Jorge Alberto Gudiño Hernández
“(…) a la tragedia, al dolor de la familia y a las dudas de la comunidad estudiantil, han sumado indignación. Su forma de responder no es sino una de las tantas que tiene la violencia: ocultarse, engañar, enturbiar lo sucedido”.
“Hablamos de personas muertas, de partes de sus cuerpos, de posibles descuartizamientos y de entierros cuestionables. Incluso si sólo fuera un problema de negligencia sanitaria por parte de los encargados de sepultar los cuerpos, sería grave”.
“(…) viendo las imágenes de la saturación del Metro de esta misma semana, uno no deja de sospechar que, si las posibles soluciones corren a un ritmo más lento que la progresión del problema, esta ciudad terminará colapsando por completo”.
“¿Qué tanto nuestros valores o nuestra ideología pueden modificarse a partir de nuestras emociones y qué tanto de nuestras conveniencias? No es una pregunta trivial”.
“Podré ser calificado de medroso pero estoy convencido de que no debemos permitir más mutaciones del virus. También de que el COVID largo es peligroso. Además, tampoco quiero contagiarme de otras enfermedades respiratorias”.
“No es que no quiera tener ejemplares físicos de Annie Ernaux en mis libreros sino que, hasta donde sé, se agotaron los pocos que había en existencia y cuando la compulsión llega uno debe buscar satisfacerla. Esperemos que resurtan pronto”.
“En fin, la figura del hacker es atractiva, sin duda. Es probable que los haya con muy buenas intenciones y con principios por demás venturosos. Eso no significa, sin embargo, que los resultados vayan a ser positivos”.
“La conclusión apuntaba hacia lo mismo: que temblara el mismo día con esa fuerza no es sino una coincidencia.
Hasta ahí, todos bien. El problema es que los resultados no coincidían”.
“Sonreí antes de que el ruido de la aplanadora me ahuyentara por completo. Al menos, alguien tenía una clara intención estética. Ojalá siempre hubiera quien, en pos de la belleza, buscara mejorar su trabajo”.
Como a los criminales nadie los mete a la cárcel, como los índices de los delitos irrumpen, como un estruendo, en la tranquilidad de la vida cotidiana, toda respuesta que lastime a los delincuentes, que los haga pagar por el miedo que provocan o el daño que causa, es bienvenido.
“Estoy cierto que la mía es la visión del que pasea y no me he centrado en la inmensa problemática que también existe en la zona. De nuevo, de momento, me reconforta un poco la idea de que la actividad económica, social y cultural se ha reactivado. Eso, en sí mismo, es una buena noticia”.
“Mi yo lector estuvo contento por los ejemplares adquiridos. También un poco abrumado, a decir verdad. Mi yo escritor, que piensa en términos de fama, fue vapuleado por la realidad”.
“Vi la noticia del Sonora Grill y de los restaurantes que dividen a su público en función del color de su piel. Al margen de toda la crítica que puedo ejercer, pensé en lo ridículo que sería que abrieran una sucursal en Canadá, en Oshawa”.
“(…) si uno puede evitar la propagación, entonces me parece que está haciendo algo por el bien común, sin necesitar una explicación más desarrollada”.
“En otras palabras, otro encierro, más breve, nada grave. Decidí cancelar la presentación de mi libro. No era responsable presentarme frente a un grupo de personas”.
“Y la pérdida de un derecho afecta no sólo a la persona que lo sufre sino a toda la sociedad. Siendo ésa la sociedad y el país que son dentro del contexto internacional, es grave para todos”.