Óscar de la Borbolla
«El problema más serio no es si la inteligencia artificial es inteligente; el problema serio y hasta trágico es si nosotros lo somos».
No me interesa criticar esta época, ni la que viví en la infancia, sino aprovechar el ejemplo para entender cómo es que somos seres históricos.
«El ambiguo testamento es un libro inclasificable, quiero decir que no es una novela, ni un libro de cuentos, y tampoco un poemario ni una obra de teatro o un ensayo».
«La avalancha de indignidades ha adormecido a la sociedad y solo los afectados experimentan una indignación que, al no encontrar eco en la sociedad, los lleva a extremar sus medios de protesta».
Hoy, en el Himalaya de mi edad, observo el pasado y las derrotas y las victorias se confunden, los amigos y los enemigos se mezclan, y de protagonista paso a ser comparsa, y la izquierda se convierte en derecha en una eterna rueda que no para de girar.
Uno de los rasgos más propios de estos tiempos: la epidemia de notoriedad, explica lo mismo la conducta de los políticos que de los artistas de la farándula, de los quinceañeros y de las quinceañeras.
«Y como se actúa según lo que uno admite como válido, hemos terminado por quedarnos solos, pues por más que salgamos a buscar no encontramos amigos, sino personas interesadas, con las que muy pocas veces podemos contar y que, además, debemos someternos a ellas si queremos conservarlas».
«Las llamadas personas conscientes se experimentan como libres, autónomas, autárquicas, pero sin el fervor con el que se sienten libres los inconscientes, porque si alguien está realmente convencido de que obra por sí mismo y que lo asiste toda la razón es el inconsciente (…)».
«Somos tantos y sin embargo hay tantos que se sienten solos».
«Por ello, la mejor analogía de la vida es el juego, el juego que no pierde su gracia porque este condenado a terminar. El juego no tiene un sentido trascendente, su sentido es muy claro mientras se está jugando».
«Casi me atrevería a decir que quienes no son capaces de leer la circunstancia deberían abstenerse de preguntar: hay preguntas que enfangan, que le quitan al cosmos su grandiosidad, que nos derriban a lo pedestre; preguntas no civilizatorias».
«Quisiera hablar del aire y de su transparencia que es la que nos permite distinguir lo que existe».
«Todo parece tan fácil, pero detrás del saludo más intrascendente, cuando estrechó la mano que me tienden, hay dentro de mí una maquinaria de una complejidad inimaginable».
«Porque más allá de nuestros cinco sentidos, tenemos uno, que me atrevería a llamar nuestro verdadero sentido: el de esa mirada que se levanta del plano horizontal y que nos permite descorrer la opaca cortina de lo cotidiano (…)».
«No es extraño que las personas traten de cambiarse a sí mismas en vez de intentar cambiar las cosas, ni que se difundan comunicados que buscan persuadir en vez de informar».
Al suceder, «por tercera vez» un 19 de septiembre todos quedamos consternados y todos tuvimos el pensamiento de que ya era «demasiada coincidencia».