Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo).– En 2011, el escalador Aron Ralston se hizo famoso por la película 127 horas, de Danny Boyle, inspirada en su vida. Ayer, el nombre del deportista que se amputó el brazo para salvarse volvió a llamar la atención de los medios, pero esta vez debido a que fue arrestado por violencia doméstica.
De acuerdo con el diario Denver Post, Ralston, de 38 años, golpeó a su novia, Vita Shannon y a su hijo de tres meses.
El rotativo estadounidense informó que la pareja del escalador también fue acusada y ambos enfrentan cargos, uno por ataque y otro por maltrato de menores.
Una portavoz de la policía, Raquel Lopez, confirmó a la prensa que Ralston fue detenido en Denver por supuestamente poner en peligro a un menor, pero no se ofrecieron más datos del asalto hasta su comparecencia ante el juez para responder por los cargos.
De acuerdo con el padre de Ralston, el incidente de violencia doméstica fue agrandado por los medios. "Al parecer hubo una discusión acalorada, la policía intervino y se levantaron cargos", afirmó Larry Ralston al diario.
"Se trata simplemente de dos personas tratando de sacar adelante una relación difícil", agregó.
El montañero se casó con Jessica Trusty en 2009 y un año más tarde el matrimonio tuvo un hijo, Leo. Sin embargo, se desconocen más datos sobre la situación de este matrimonio.
Según confesó el alpinista en su biografía, Between rock and a hard place, que fue precisamente la imagen de esa futura paternidad la que le dio el coraje de cortarse su propio brazo y liberarse así de la roca que lo había atrapado durante cinco días y poder buscar ayuda.
“Pude ver cómo interactuaba con él sin mi brazo y supe que iba a tener un hijo y que iba a salir de ahí”, confesó.
En 2003, Ralston quedó atrapado en los cañones rocosos de Utah. Exploraba en el cañón Blue John, cuando una roca cayó atrapando su antebrazo derecho y aplastándolo.
Solo una decisión drástica podría sacarlo de allí.
Durante una semana intentó sacar el brazo de todas maneras posibles, trató de levantar o romper la piedra, pero al no conseguirlo, la desesperación se apoderó de él y pensó que iba a morir, a tal punto que talló su nombre, su fecha de nacimiento y su fecha de muerte en la roca.
Al acabarse su agua, bebió su propia orina y grabó en video una despedida para su familia.
Finalmente, deshidratado y confuso, Ralston golpeó su brazo con una piedra hasta romperse los huesos, y con su navaja multiusos cortó la carne y los músculos. Después, usó las pequeñas tijeras para cortar los tendones y, por fin, quedar libre.
Tras unas semanas en el hospital de Colorado, y después de que vigilantes del parque rescataran su brazo y lo cremaran, Ralston regresó al lugar y deposito allí las cenizas. Su aventura quedó inmortalizada en el filme por el que James Franco recibió una candidatura al Oscar.
Tras el accidente, Ralston dio numerosas conferencias por el país y su fortuna se calcula en unos tres millones de euros tras el éxito tanto del libro como de la película.
