Ana Cristina Ruelas
Los policías encargados de “salvaguardar el orden” en el marco de las manifestaciones de la Ciudad de México y Jalisco por el asesinato de Giovanni López viven las mismas carencias y necesidades de aquellos a los que reprimen.
Las desigualdades económicas se agudizan, la discriminación aumenta, las compañías tecnológicas disponen de niveles extraordinarios de poder y el entorno ecológico continúa siendo degradado en nombre del crecimiento económico o la seguridad nacional.
En este informe además damos cuenta de la forma en que las redes sociales se convirtieron rápidamente en un pilar de comunicación del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, así como de las nuevas formas de censura que surgen en la era digital.
La única forma de acabar con la violencia contra la prensa es rechazar la intencionalidad detrás del silencio, es decir la impunidad.
Ahora en el marco de la pandemia, las fracturas existentes en el desarrollo mediático de los países se ponen en relieve y se vuelven más peligrosas si no se toman medidas decididas para tratar de promover mayor independencia y profesionalismo en los medios de comunicación.
La pandemia nos ha puesto de frente a la desigualdad que se vive en nuestro país.
En aquel momento con el caso Aristegui, se sentaban las bases para que ciertos actos de los medios de comunicación fueran considerados actos de autoridad por ser concesionarios de un bien público.
Las crisis nos permiten identificar las fallas estructurales dentro de los distintos sistemas. Para el periodismo mexicano esta es la hora de la verdad. Durante la pandemia se pone en evidencia la “esencialidad” de la profesión por la importancia que supone una sociedad informada y capaz de tomar decisiones sobre su salud y su vida; […]
Desde hace más de 10 años, Article 19 ha señalado que ninguna medida de protección alcanza cuando existe impunidad, cuando las razones por las cuales un periodista decide acercarse al Mecanismo de protección a periodistas -federal o estatal- no son investigadas y sancionadas.
La información es un bien codiciado en estos contextos y, como en todo, los más privilegiados tienen mayor acceso a ella.
Frente a una contingencia sanitaria, requerimos el compromiso del Gobierno, los medios y de la sociedad con la verdad.
El Presidente hace lo mismo que sus antecesores: mantener la negación sobre el sufrimiento y el dolor.
La solución para la crítica, para el escrutinio o para el disenso es el miedo que provoca una posible privación de la libertad.
No basta con que sepamos cuántas personas desaparecidas hay; necesitamos saber sobre el contexto de la desaparición.
El 2020 trae consigo grandes expectativas: una política integral de protección para las y los periodistas, un paquete legislativo que garantice la libertad de expresión.
Es más cómodo y mediático para las autoridades hacer cambios cosméticos que generen una falsa certeza sobre el castigo como mejor respuesta para el crimen en lugar de pensar en las causas del delito y mucho más, en este caso, en la cultura detrás del delito. Por esto, es necesario pensar en otras fórmulas jurídicas para la rendición de cuentas.