Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).- ¿Cuál es el efecto del estrés psicosocial y sus consecuencias para la salud neurológica? Una investigación trató de clarificar las consecuencias de estos factores, encontrando que las mujeres de mediana edad que padecen mucho estrés serían propensas a desarrollar Alzheimer a largo plazo.
Los datos obtenidos por investigadores de la Unidad de Epidemiología Neuropsiquiátrica de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, advierten principalmente sobre los riesgos del ensimismamiento provocado por experiencias estresantes, sobre todo en la mediana edad.
Para ello, el grupo de científicos liderados por Lena Johansson, realizó un seguimiento a mujeres de ese país, nacidas entre 1914 y 1930, durante un periodo de aproximadamente 40 años, publicó la revista BMJ Open.
"Nuestro estudio muestra que factores comunes de estrés psicosocial pueden tener consecuencias severas y prolongadas tanto de tipo fisiológico como de tipo psicológico", afirman los autores de la investigación recién publicada.
El estudio comenzó en 1968, cuando las participantes tenían 38 años o más. Por su parte, los autores entrevistaron a 800 de esas mujeres sobre su salud mental y el bienestar por lo menos una vez por década hasta el 2005.
Las voluntarias que se sometieron al estudio sobre la evolución de su salud en 1968, se sometieron a distintos exámenes y test neuropsiquiátricos periódicamente a lo largo de su vida, en 1974, 1980, 1992, 2000 y 2005.
En cada visita, aparte de las pruebas habituales, cada participante debía relatar si sufría síntomas relacionados con el estrés, como irritabilidad, miedos frecuentes o problemas de sueño.
El equipo de científicos se concentró en 19 experiencias estresantes que pudiera haber sufrido, como divorcio, viudez, problemas de trabajo o la enfermedad de un familiar, así como en el nivel de estrés que dichas situaciones provocaban.
Además, tanto las historias clínicas como los resultados de las evaluaciones neuropsiquiátricas fueron revisadas para saber a cuántas participantes les diagnosticaron demencia durante la investigación.
De acuerdo con el equipo, para 2005, 153 mujeres tenían demencia, incluidas 104 con alzheimer. Se comprobó que por cada factor de estrés extra que las mujeres habían mencionado en 1968, el riesgo de desarrollar alzheimer con los años aumentaba un 20 por ciento.
No bastando con lo anterior, las mujeres con estrés prolongado también presentaron un alto riesgo de padecer Alzheimer, independientemente de la cantidad de experiencias estresantes que hubieran vivido.
Según los datos obtenidos, un 25% de las voluntarias reconocieron experimentar un factor estresante en su vida, mientras que el 16% admitió tener más de cuatro, de los cuales el problema más frecuente citado por todas las mujeres fue el tener algún pariente cercano aquejado de un trastorno psiquiátrico.
Los científicos reconocen en sus conclusiones que "son necesarios más estudios que confirmen estos resultados", por otra parte, hacen énfasis en indagar si es necesario poner en marcha iniciativas para manejar el estrés en determinados pacientes para preservar su salud.
Johansson, agregó no tener "motivos para pensar que esta relación sea distinta en los hombres".
Por su parte, aunque el estudio no prueba que exista una relación causa-efecto, el especialista en Alzheimer del Centro Médico de Rush University, Chicago, Robert S. Wilson, dijo: "Esta es la mejor prueba hasta ahora de la relación entre los estresores psicológicos y la demencia. Es realmente asombroso".
No obstante, el equipo de Johansson dio a conocer que, según su punto de vista, existen varias explicaciones que podrían respaldar su hipótesis. De esta manera, el estrés podría desencadenar una serie de reacciones fisiológicas en el sistema nervioso central, el sistema endocrino, el sistema inmune y el sistema cardiovascular que, de forma conjunta, afectarían al funcionamiento del cerebro y, en consecuencia, aumentarían las posibilidades de desarrollar demencia.