Fabrizio Mejía Madrid
Para Lorenzo la democracia es una construcción, como de escalera al cielo, en donde los carpinteros son los abogados, no el pueblo, no las manifestaciones, la difusión política casa por casa, no la exigencia, la indignación, y la fe de volver a intentarlo, una y otra vez, de manera pacífica.
«Angustiada por su incompetente precampaña electoral, a la candidata no le importó arriesgar la integridad nacional, debilitar la capacidad de negociación del Estado mexicano».
Así llegamos al Plan C. Hay que decir que el Plan C no es una creación del obradorismo o del Presidente, sino de la torpeza de la oposición.
El cadáver de Colosio llegó a la capital el 24 de marzo de 1994 abordo del TP-03 de la Fuerza Aérea Mexicana. Lo recibió Carlos Salinas en compañía de su esposa, Cecilia Occelli. Él mismo lo trasladó al Auditorio Plutarco Elías Calles de la sede nacional donde tuvo que aguantar que algunos priistas lo increparan como si fuera el culpable.
Empecemos por el principio: las fantasías sociales de pertenecer a algo son afectivas. Las fantasías son lo que te dices para no reconocer lo que necesitas para hacer sentido. No son meras ilusiones, sino una coraza que te protege.
El problema de las mentiras es que estimulan a la verdad que es lenta, completa, y compleja, pero se abre paso. Todas las mentiras de la oposición generan verdad, porque ésta es una función del debate. Nadie discute si una mesa existe pero, de hacerlo, sobrevendrían las demostraciones de verdad.
Así que Ernestina tenía investigaciones del fraude inmobiliario contra el PAN, por prostitución contra el PRI, y por encubrimiento al PRD de Morelos. Así que los tres, más el Partido del Movimiento Ciudadano votaron en contra de que fuera ratificada. El mensaje que el McPRIAN le envía a los capitalinos es que no están dispuestos a que se les investigue sus casos de corrupción.
Porque, además de eliminar la corrupción, de separar el poder político del económico, y de “primero los pobres”, es necesario también crear nuevos servidores públicos que, cuando vean a un Estado nacional intervenir en la economía, no crean que están en una dictadura o que se contamina de “estatismo” la libertad económica.
«Los valores del gobierno y su relación con la sociedad se han sintetizado en la lucha contra la corrupción, deslindar a los empresarios de la imposición de leyes y políticas públicas, y privilegiar el rescate de los más pobres».
El problema es que la inteligencia artificial se alimenta con metadatos, es decir, sólo genera variedades y recombinaciones, pero realmente es incapaz de crear algo enteramente nuevo. Sus posibilidades contienen los sesgos racistas, homofóbicos, centralistas, y misóginos de quienes los alimentan.
Sin esa parvada de opinadores en los medios corporativos, Pagés Rebollar no habría tenido el espacio narrativo para atreverse a cruzar la línea entre comparar a Andrés Manuel con Hitler y directamente ilustrar su portada con una cruz gamada nazi.
No sé si, ahora que les afectó a ellos, sigan creyendo que el Poder Judicial es independiente de las presiones de los partidos, los oligarcas como Claudio X. González o las simpatías que los jueces profesan por Xóchitl Gálvez.
Es lo mismo de siempre, es decir, no entender que las participaciones federales no son de acuerdo a lo que las entidades aportan al PIB, sino a sus necesidades de desarrollo.
¿Qué se dicen? No mucho si uno está recibiendo mensajes de Dios para “dinamitar” el Banco Central y la otra pensando en una mariposa que le dijo que tenía que ser la candidata presidencial y no sólo de la Ciudad de México. Pero son compatibles.
Ni la Senadora Xóchitl ni ninguno de sus candidatos tendrá legitimidad. Y es por eso que, cuando en días pasados, a Xóchitl se le perdió el discurso que estaba leyendo en el Monumento a la Revolución, muchos pensamos que a toda la oposición se le ha ido mucho más que el teleprónter.
En el papel, es del dueño de Elektra, Salinas Pliego, pero esas transacciones en Suiza dejan ver por lo menos otra trama: Raúl Salinas le pide a Sada que le dé su dinero a Salinas Pliego, de tal forma que no quede constancia de la participación accionaria de los hermanos Salinas de Gortari en la televisora privatizada.