Ernesto Hernández Norzagaray
A González Casanova le toca el fatídico 10 de junio de 1971 y se pronuncia en contra del ataque que sufrieron los estudiantes que se manifestaron en el Casco de Santo Tomás y fueron reprimidos violentamente por los paramilitares Halcones.
Hay una crisis seria en la narrativa oficial y Loret de Mola, aprovecha, para decir que ya abrió una nueva botella de vino para festejar la falta de respuesta y argumentos más allá de la descalificación profesional y la calificación de corrupto.
“La lógica del argumento es muy sencilla. Como las instituciones de seguridad nacional son incapaces de acabar con el crimen organizado se hace necesario negociar con los líderes de los grandes cárteles para garantizar una sui generis gobernabilidad democrática”.
Mucha tinta ha corrido desde que AMLO lo hizo público y, una parte de ella se ha utilizado en la especulación, sobre el destino de Ordaz Coppel.
En definitiva, lo ocurrido en la reunión de embajadores y cónsules sirvió a los intereses del Secretario de Relaciones Exteriores, pero sólo para ratificar su lealtad y dar buenas cuentas al Presidente aún cuando le hayan corregido la plana de Nicaragua.
“(…) no puedo dejar de mencionar que en el concierto de este año hay un incremento en el número de mujeres que, recordemos, durante mucho tiempo fueron excluidas de la filarmónica y, hoy, son parte sustantiva de ella, cómo lo son los jóvenes, que le dan un toque instintivamente moderno y gratificante en una atmósfera de excelsitud (…)”.
“Y en estas historias, de calor de hogar y sábanas de satén, los narcos sinaloenses llevan la delantera en una carrera que frecuentemente termina mal”.
Y es que, como es del dominio público, cualquier exhibición de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército llevaría al infractor a pasar una buena temporada en la cárcel como ocurre seguramente con infinidad de casos que hoy purgan penas corporales.
Era previsible que en el primer asalto vendría la controversia constitucional del Instituto Nacional Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negaría que la información de los proyectos insignia del Gobierno de la 4T fuera “reservada”.
“El Presidente López Obrador debió ir a la FIL y aprovechar ese foro para dar respuestas a estos temores y reclamos que hoy están en el ambiente de la vida pública y plantear sus puntos de vista, como corresponde a una sociedad democrática, y que, él, en forma reiterada ha dicho que está comprometido con ella”.
“La plancha de piedra sostenía al morenismo que había llegado desde diversos puntos de la capital y el país para escuchar a su líder que hablaría, no solo de los logros de los tres primeros años de su Gobierno, sino de los anclajes ideológicos, que espera dejar y que deberá enarbolar quien resulte candidato de su movimiento (…)”.
En 2018, cuando AMLO llegó al Gobierno, existían 53 millones 472 mil 152 miembros de la clase media y a vuelta de 2020, este segmento de la población se había reducido a 47 millones 201 mil 616 personas, lo que significa que seis millones 270 mil 536 personas habían descendido en la escala social.
“Rocha Moya no ha escatimado elogios al proyecto que favorecería ‘la agricultura de todo México’, ante el asombro de activistas morenistas, que se han opuesto desde sus orígenes y que ahora están en el dilema de apoyar a su gobernador o seguir combatiendo la instalación de la planta de amoniaco”.
La estrategia, de presentar a los consejeros del INE, como los villanos de la política mexicana, desde la Presidencia de la República, hasta el último de los regidores del partido en el gobierno y sus aliados, es equivocada.
Rocha Moya, en campaña y ahora cumpliendo funciones de Gobierno, se ha comprometido a la agenda social de la 4T, incluso, alcanzar un idílico Estado de Bienestar, donde todos tendrán pan y leche en la mesa.
La machaca mediática no ha dejado de cobrar el yerro y se le ha cocinado a fuego lento por revivir las listas negras del inefable Gustavo Díaz Ordaz o las del torturador y asesino Miguel Nassar Haro.