Fabrizio Lorusso
La seguridad, particularmente la seguridad humana y ciudadana, no son cuestiones de valor y coraje, de balas y de prisiones, sino de atención radical a las causas y a los derechos humanos, una preocupación recurrente en los planes de Sheinbaum y prácticamente ausente de los discursos de Gálvez.
Históricamente los medios del mainstream se han dedicado a instrumentar políticas hegemónicas de control sobre países, ideas, recursos y territorios, particularmente desde las grandes potencias hacia los países del Sur global o del otrora llamado Tercer Mundo.
Olimpia busca desde 2017 a su hermano Marco Antonio y es cofundadora del colectivo Proyecto de Búsqueda. Bibiana Mendoza busca a su hermano Manuel Ojeda Negrete desde 2018 y es representante del colectivo Hasta Encontrarte.
El padre de la narcoguerra predica soluciones desde el púlpito de las desgracias que auspició. Se pinta la cara de rosa para hablar de las próximas marchas en las calles mexicanas a las que nunca irá.
“El documental trata de abonar a la sensibilización de la sociedad y de las instituciones para con Salvatierra”.
En México muchas mujeres buscadoras han pasado de concebirse como “víctimas” a ser defensoras de derechos humanos y luchadoras sociales. Cada vez más personas solidarias, periodistas, universidades y organizaciones se fueron especializando para producir conocimientos y acompañamientos centrados en las necesidades de los colectivos.
Lore, como le dicen con cariño sus familiares y compañeras del colectivo, busca a su hermano, José Francisco, desaparecido el 17 de agosto de 2018, y desde sus inicios forma parte del colectivo Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos, el cual nació en noviembre del 2020 y hoy reúne a más de doscientas familias, víctimas de la violencia imperante en el estado.
Las heridas de los 43 y de las más de cien mil personas desaparecidas, si bien son de larga data, quedan abiertas en este sexenio y se heredan al siguiente, independientemente de quién será la ganadora. La crisis se vuelve más grave conforme se procrastinan respuestas dignas para las víctimas.
La Ley zedillista augura al trabajador y a la trabajadora que no sobreviva más de quince años después de jubilarse, de lo contrario tendrá que volver a trabajar, ser mantenida por sus parientes, o a ver cómo le hace y si logra “programarse” (ya sea para morir a tiempo, o bien, para ahorrar de su propio ahorro-pensión durante la vejez).
En conclusión, la carta pretende mantener alta la atención, solicitar posturas y funciona como un machote para su envío a las instituciones de las y los académicos que deseen expresar solidaridad y apoyo.
Adaptando al caso una frase de la escritora Francesca Gargallo, cabe decir que Milei no es un loco, sino un hijo sano del necroliberalismo, del capitalismo y, claro está, del patriarcado.
Lo pensaría mil veces antes de justificar tales experimentos, aunque de momento se vendan bien, pues explotan la legítima desesperación de la gente y proyectan un imaginario de éxito y eficacia inmediatista, típico de la era tiktokera.
En Guanajuato, de donde surgió la necesidad de visibilizar la problemática de la violencia y la resistencia de las familias, el sistema de procuración de justicia y el Poder Judicial fracasan en su papel de garantes del estado de derecho, de la protección y la convivencia social, ante el desbordamiento de crimines de alto impacto y violaciones graves a los derechos humanos en la entidad.
“El efecto, me parece, es el de normalizar el fenómeno de la desaparición y de las violencias en general, ya que estas no necesariamente se corresponden con “delitos”, aunque son parte integral de las crisis que vivimos en el país”.