Ernesto Hernández Norzagaray
La Navidad es el brindis que borra momentáneamente los malos recuerdos de la memoria. Los lastres de una sociedad que se consume en la violencia cotidiana. Y donde frecuentemente las lágrimas son sustituidas por la risa y el abrazo fraterno.
El Presidente en una sorprendente declaración ha dicho que en México no se abrirá expediente alguno en contra de García Luna.
Están aquellos cibernautas atentos a las presas que diariamente sirven los medios de comunicación para su consumo voraz. Y en esto, no hay distingo, para estos modernos cazadores armados de un smartphone. Y es que basta, que el platillo sea un personaje que por buenas o malas razones se haga merecedor de estar fugazmente en la vitrina de lo público para ir sobre él.
Se vivió en 1910 y bastó el llamado al “sufragio efectivo, no reelección”, o el más inflamante de “tierra y libertad”, para que el país se incendiara. Pasando por la vida de Madero y Pino Suárez. Y más tarde por la de Zapata y Villa. Y muchos otros a los que no se les veía en el lado correcto de la historia. Hay una historia negra que en este espacio es imposible recordar. Sólo basta rememorar que aquella muchedumbre de los momentos cruciales estaba infectada de emociones sin ningún tipo de control que costó al país medio millón de víctimas. ¿A cambio de qué? ¿Acaso de un mundo mejor?
Edgardo Buscaglia, especialista en temas de narcopolítica, llegó a señalar en un tuit al que la “disculpa” del cártel que circuló en redes sociales era producto del temor a ser considerada una organización terrorista.
Este estatus social terminó definiendo la estratificación social de la conquista para los siguientes siglos.
Atrás de ese malhumor están los grandes medios de comunicación y de los políticos empoderados que distraen con la polarización sobre los temas de fondo mediante discursos y narrativas incapaces de conciliar las diferencias que están instaladas en la opinión pública.
"La política de “abrazos y no balazos” evidentemente no está obteniendo resultados favorables, los cerca de 30 mil homicidios dolosos en lo que van de su gestión demuestran una tendencia sin precedentes".
"La convocatoria había sido una iniciativa de un puñado jóvenes culiacanenses que deseaban mostrar el músculo de la participación social".
Siguiendo la lógica ante la ausencia de datos más contundentes sobre la cadena de responsabilidades, lleva a preguntarnos, ¿siendo una operación de esta envergadura bilateral, ¿cómo es que se cometieron tantos errores tácticos en el momento de la detención?
Igual, se puede coincidir que para evitar que aquello no terminara en una masacre y pusieran en juego vidas humanas se tomó la decisión de soltar al capo para reestablecer el orden social
Han pasado treinta años desde aquella tarde en que "Maquío" y el Diputado local Javier Calvo qué, por cierto, a él nadie lo menciona, ni a sus deudos, no llegaron al acto de cierre de campaña de Humberto Rice que se celebraba en el estadio de beisbol de Mazatlán.
Al sistema priista autoritario se le presentó el dilema entre liberalizarse políticamente o sostener la represión: optó, por una mezcla, por un lado, persiguió a los grupos armados hasta prácticamente desaparecerlos y por el otro, ofreció a los sectores más moderados, que habían estado en las cárceles especialmente en Lecumberri, la llamada “apertura democrática”.
Quizá por eso, es de singular importancia el discurso de Martha Alicia, cuando recuerda el rol que tuvieron actores de esta “guerra”, donde los victimarios nunca han pagado, y probablemente nunca paguen, por vidas que ni siquiera tuvieron sepultura.
"El PAN no la tiene fácil, necesita recuperar la legitimidad perdida, pero eso se presenta no sólo difícil por el factor AMLO, sino por la propia circunstancia interna".
David Alfaro Siqueiros y otros estalinistas lo intentaron fallidamente una madrugada de la primavera de 1940. Un atentado que había roto la unidad en el PCM con la renuncia de personajes del calibre de Valentín Campa y Hernán Laborde que se manifestaron en contra de que el partido fuera un instrumento criminal de Stalin y por ello fueron expulsados del partido.