Alberto Ruy-Sánchez
Yo estuve hace algunos años en la Casa Hogar dirigida por Rosa Verduzco en Zamora y, como a muchos, me sorprendió el despliegue tanto policíaco como mediático que se ha hecho para acusarla de crímenes exaltados. Nada de lo que describen y muestran las autoridades federales y locales que en espectáculo inusualmente grande (sólo montado […]
En su compleja y transparente relación con los humanos los gatos deciden y hacen más de lo que cualquiera sospecha. El gato es como el deseo, posesivo y tenaz, pero también fugaz e independiente. Temible y seductor, el gato mira y hasta sin irse se va. Por Alberto Ruy-Sánchez.
En la lengua del deseo la lluvia es el abrazo que el universo da a los amantes. Y una vez que se ha gozado su afecto no puede llover sin que les llueva dentro. En la penumbra de los cuerpos amándose, la lluvia es invocación con vocación de estruendo. Por Alberto Ruy Sánchez.
Los amantes se habitan de maneras felizmente inesperadas. Y entre la materialidad del cuerpo y los fantasmas del deseo fluye el río que los une, que los lleva y que son, cada noche, en todas sus visiones y en sus movimientos. Por Alberto Ruy-Sánchez.
Algunas veces los amantes se sorprenden despertando con prisa. Van hacia el fuego a convertirse en llama. Ya nada más los preocupa. Por Alberto Ruy-Sánchez.
En la lengua del cuerpo de los amantes, en su pronunciación irrepetible, basta un giro, un guiño, un parpadeo, un silencio fugaz, un soplo, una nada para transformar el sentido y la profundidad de lo dicho así, que es lo vivido. Un giro sorpresivo nos nombra y nos canta, nos llama y nos marca, tal […]
La memoria de los amantes no evoca sino que invoca: hace vivir lo que se recuerda. Independientemente de qué tanto es fiel o qué tanto inventa. En los laberintos del amor, los recuerdos verdaderos, profundos, plenos, se conjugan en presente. Por Alberto Ruy-Sánchez.
Hay un momento en el que los amantes son testigos mutuos de la chispa que incendia sus cuerpos. Todo comienza, muy probablemente, en la profundidad de los ojos y continúa, no termina, en un estallido. Dibujo de Brian Nissen. Por Alberto Ruy-Sánchez.
No siempre se mira tan sólo con los ojos, sobre todo si comienzan a sentir ese ardor en todo el cuerpo. Podemos mirar a esos novios, en los dibujos de Brian Nissen. Por Alberto Ruy-Sánchez.
La sensación de fragilidad anhelante que despierta un coqueteo en quienes tal vez ya sean futuros amantes despierta música en el cuerpo. No sin una irónica sonrisa. Ilustrada aquí por un dibujo de Brian Nissen. Por Alberto Ruy-Sánchez.
Los amantes ejercen su fuerza de gravedad sobre sus cuerpos, su sorda atracción sin medida. Ejercen también los poderes de su luz, la fuerza de iluminar y algunas veces incluso logran borrar las fronteras del despertar y las del día. Por Alberto Ruy-Sánchez.
Porque me lo preguntan, comienzo a contarles desde la primera Jamsa, la que apareció pintada en un muro encalado en una de las casas de adobe a la entrada del puerto. Es un amuleto y toma mil formas. Esta es la primera. Tal como aparece también en La mano del fuego. Por Alberto Ruy-Sánchez.
Sin motivo aparente, sin ninguna prevención, el cuerpo de la amada se ilumina. Canta con la gravedad del sol, bajo el misterio de la luna y la fuerza de atracción del silencio y del mar. Es una cosa extraña, el cuerpo de la amada y su poder trastornador. Por Alberto Ruy-Sánchez.
Un eclipse es como una canción que entona de pronto el firmameto. Y mil cosas más. Si se tiene la fortuna de un cielo despejado y su avance se vive con la tensión y la atención del deseo, un eclipse rojo puede ser la descripción sideral de un acto amoroso. Ritual del cielo entre los […]
He aceptado con gusto el reto de formar parte del Consejo Estatégico Franco Mexicano en el área de cultura, un grupo desinteresado y plural formado principalmente por empresarios de alto nivel que ya están dando una nueva dinámica a la relación industrial entre Francia y México porque creo que la Cultura también pide a gritos […]
Una cálida mañana de agosto recibimos una llamada sorpresiva de Octavio Paz. Acababa de nacer nuestra hija Andrea. Adormilados después de las muchas horas de parto que Margarita había vivido, pero con la niña ya en nuestros brazos, su entusiasmo condimentó nuestra alegría con una delicada nota de amistad. Atrás de él se oía la […]