Analy Nuño
A casi 50 años de que el Ejército mexicano pusiera en marcha uno de los métodos más oscuros para la desaparición de los disidentes políticos, por primera vez se reconstruyen con tecnología 3D los “vuelos de la muerte” para contar este fragmento de la llamada “guerra sucia” que continúa sin esclarecerse, pese a los esfuerzos de familiares y víctimas.
Treinta y cuatro días antes de su desaparición, el líder comunal y maestro Antonio Díaz Valencia y el abogado Ricardo Lagunes Gasca fueron amenazados en el pueblo nahua de Aquila por directivos de Ternium México, concesionaria de la mina Las Encinas, tras un año en el que padecieron también la persecución de sujetos no identificados.
Con el nombramiento de las cinco personas expertas que la integrarán, la Comisión de la Verdad para esclarecer los hechos del periodo conocido como la guerra sucia arranca sus trabajos y lo hace en medio de voces escépticas sobre los resultados que pueda tener al carecer de presupuesto y no ser un órgano independiente del Gobierno.
Al menos 12 personas —madres, padres, esposas, maridos y hermanos— que buscaban a sus familiares desaparecidos en México han sido asesinadas.