Jorge Alberto Gudiño Hernández
«Lo peor es que, a fuerza de berrinches y a falta de argumentos, cada vez queda más claro que sí, que en efecto, deben ser graves los actos de corrupción en su círculo cercano. Y aunque siga habiendo una enorme red de aplaudidores, lo cierto es que esas cosas no se hacen».
«No hay nada que me permita meter las manos en el fuego por ningún gobernante. Por ninguno. Aunque yo haya votado por él. Me parece que buena parte de la labor política de los más encumbrados pasa por traiciones, por desvíos, por muestras de poder, por cochupos y trampas varias, cuando no son cosas más graves».
«(…) no hay forma de atenuar la angustia de los padres que, sabedores de que sus hijos no están vacunados, cada semana se enteran de nuevos niños contagiados. Basta uno para la tragedia».
«Ignoro qué tanto sabe Djokovic sobre vacunas y en qué basa su postura. Ignoro, en ese mismo sentido, qué tanto saben los antivacunas y en qué basan su postura. Sin embargo, esté uno o no de acuerdo con las leyes, las normas o las posturas de los otros, no puede trasgredirlas a voluntad».
«Mientras manejo hacia la universidad o a la escuela de mis hijos me he dado cuenta de que hay menos tráfico. Muchas de los colegios que se atraviesan en nuestras rutas están vacíos. Los hay particulares y oficiales. Sin alumnos, sin clases. No me queda del todo claro qué es lo que sucede pero, supongo, que es una suerte de acuerdo dentro de la comunidad educativa. A estas alturas, no me parece mal».
«Conocer a cabalidad los recursos narrativos con los que uno cuenta, saber abrirse paso en medio de esa aporía que implica la elección de una estrategia textual, tener la sensibilidad para saber hasta dónde se puede llevar cada herramienta sin forzarla y, además, ser capaz de mediarlo a través del lenguaje, es algo que no consiguen la mayoría de los escritores».
Me queda claro que no existen métodos cuantitativos para evaluar la calidad de un texto literario. Por más que busquemos, no hay cómo dar con un procedimiento que permita asignar una calificación a determinada obra. Eso no significa, empero, que no existan parámetros para evaluarla. Es la labor de dictaminadores, de académicos, de jurados y […]
«Aprendimos, entre otras cosas, que en esta nueva etapa el contacto con quienes nos ven o nos escuchan es más estrecho. Atendemos el chat en vivo pese a mis claras limitaciones para las actividades multitarea. Debo confesar que es de lo más divertido. Esa interacción en tiempo real con los contertulios permite generar un diálogo mucho más enriquecedor. De hecho, le da más sentido a la idea de La Tertulia».
«(…) permítanse vacunarse aunque no coincidan las marcas o tengan sospechas respecto a su funcionamiento. Mientras esperan, bien podrían ver hacia el techo y descubrir un mosquito volando cabeza abajo antes de posarse sobre la superficie rugosa. ¿Quién sabe, en una de ésas, descubren cuál es la mecánica particular del movimiento que permite ese giro intrépido y, con ello como argumento, convencen a alguien más de vacunarse o de que, en efecto, la gravedad existe?».
«Todo parece indicar que con el asunto aeroportuario terminará sucediendo lo mismo: nos acostumbraremos a un sistema que está colapsando constantemente. Lo peor es que, a diferencia del tránsito citadino en donde podemos optar por una bicicleta, caminar o el transporte público, en el caso concreto de los vuelos no hay nada que podamos hacer».
«Pensemos, ahora, en un policía común, de tránsito. Sabemos que su salario no es elevado. Así, en el momento en que descubrimos que su nivel de vida no corresponde a sus ingresos, sospechamos que obtiene dinero por otras vías. ¿Cuáles? No es necesario ser demasiado prejuicioso para suponer que las de la corrupción».
«Porque más allá de las retóricas caducas de los responsables de controlar la pandemia, éste es un acto de mezquindad del que no debe haber precedentes en ningún lado: ¿en serio: impugnaron un mandato judicial para no vacunar a los adolescentes? ¿En serio?».
«Los argumentos dan un poco igual si uno está a favor de la vacunación. Para quienes tienen hijos en el rango de edad de los cinco a los 11 y de los 12 a los 18 años no hay más que incertidumbre, especulación, un montón de dudas y desencanto».
«Sabemos que existen movimientos antivacunas cada vez con mayor fuerza. Ahora, para sus plácemes, ya tienen un eslogan en su haber. Y no cualquiera, uno dicho por un Secretario de Salud experto en el tema. ‘A mis nietos no los vacuno’»
«No saber leer en voz alta podría implicar no saber hacerlo en voz baja y, en consecuencia, no entender a cabalidad lo que se lee».