Ghada E. Martínez

Egresada de la licenciatura en Escritura Creativa y Literatura por la Universidad del Claustro de Sor Juana. En 2017 fue asistente editorial de la antología Motivos de sobra para inquietarse publicada por Libros Pimienta. Seleccionada para participar en el programa Elipsis México 2018, en el área de Escritura Creativa, organizado por el British Council en colaboración con el Hay Festival Querétaro. Actualmente forma parte del Women’s Creative Mentorship Program de la Universidad de Iowa. Es autora de una colección de cuentos titulada Sapos en la lluvia.
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7 DE julio DE 2019

Para algunos lectores el tema puede resultar desconcertante o incluso perturbador, aunque la cosmovisión mexicana es famosa por sus representaciones festivas y satíricas de la muerte. En otros países las imágenes que nos son cotidianas pueden resultar violentas. Ruy Sánchez incluso enfatiza cómo a Ray Bradbury le pareció muy inquietante ver a un niño mexicano morder con despreocupación una calaverita de azúcar con su nombre grabado en la frente.

26 DE mayo DE 2019

Las connotaciones de las flores en Mesoamérica son muy variadas y complejas. Hay brotes que son alusiones en ofrendas, rituales, calendarios, danzas, atavíos. En las lenguas indígenas, la flor se asocia a la poesía, al arte, la belleza, la danza y a los cantos, como se refleja en los versos de Nezahualcóyotl. También simboliza la comunidad, el poder de la palabra, la búsqueda del alma, la guerra y el sacrificio. De igual manera, las plantas eran fuente invaluable de conocimiento y sanidad. Sin embargo, los pueblos sabían que aunque existen flores exóticas, con perfumes embriagadores y placenteros, al final todas se marchitan para renacer una y otra vez. La sabiduría indígena reconocía la tragedia de lo efímero, pero reconocía en las flores y los cantos razones poderosas para disfrutar la vida.

28 DE abril DE 2019

¿Qué sería de las ciudades mexicanas sin los rótulos que adornan tienditas, tlapalerías, tortillerías y carnicerías? Mensajes ingeniosos y coloridos, caricaturas burlonas, a veces grotescas o albureras; murales populares que nos obligan a mirar el negocio que promocionan y que demuestran el ingenio y agudeza característicos del mexicano.

17 DE marzo DE 2019

La historia que cuenta el libro está irremediablemente ligada a los recuerdos de infancia de Ilán, que pasaba horas de diversión recorriendo el museo cuando era niño. Me lo imagino corriendo por los pasillos en penumbras del museo; un niño pequeño en un mundo enorme. Me lo imagino acercándose con cuidado a las vitrinas, a los dioramas; fascinado, queriendo tocar. Imagino su temor ante los rostros petrificados de animales que sólo había visto antes en fotos, libros o televisión. Paisajes en miniatura, colmillos amarillentos, pieles opacas, ojos vidriosos: calcas extrañas de una realidad lejana.