Jorge Zepeda Patterson
Se dice, y con razón, que el voto duro priista (las clientelas vinculadas a sus organizaciones populares y a las políticas asistenciales) asegura alrededor de un 30 por ciento de la votación. Ello podría ser suficiente para triunfar si consigue que el 70 por ciento restante se diluya entre otros partidos y candidatos, y para ello requiere muchos nombres en la boleta. La renuncia de Margarita Zavala al PAN se traduce al menos en dos opciones a cruzar procedentes de la derecha.
Todos estamos de acuerdo en la necesidad de meter mano al bolsillo y ayudar a los que perdieron todo, pero desconfiamos hasta el infinito de las vías disponibles para canalizar los recursos en beneficio de las víctimas. Ha sido maravilloso ver la presión de la opinión pública sobre los partidos políticos y sobre el poder legislativo para que se reasignen a favor de la reconstrucción los faraónicos presupuestos dedicados a las elecciones y otros gastos de las cámaras. Una presión de tal magnitud que ha obligado a cada uno de los partidos ha declarar públicamente su beneplácito a la medida.
El Jefe me va a decir que estoy loco, que eso de dar el dinero del partido a los menesterosos son tarugadas. Pero al final no pasa de 300 millones de pesos, una morralla comparado con lo que nos mandan los gobernadores. Solamente la constructora española nos dio el doble por debajo de la mesa.
Quizá el verdadero dilema que Xóchitl se plantea em cuál de los dos membretes (Frente o Morena) es la mejor plataforma para volver a intentar la conquista.
Nada más frágil que saber que el suelo que pisas o ruedas puede desaparecer en cualquier momento.
Al margen del género, Margarita Zavala deliberadamente ha proyectado una imagen que ahora la perjudica.
En su conferencia de prensa, Barrales dijo que con tal de sacar al PRI del poder su partido está dispuesto a ir en alianza con el PAN
Frank Underwood maquina un escándalo informativo horas antes de unas elecciones que está a punto de perder. Hoy mismo, un capítulo más tarde, sabré si pudo revertir la tendencia.
Tiene razón Andrés Manuel López Obrador cuando afirma que su candidata Delfina Gómez puede perder la gubernatura el próximo domingo debido a Juan Zepeda, el candidato del PRD. El voto dividido entre los dos contendientes “de la izquierda” deja al representante de Peña Nieto, Alfredo del Mazo, en condiciones inmejorables para llegar al poder.
Los pobladores del Triángulo trastocan la región; la corrupción política está pudriendo a la nación.
Me temo que sin Miguel Ángel Bastenier será más difícil la dura tarea de reinventarnos sin correr el riesgo de traicionar el oficio.
Lejos de irse a la tumba, el PRI regreso para hacer los desfiguros que hoy en día observamos.
Los que pasamos por esas aulas, supongo, crecimos en la tolerancia y en el respeto a la otredad, primer paso para transitar a la solidaridad o la sensibilidad ante las desgracias ajenas.
Enrique Peña Nieto tiene mucho que perder en el Estado de México y López Obrador mucho que ganar. Se dice que las elecciones de gobernador que se avecinan en el estado mas populoso del país son un laboratorio de los comicios presidenciales que tendrán lugar un año más tarde. La afirmación solo es cierta en parte, […]
Este no es un buen momento para hacer un primer contacto con los extraterrestres; podrían decirnos “llévenos con su líder” y no sabríamos qué hacer. “Nuestro líder está ocupado con su twitter en este momento. ¿Qué tal si los llevamos con Oprah? Les caerá muy bien”