Adhara Talamantes
El sector ganadero genera muchísimos gases de efecto invernadero, alrededor de 18 por ciento en dióxido de carbono (CO2), esto es mayor que lo que produce el sector del transporte, en palabras simples, el comer carne contamina más que conducir un auto.
En diciembre, y en especial para la cena de Navidad y Año Nuevo, el consumo de carne aumenta de una forma muy elevada, existen datos que muestran que el consumo de animales como pollos, vacas y pavos aumenta hasta un 20 por ciento.
La vida y muerte de los animales que son explotados como comida son horribles, desde que nacen son separados de su familia, la mayoría de las veces viven hacinados en granjas en condiciones deplorables, si tienen enfermedades no reciben tratamiento, algunos como las gallinas en jaulas de batería no pueden caminar ni abrir sus alas.
Tan sólo en la Ciudad de México se estima que existen 1 millón 200 mil perros viviendo en las calles, población que tiene una tasa de crecimiento de aproximadamente un 20 por ciento cada año, es una tasa de crecimiento imparable y la única manera de detenerla es con acciones contundentes como esta prohibición.
El producir 1 kilogramo de carne toma 10 veces más agua que el producir 1 kilo de granos, esto derivado del índice de conversión de la carne, es mucho más eficiente comer los granos directamente a hacer que los coma un animal para luego comerlo a él.
Darle una vida digna a un cerdo no es cosa fácil y los cerdos una vez que son no deseados acaban abandonados, muertos o maltratados.
Existen muchos factores que han incrementado el cambio climático y uno de los principales es el consumo de carne.
Aún existen muchos retos que debe afrontar este producto, como convencer al mercado y probar su rentabilidad, sin embargo, aunque sea más costosa y la gente se resista a comer algo “no natural” los recursos del planeta no podrán seguir garantizando la producción de carne como se conoce a largo plazo.
¿En qué nos basamos para elegir qué animales nos conmueven y cuáles no? Si una de nuestras respuestas es la inteligencia, los cerdos son muy inteligentes, poseen una inteligencia superior a un niño de tres años de edad.
Que gran maldición para las perras, cerdas y vacas es el ser madres, que gran maldición para los animales es que se hayan cruzado con nosotros los humanos en su existencia.
Estamos todos familiarizados con estos anuncios, logos y slogans que presentan a los animales felices siendo parte de una cadena de marketing para vendernos toda clase de productos de origen animal. Podemos ver a la más austera carnicería que nos ofrece chicharrón con la imagen de un cerdo tomando un feliz baño de aceite hirviendo en una cacerola que funge como un jacuzzi para él.
Estas mega granjas producen alrededor de 250 mil toneladas de carne de cerdo al año, para poder generar estos números hay granjas de cría, de engorda y mataderos que se ubican prácticamente en los mantos acuíferos de Yucatán.
Estos perros son seleccionados, criados y entrenados como perros de búsqueda y rescate desde cachorros, y se les otorga el “trabajo” de apoyar a los humanos rescatistas, si bien no niego que existe una conexión entre su binomio y ellos y que pueden estar bien tratados y entrenados de manera positiva, no dejan de ser utilizados como herramientas para beneficiar al humano.
Las estadísticas de animales sin hogar en México son alarmantes, de acuerdo con el INEGI, México es el tercer país en América Latina en maltrato animal y el primero en perros callejeros.
Renunciamos hoy 6 consejeros y consejeras al Consejo de Protección y Bienestar Animal de N.L. y fuimos cortados en nuestra sesión extraordinaria a los minutos de iniciar cuando empezamos a aclarar un tema que no resultó conveniente, 7 de nosotros la habíamos solicitado en tiempo y forma, respetando los protocolos.
Me parece un muy buen momento para hablar del equipo de futbol Forest Green Rovers, el cual es el primer equipo de futbol con una alimentación totalmente basada en plantas, así como es el equipo de futbol más ecológico y del mundo.