Ernesto Hernández Norzagaray
Y justamente lo que está en juego en cada elección en democracia es que sigamos teniendo un país donde los gobernantes tomen decisiones respetando las leyes. No que los criminales impongan su voluntad o, peor, que criminales y políticos sean uno mismo.
El pasado fin de semana los medios de comunicación se estremecieron con una noticia que provenía de Culiacán donde hubo un operativo criminal para secuestrar a familias enteras en colonias citadinas y pueblos cercanos a la capital sinaloense.
“No me engaño, la relación del poder con los medios de comunicación de avanzada siempre ha sido difícil, hay muchas historias de éxito y truculentas para recordar (…)”.
“No es Pedro Sánchez el que habla sino la IS, la que reúne a decenas de partidos y que están atentos a la salud de las instituciones democráticas del mundo”.
Como el relato oficial habla ahora de “encapuchados”, estos ya no son estudiantes en lucha. Son parte de los adversarios políticos, lo que eso significa que la interlocución con los padres si se da, será mera formalidad, para la foto oficial y hasta para conseguir votos.
Entonces, volviendo a quien el Presidente López Obrador identifica como hermano, habría que decir que si las condiciones tienden a empeorar hasta un punto donde sea imposible revertir la tendencia estaría dada la “curvita” para que Andrés Manuel conserve el poder.
“Y sin duda, Zaldívar, desentonó, y mucho, en un momento que se exige unidad en torno al presidente, lo que resulta intolerable para alguien que se ve muy pronto administrando un neomaximato posmoderno”.
El Presidente necesita convencer –y, lamentablemente, ya no tiene tiempo para hacerlo– que el cierre de la investigación de la DEA no fue por razones políticas sino porque simplemente no encontraron nada que validara lo que decían los cinco testigos protegidos.
Muy pronto veremos los efectos de la llamada “semana negra” del Presidente López Obrador en las encuestas de intención de voto y si se cierra la elección presidencial la filtración habrá cumplido su objetivo.
Afortunadamente, si bien existen una gran masa acrítica que sigue viendo con devoción al Presidente López Obrador gracias a un discurso ideológico justiciero y sus políticas clientelares, lo cierto es que la sociedad mexicana es diversa y franjas de ella confrontan con experiencias propias y ajenas las verdades del poder en las sobremesas familiares, la calle, las redes sociales, los partidos y medios de comunicación.
El periodismo crítico es otra institución, poco mencionada, de las más decisivas en el proceso de cambio democrático, y es que sin un periodismo fuerte e independiente no es posible hablar de democracia en ningún país.
O sea, en las llamadas “elecciones más grandes de la historia” hay un jugador en las sombras que está actuando abiertamente y es probable, que se hará más visible conforme avance el proceso electoral sin que haya a la vista, más allá de declaraciones, una estrategia de contención
No sucede aquello, pero tenemos una cadena de crímenes que se cometen diariamente con un alto costo en vidas y patrimonios. Solamente en lo que va en este sexenio se ronda en los 173 mil homicidios dolosos.
El líder no suele estar al servicio del partido, sino al servicio del líder, lo que resulta más evidente cuando se trata de liderazgos poderosos por trayectoria, personalidad, mensaje e identidad con grandes colectivos humanos.
López Obrador, sin duda, mantiene y hasta ha incrementado el número de sus fieles, pero, sin duda, ha perdido a una parte de sus electores de las clases medias, por eso la urgencia de tener un candidato que divida ese voto que puede sufragar por Xóchitl Gálvez y los candidatos del Frente Amplio por México.
En definitiva, con este recuento rápido, podemos colegir que todas las vacunas tienen un nivel de eficacia, sin embargo, hay de vacunas a vacunas por el desafío que representa la vacuna lo más actualizada posible para evitar de esa manera que los casos detectados no escalen en sentido exponencial.