Cuando Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia de México, publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para regular la operación de agentes extranjeros, como la DEA, la CIA y el FBI, en México. Actualmente, Claudia Sheinbaum Pardo sigue la misma línea en contra de la intervención de Estados Unidos en el país.
Ciudad de México, 6 de febrero (SinEmbargo).- La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo advirtió este jueves que México no permitirá la participación de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en investigaciones en el territorio nacional e insistió en que lo que se acordó con el Gobierno de Estados Unidos (EU) es colaboración y coordinación para trabajar en materia de seguridad, pues el país, defendió, merece respeto a su soberanía.
"No. Colaboración, coordinación con todo el Gobierno de los Estados Unidos. Eso es lo que estamos pidiendo. Ahí tienen agencias, distintas agencias, pero lo que pedimos es coordinación, colaboración. Imagínense que haya pedido más presencia de la DEA en nuestro país. No, no. De lo que hablamos fue de la coordinación y realmente el resultado fue muy bueno porque ya habló el doctor [Juan Ramón] De la Fuente con el Departamento de Estado, con el Secretario del Departamento de Estado, Marco Rubio. Tuvieron una conversación, por lo que me informó el doctor De la Fuente, para ver cómo van a ser estos grupos de coordinación. Entonces va a haber buena coordinación, va haber buena colaboración, siempre en el marco de nuestras soberanías y el respeto a nuestros países", explicó la Presidenta ante una pregunta expresa de la prensa.
Ayer, Sheinbaum Pardo envió un fuerte mensaje a Estados Unidos después de las tensiones que se vivieron el fin de semana por la imposición de aranceles a México -que fue pausada un mes- y justo cuando el Gobierno de Donald Trump ha endurecido sus planes expansionistas. "No somos colonia de nadie, ni protectorado de nadie", dijo en el marco del 108 Aniversario de la Constitución de 1917.
"La Constitución es nuestro escudo para defender a la Nación. Por eso, en estos tiempos, en los que aparecen amenazas a nuestra soberanía nacional, en los que el espíritu intervencionista asoma las puertas de nuestra Patria, es momento de recordar la historia y nuestra grandeza. México es un país libre, soberano, independiente. No somos colonia de nadie, ni protectorado de nadie", afirmó desde Querétaro.
La Cuarta Transformación pone alto a la DEA
La DEA, creada en julio de 1973 bajo la Presidencia de Richard Nixon, es la agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos que se dedica a la lucha contra el contrabando y el consumo de drogas en ese país, pero su trabajo se extiende en 68 países, incluido México, donde mantiene oficinas en 10 ciudades: Tijuana, Ciudad Juárez, Nogales, Hermosillo, Monterrey, Matamoros, Mazatlán, Guadalajara, Mérida y la Ciudad de México. Expertos en temas de narcotráfico coinciden en que esta agencia estadounidense trabaja de manera unilateral, sin acuerdo con las autoridades mexicanas y muchas veces bajo el cobijo del propio Gobierno federal, como en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, donde "se metieron hasta la cocina".
Sin embargo, cuando Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia de México, publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para regular la operación de agentes extranjeros, como la DEA, la CIA y el FBI, en México. En el documento, se establecía que el país podría suspender los convenios de cooperación bilateral y prohibir las actividades de agentes extranjeros en caso de comprobar que cometieron algún ilícito.
Actualmente, Claudia Sheinbaum sigue por la misma línea. En diferentes discursos ha defendido el no intervencionismo ni injerencismo de Estados Unidos en Mexico. Aunque con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y la clasificación de los cárteles como organizaciones terroristas, en un esfuerzo por ejercer presión sobre el Gobierno mexicano para que controle el tráfico ilegal de drogas, especialmente de fentanilo, ha abierto algunas preguntas, pues el decreto que firmó incluye sanciones económicas, restricciones de viaje y acciones militares en otros países.
La DEA y la masacre de Allende
La historia reciente demuestra que dar rienda suelta a las agencias extranjeras puede ser mortal. Durante el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, una filtración de la DEA desencadenó en marzo de 2011 la masacre de Allende, Coahuila, que durante casi dos años permaneció en silencio.
El crimen perpetrado por Los Zetas que se cobró la vida de alrededor de 300 personas —según testimonios de los propios pobladores— desoló a toda una población y tuvo como detonante la corrupción de las autoridades, federales y estatales, así como la negligencia de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos que confió información sensible a la Unidad de Investigaciones Sensibles (UIS) que ya había dado pruebas de su infiltración por parte de la delincuencia organizada.
La DEA descuidó el testimonio de operadores de Los Zetas, quienes revelaron los números telefónicos de Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, el Z-40 y Z-42, respectivamente, como parte de una operación que buscaba detenerlos por su papel en el tráfico de cocaína a Estados Unidos.
Distintos personajes involucrados advirtieron de cómo esta Unidad estaba bajo sospecha, pero las alertas fueron ignoradas y esta información sensible llegó a los oídos de lo Treviño Morales, quien decidió vengarse contra familiares lejanos, amigos, trabajadores y conocidos de sus delatores, sin importar que fueran inocentes.