Linaloe R. Flores
Ni siquiera la Dirección de Recursos Humanos a cargo de Alfonso Brieño Sánchez, quien tiene un sueldo bruto de 171 mil 901 pesos con 35 centavos, cuenta con copia del acta del Primer Mandatario, de acuerdo con la negativa a la solicitud de información marcada con el folio 0210000008214, mediante el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Entre la marcha de rechazo al Presidente Enrique Peña Nieto, protagonizada ayer por miles de ciudadanos en la Ciudad de México, los gobiernos priistas del Estado de México e Hidalgo, comandaron un acarreo con cientos de autobuses que transportaron a miles de niños, ancianos, mujeres y hombres para llenarle el Zócalo al Primer Mandatario con espectadores a modo. «El Grito» de Peña Nieto se convirtió en una «fiesta» privada, cercada por miles de policías, y a la que sólo tuvieron acceso sus cercanos, los priistas y los acarreados.
Una de sus mayores apuestas fue mantener la estabilidad macroeconómica. Pero, en su gestión, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público –una medida de la deuda del país– pasó del 36.4 por ciento al 50.5 del Producto Interno Bruto (PIB). Luis Videgaray Caso se va de la Administración Pública con otro saldo: el nombre en su declaración patrimonial del vendedor de su casa en Malinalco, un detalle que lo envolvió en un escándalo que, según sus propias palabras, redujo su credibilidad.
A partir de ahora está encargado del combate a la pobreza. Pero él mismo, si se le ve en el espejo de su declaración patrimonial –el máximo documento de la Transparencia de los servidores públicos– es un funcionario pobre, a pesar de que en los 45 meses que ocupó la Subsecretaría de Gobierno de la Segob percibió ocho millones 981 mil 616 pesos con 15 centavos. El funcionario no presenta casas, automóviles, ni ahorros en cuentas bancarias. Su declaración se reduce a su currículum escolar y laboral. Aparece en primer término la Licenciatura en Derecho cuya cédula obtuvo en 2011. Tampoco expone, como posible conflicto de interés, que su padre ocupa la Notaría Pública 166 en el Estado de México, la cual fue creada en 2011, el último año del Gobierno de Enrique Peña Nieto en esa entidad.
Ayer, México le dijo adiós a Juan Gabriel, el loco soñador que llegó a ser el más grande cantautor de la última parte del siglo XX y principios del XXI con más de 2 mil canciones. Nacido Alberto Aguilera Valadez, en Parácuaro, Michoacán, hace 66 años, su vida arroja un itinerario de injusticias, desgracias, fracasos que agobia si el luminoso final no fuera conocido. En el Palacio de Bellas Artes, donde hace 26 años se presentó por primera vez en contra de la crítica intelectual, recibió un homenaje de horas que al cierre de la edición no concluía con un desfile de miles de personas, mariachis y cantantes. El remolino -como antes, como siempre- lo envolvió. Todo, desde la Plaza Garibaldi hasta Bellas Artes se volvió Juan Gabriel con «Amor Eterno» o «Te vas, amor, te vas».
En entrevista con este medio digital, Martí Batres Guadarrama, presidente de Morena en la Ciudad de México, dice que sobre el desastre nacional, la tercera es la vencida y sólo en las urnas podrá generarse el cambio anhelado que hoy se reclama a través de las redes sociales o las calles con peticiones como la renuncia del mismo Presidente de la República.
La petición de perdón a los mexicanos después de 18 meses del escándalo “casa blanca”, la ratificación de Alfredo Castillo Cervantes en la Conade, pese a que el funcionario acreditó a su novia en la delegación mexicana en las Olimpiadas de Brasil y se exhibió en franco abrazo con ella; la recepción de Donald Trump en Los Pinos no obstante que el candidato republicano escogió como eje temático de su campaña el vilipendio de los mexicanos … ¿Quién asesora al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto? Los datos oficiales arrojan un nombre: Carlos Pérez Verdía Canales, quien desde mayo de este año ocupa la Coordinación de Asesores del Presidente con un sueldo bruto al mes de 203 mil 487 pesos con 97 centavos. Pese a la crisis de aceptación a su gestión, el Peña Nieto mantuvo acéfala esta coordinación por casi ocho meses. Y cuando el nuevo asesor llegó a Los Pinos suscribió en su declaración patrimonial que no estaba de acuerdo en hacer públicos sus posibles conflictos de interés cuando lo que agobiaba a su Jefe era justo ese concepto.
#DatosCerrados | Tenía la cara cubierta con una camiseta, las manos atadas y lloraba entre sofocos porque el interrogatorio cada vez era más inquisitorio. Y más doloroso. Y más desesperante. Una mujer con vestimenta militar le hacía preguntas, pero no obtenía las respuestas deseadas. La llamaba “pinche vieja dramática”. Le ponía una bolsa de plástico para impedirle respirar. “¿Vas a hablar? ¿Ya te acordaste, o quieres más?” “Contesta lo que te estoy preguntando, ¿quién es la pinche María?”.
La carta que revela por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México es Patricia Mercado Castro, a quien él nombró Secretaria de Gobierno apenas el 17 de julio de 2015, cuando se iniciaba el último tramo de su Administración: La mujer que alguna vez fue la más votada de México.
Casi diez millones de pesos ha devengado Alfredo Castillo Cervantes en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto en los cuatro cargos que ha ocupado, según la información pública del Portal de Obligaciones y Transparencia, así como los registros del Sistema Integral de Recursos Humanos y Nómina de la Secretaría de Gobernación. Se trata de un funcionario que ha pedido rendición de cuentas en cada una de las posiciones que ha ocupado. Pero él, aunque ha presentado ocho veces su declaración patrimonial, no ha brindado ningún dato de su fortuna. En cada una de sus declaraciones ha dejado claro que su currículum laboral ha crecido. Pero en todas, el funcionario suscribe la frase: “El servidor público no acepta hacer públicos sus datos patrimoniales”.
Parece ser el juego de quién se esconde más. Y ese juego tiene una característica simple: quien se esconde, algo oculta. Propiedades, intereses, dinero … ¿Qué pasaría en México si los políticos mexicanos expusieran la verdad completa en sus declaraciones patrimoniales? Por ahora, no hay manera de conocer esa realidad alterna. Y en mucho tiempo no la habrá. La iniciativa 3de3 que iba a obligarlos a decir con claridad cuál es su patrimonio, sus tributos fiscales y posibles conflictos de interés fue excluida del Sistema Nacional Anticorrupción. Así, muy lejos de los estándares internacionales, la declaración patrimonial se convirtió en un ejercicio más útil para ocultar que revelar datos. Y he ahí los escándalos inmobiliarios y de posible corrupción basados más en lo que no está declarado que en lo declarado.
La Presidencia de la República sostiene ante el INAI que en 2013, primer año de Gobierno de Enrique Peña Nieto, no gastó en redes sociales. Si se sigue esta declaración de inexistencia de las erogaciones en Twitter, Facebook y Youtube, los “peñabots” no existieron. Sin embargo, la memoria del cíber espacio arroja cómo cientos de cuentas lograron diluir las etiquetas “IFAI” en alusión al gazapo de Peña Nieto al no poder nombrar al instituto o “acarreo” en la coyuntura del Grito de Independencia.
«Transparencia» es lo que pidieron funcionarios del Coneval cuando, la semana pasada, se confrontaron con los del Inegi por la medición de la pobreza en el mapa mexicano. Sobre ese mal, padecido por más de 53 millones de mexicanos, la última década da cuenta de varios datos cerrados, como puede verse en los archivos del INAI y la plataforma Wikileaks. Algunos ejemplos: en 2009, el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa decidió no publicar las cifras de pobreza hasta que finalizaran las elecciones legislativas; dos años después, clasificó como “confidencial” una lista de denuncias de servidores públicos que se beneficiaron del programa Oportunidades, y en el Gobierno de Enrique Peña Nieto, en 2013, el Coneval declaró que en sus archivos era “inexistente” el número de personas en crisis alimentaria por municipio atendido por la Cruzada Nacional contra el Hambre.
Marcaron el pulso discursivo de la presente administración federal, pero ni los costos de la campaña «Mover a México» ni el grado de avance de los 266 compromisos de Enrique Peña Nieto están disponibles en la página oficial del Gobierno. Ante solicitudes de información, la Presidencia de la República dio a conocer que hay 185 promesas sin cumplir; pero se guardó la razón de este rezago. En cuanto a “Mover a México” declaró como “inexistente” el monto ejercido para la campaña.
Hace 48 horas, al promulgar las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción, le pidió perdón por segunda ocasión a sus gobernados por la “casa blanca”, uno de los asuntos que descarriló a su Gobierno que no pasa de 30 por ciento de aprobación, según todas las encuestas. De lo otro, de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Superior Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, no hay nada. Ni pistas, ni sospechas, ni verdades, ni perdones. Y eso que los gritos de “Nos faltan 43” y Fuera Peña” no han cesado en las calles desde la maldita noche del 26 de septiembre, cuando los normalistas desaparecieron de la faz de Iguala, Guerrero. Once reformas estructurales en menos de dos años, dislates, un estado de salud que ha despertado suspicacias, viajes en los que predominó el lujo, un tweet que indicó “misión cumplida” por la aprehensión de Joaquín Guzmán Loera, una lealtad demostrada a viejos amigos y un Plan Nacional de Desarrollo que contiene sólo tres párrafos sobre el combate a la corrupción integran el relato político de quien ocupa Los Pinos y hoy cumple cinco décadas de vida.
El pasado 20 de junio, Nochixtlán amaneció con ocho muertos, 55 policías heridos, 53 civiles lesionados y 21 detenidos después de que elementos de la Policía Federal desbarataron el bloqueo que maestros disidentes de la Reforma Educativa