantos votos vale cada punto porcentual en una contienda presidencial? ¿Cuál es la diferencia que podríamos estimar, entre el porcentaje de respaldo que tienen las principales candidatas presidenciales, Claudia Sheinbaum Pardo, de la coalición Sigamos haciendo Historia, y Xóchitl Gálvez Ruiz, de la alianza Fuerza y Corazón por México?
Fueron finalmente 226 mil 661 ciudadanos mexicanos residentes en el extranjero los que se inscribieron para participar en los comicios del domingo 2 de junio del 2024, cuando votaremos en México por presidente de la República, senadores y diputados federales.
La forma como la coalición Sigamos Haciendo Historia, integrada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, planteó las postulaciones de sus candidatos al Senado de la República podría resultar más exitosa que la de sus opositores Fuerza y Corazón por México, integrada por PAN-PRI-PRD, de tal forma que en los comicios del domingo 2 de junio del 2024 la alianza electoral oficialista podría aspirar a hacer realidad el Plan C del gobierno de la Cuarta Transformación, para ganar la mayoría calificada en la Cámara Alta.
De 33 millones 914 mil votos es el piso mínimo que podría calcularse para la candidata presidencial de Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, tomando como puntos de referencias dos elementos: una votación promedio en los últimos cuatro procesos electorales apenas superior al 62 y los 99 millones de personas que hasta el cierre de febrero estaban inscritos en Lista Nominal de Electores del país. Ese es el punto de partida, al iniciar las campañas presidenciales el primero de marzo del 2024. Aunque, en su mejor registro, Claudia tendría en estos días hasta 38 millones de votos potenciales.
El haber ganado la gubernatura en el Estado de México en los comicios del 2023 puso a Morena y a sus aliados, el Partido Verde Ecologista de México y el Partido del Trabajo, en una muy buena posición para aspirar a obtener hasta 68 diputaciones de las 99 que estarán en juego en la Quinta Circunscripción Electoral del país.
“La candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia avanza con paso firme hacia los comicios del domingo 2 de junio del 2024, que muy probablemente ganará, para profundizar el proyecto que inició López Obrador y que ha definido su rumbo y compromiso en una opción preferencial por los pobres, los vilipendiados, los marginados y los desvalidos”.
Con la ventaja que les representa gobernar las seis entidades que integran la Cuarta Circunscripción Electoral, el partido Morena y sus aliados, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, podrían ganar entre 77 y 80 diputaciones de las 101 que estarán en disputa en esta región que integran Ciudad de México, Guerrero, Morelos, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo.
En la contienda por las 60 diputaciones de Mayoría Relativa que estuvieron en juego en la Tercera Circunscripción, en los comicios del domingo 6 de junio del 2021, Morena y sus aliados lograron 54 victorias para una efectividad del 90 por ciento.
La Segunda Circunscripción Electoral, integrada por siete estados, cuatro de los cuales están en poder de la oposición, será el reducto en el cual PAN y PRI lograrán sus mayores triunfos en los comicios del domingo 2 de junio del 2024, tanto de Mayoría Relativa como de Representación Proporcional, para sumar, coaligados con el PRD, que tendrá sólo una presencia testimonial, por lo menos el 52 por ciento de las 99 curules que estarán en juego en esa región. Además, la coalición opositora podría dar la sorpresa en Zacatecas, estado gobernado por Morena que, abrumado por la inseguridad, podrían estar en riesgo para el partido en el gobierno, los triunfos en los cuatro distritos electorales de Mayoría Relativa.
El fortalecimiento de Morena en la Primera Circunscripción Electoral, que cubre toda la vertiente norte de la costa del Pacífico, y su muy cerrada competencia contra Movimiento Ciudadano en Jalisco, así como un debilitamiento muy evidente del PRI en la región, podrían llevar al partido en el gobierno y a sus aliados, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, a ganar hasta el 64 por ciento de las diputaciones de Mayoría Relativa y de Representación proporcional que se diputarán en ocho estados.
A poco más de 48 horas de que se cierre el plazo para el registro de los mexicanos que tengan interés en votar desde el extranjero, en los comicios del domingo 2 de junio del 2024, el cual se vence el próximo domingo 25 de febrero, ya se rebasó la marca de ciudadanos inscritos que podrían emitir sus sufragios, en cantidad superior a quienes votaron desde el exterior en las elecciones presidenciales de 2006, 2012 y 2018.
La nostalgia debe invadir el corazón de los conservadores que, al volver la mirada al pasado, añoran los tiempos en los que sólo la autollamada gente decente y acaudalada podía participar en los procesos electorales del país.