Guadalupe Correa-Cabrera
Decidí llamarla directamente, conocer su historia y comenzar una nueva etapa para entender mejor las dinámicas de la movilización social en México.
Algunos medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil (nacionales y extranjeras) la defienden, otros, la miran con recelo. He seguido puntualmente la cobertura sobre su caso.
En estos periodos de controversia por la definición y establecimiento de la historia oficial, diferentes actores buscan desesperadamente narrar los hechos como más conviene a sus propósitos.
El Tren Maya se anuncia como un tren de transporte masivo, transporte turístico y transporte de mercancías.
Las reacciones frente al saqueo y la destrucción que siguen al asesinato de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis son diversas.
El malestar proviene de la crítica vertida en este documental contra uno de los pilares principales del pensamiento progresista contemporáneo que promueve las energías renovables. Incluso algunos han pedido que el video sea retirado inmediatamente del ciberespacio.
El relato de Marta e Ismael es más que desafortunado y llega incluso a ser trágico. Ellos nos contaron que la realidad es mucho muy diferente de los descrito en el contrato.
Esta es una disyuntiva que se comienza a discutir seriamente en varios países del mundo y a distintos niveles de Gobierno.
Otros analistas y comunicadores anticipan una rápida adaptación por parte de los (mal) denominados “carteles de la droga” a las nuevas condiciones de mercado, argumentando que estos grupos están dispuestos a correr enormes riesgos y que se adaptan siempre exitosamente a las circunstancias adversas, aprovechando la oportunidad. Sin considerar otros factores, algunos comienzan a plantear ventajosos escenarios para las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, quienes—según estas visiones—buscarán maneras de expandir y diversificar sus mercados, al tiempo que generarán mayores niveles de violencia, crimen e inestabilidad.
Los fronterizos y las comunidades fronterizas serán también las más afectadas por los cierres parciales de las fronteras.
El periodista se quejaba de mi crítica a su reportaje cuando utilicé o mencioné la palabra “propaganda”.
Bernie Sanders, al igual que Trump lo fue en 2016, no es un candidato convencional y esto, en el país más capitalista del mundo, pone a muchos, efectivamente, muy nerviosos.
Solalinde es implacable en su crítica a las caravanas y caravaneros que, en su visión ponen en riesgo a personas muy vulnerables.
Ahora ser de izquierda en el mundo occidental significa, para muchos, apoyar el pensamiento de las fronteras abiertas.
Existe una ingenua y falaz sugerencia que plantea que los crímenes asociados con el comercio de estupefacientes desaparecerán simplemente cuando las drogas se legalicen.
El arresto de Genaro parece ser la historia perfecta en un momento perfecto. Este episodio apoya de manera contundente la narrativa de la guerra fallida y el Estado narco.