Jorge Alberto Gudiño Hernández
Ojalá no nos toque elegir en torno a quiénes son menos tramposos o quiénes son capaces de reconocer sus errores, aunque los minimicen.
Los escritores inseguros dudaremos tanto que perderemos la oportunidad de obtenerlas. Escribiremos, así, en los márgenes de otros libros, cada vez más poblados de garabatos inextricables.
Esperamos, en esta nueva etapa, sumar más páginas leídas, más contertulios, más autores… A fin de cuentas, sea lo que sea la literatura, estamos convencidos de que es una de las formas en las que nos volvemos más humanos.
"Es probable que ese diccionario de mi infancia haya sido como cualquier otro".
"Corrí el riesgo y vi con atención uno de los anuncios. En efecto, dicen que determinados billetes valen una fortuna".
"Una maldad tan cotidiana e impune que ya nos roba muchas posibilidades. Entre ellas, la de vivir libremente. De ahí que suene sensata la renuncia. A vivir, sí, de ciertos modos".
Insisto: en ningún momento propuse que los libros dejen de ser gratuitos. Tan sólo que haya más opciones que contribuyan a un mejoramiento del material educativo que se utiliza para enseñar a nuestros estudiantes.
¿Y si le damos un voto de confianza a los maestros como se lo damos a los doctores? Que se deben tener formas de control, es claro. Que existirá un problema logístico al abrir la puerta a que cada docente escoja los libros que quiere utilizar, sin duda. Que podría prestarse a malos manejos por corruptelas y demás, también.
De hecho, me resulta un tanto anticlimática la idea de que esos poderosos seres, capaces de viajar por el tiempo y el espacio para encontrarse con nosotros, terminen en un laboratorio de investigación ultrasecreto patrocinado por el actual imperio.
"En los últimos años me he interesado por aprender cuestiones relativas a lo grande y lo pequeño".
Espero que no lleguemos pronto al punto en el que, por culpa de ciertos análisis de hábitos de consumo a partir de los metadatos que se generan, un algoritmo advierta a los editores que es mala idea publicar determinado libro, no por su calidad literaria, sino por su tema.
Aunque uno no siempre escribe. Procrastinaba yo cuando llegó el mensaje de texto a mi teléfono. Era el banco diciéndome que se había evitado una compra con mi tarjeta de crédito terminación XXXX, que les llamara.
Una de las funciones de la representación escénica y del arte en general es que los espectadores sean capaces de sentir como si estuvieran en la situación refigurada
A diferencia de otros personajes malos dentro de la literatura en particular y la ficción en general, los de McCarthy no tienen un fin último demasiado elevado: no buscan conquistar el mundo, no pretenden destrozar a todos sus enemigos, no quieren hacerse de un poder sin precedentes.
Si la Ministra tuviera razón y todo fuera producto de confusiones, malentendidos y todos sus argumentos fueran válidos pese a su inverosimilitud… si, en otras palabras, la tesis con la que se tituló como abogada, fuera, en efecto suya… entonces, ¿por qué actúa como si no lo fuera?
Envidio a muchos de esos países con envidia de la buena. Es decir, no quiero que ellos pierdan esas condiciones. Al contrario, hasta me daría gusto que siguieren mejorando.