Fabrizio Mejía Madrid
“Para defendernos hay que defender las mañaneras como espacio de anclaje de un sentido de país y su historia que no pueda ser presa fácil de lo único con lo que cuenta la derecha que es el odio”.
Por todos estos disparates es que Salinas Pliego se lanzó contra los Libros de Texto Gratuitos.
“En los años del neoliberalismo tuvimos cinco presidentes que destruyeron al país en distintas formas”.
Pero la semana negra de la Senadora Gálvez terminó con la primera encuesta que la carea contra cualquiera de los aspirantes de Morena.
“Lo relevante es que Xóchitl representa a la élite parasitaria que entra a la política sólo para acrecentar sus riquezas privadas”.
En su más reciente acto de campaña, hace unos días, el Partido del Movimiento Ciudadano presentó lo que llama “una nueva visión del país”, llamado “Mexicolectivo”.
En dos días Xóchitl cambió todo: la “narrativa” de la 4T, la opinión sobre los indígenas, y las encuestas. Un fenómeno.
“Luego sigue ‘Alito’ al que veo ya todo un candidato presidencial. No es broma. Es casi tan enfático como falso, casi tan afectado como redundante, casi tan firme como incoherente”.
“Quise dejar por escrito mi indignación por el neoliberalismo dentro de los posibles candidatos de Morena”.
Al contrario, el método de la encuesta le ha funcionado varias veces a la izquierda. La más vistosa es en el 2011, cuando deciden acudir a esa instancia los dos candidatos presidenciales, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard.
Después de la celebración del PRIAN y PRD de su propia degradación, le siguieron comentarios de las senadoras de su preferencia.
Es la destrucción del mundo como la derecha lo conoció. Y, aunque no pueden enunciarlo, lo que se ha ido destruyendo poco a poco son las coordenadas del lugar que ocupan unos y otros mexicanos en la idea de patria, el tipo de pertenencia, el arraigo republicano.
Así, para ser perspicaces, se inventaron que, a pesar de que no se leía por ningún lado eso de que se iba a reservar la información, pues podía suceder en un futuro incierto donde nos cayera, por ejemplo, un meteorito.
Vayamos a Lilly Téllez. Contribuyó a la maraña juntando en su discurso dos cosas distintas: su muy peculiar evaluación del Gobierno que la llevó al Senado, es decir, el de Morena, mezclada con una agenda sacada casi textualmente de la derecha que irrumpió en el Capitolio animada por Donald Trump y Steve Banon.
La idea que la mayoría de los ministros reflejó en su votación, repito, mayoritaria, es la de unos abogados que creen que gobiernan para la Constitución y no para el pueblo.
Un día antes de que Xóchitl Gálvez se encadenara sola, los senadores de Acción Nacional habían dormido y celebrado un baile en el salón del plenos del Senado. Quedará para la historia el trío de Gustavo Madero, la misma Gálvez, y Álvarez Icaza jugando a empiernarse.