El estado Tabasco, el bastión de Morena, enfrenta una combinación de factores que incluyen una creciente inseguridad y una intensa lucha interna por el control del poder entre facciones del obradorismo. Dicha situación, sino se resuelve, puede afectar a la Presidenta Claudia Sheinbaum, de acuerdo con analistas de la región.
Ciudad de México, 9 de febrero (SinEmbargo). – Tabasco, bastión político de la Cuarta Transformación y cuna del expresidente Andrés Manuel López Obrador, se encuentra en una escalada de violencia, producto de disputas entre grupos criminales, que ha llevado a la entidad a ser el estado con el mayor repunte de homicidios a nivel nacional. De forma paralela está en medio de una lucha interna por el control del poder entre facciones del obradorismo.
La semana pasado al menos ocho personas fueron asesinadas en distintos hechos violentos ocurridos en Tabasco, entre ellas, dos policías estatales que fueron emboscados por sujetos armados. Frente a la ola de violencia que azota Tabasco, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) anunció el despliegue de 300 efectivos del Ejército Mexicano, en el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad impulsada por el Gobierno de la República.
El aumento de la violencia en la entidad no solo es cuantitativo, sino también cualitativo, ya que también se registra un incremento en la brutalidad con la que se cometen los hechos violentos. El 6 de febrero, además de una jornada violenta, trascendió el rescate de un joven identificado como Rafael, originario de Chiapas, quien estaba privado de la libertad y había sido encerrado en un cuarto, bloqueado con un muro de concreto.
De acuerdo con la información difundida, el rescate ocurrió durante un cateo realizado por la Fiscalía General del Estado en una vivienda de la colonia Punta Brava, en Villahermosa. Ahí fue encontrado Rafael, de 18 años, quien había sido secuestrado y forzado a vender drogas por un grupo delictivo.
“Este asunto no se va a resolver localmente”, señaló en entrevista con SinEmbargo, el analista y experto Víctor Sámano, quien consideró que la Presidenta Claudia Sheinbaum debe tomar un rol más activo en la seguridad nacional y en la estabilización de Tabasco. De acuerdo con el experto, la inseguridad se ha convertido en un problema de soberanía nacional, pues se trata de que no encuentren eco los discursos en Estados Unidos que acusan a las bandas criminales de controlar regiones de México.
Desde el año pasado, Tabasco está sumergido en una espiral de violencia que ha puesto en alerta no solo a sus habitantes, sino también a nivel nacional. El repunte en indicadores de violencia es alarmante, pues ha llevado a ese estado a posicionarse como en primer lugar en el país por el incremento de homicidios dolosos.
En 2024, las víctimas de homicidio doloso en Tabasco alcanzaron las 892, lo que representa un aumento del 252.56 por ciento respecto a las 253 registradas en 2023, se trata de la cifra más alta en la historia reciente del estado, superando incluso el pico alcanzado en 2019, cuando se registraron 670 víctimas. Dicho aumento se sitúa muy por encima de otros estados que también experimentaron alzas en las cifras de las víctimas de homicidios dolosos, como Baja California Sur, Sinaloa y Chiapas que vieron incrementos de 155.55 por ciento, 87.19 y 43.30 por ciento, respectivamente.
Pero no solo los homicidios dolosos han repuntado en la entidad. Los secuestros también aumentaron considerablemente en 2024, con un alza del 157.14 por ciento, ya que en 2023 se registraron 21 víctimas de secuestro, mientras que el año siguiente esta cifra subió a 54. Los feminicidios también aumentaron un 61.11 por ciento, al pasar de 18 en 2023 a 29 en 2024. Las extorsiones también mostraron un incremento del 41.17 por ciento, alcanzando 144 víctimas el año pasado.
El especialista y analista político, Víctor Sámano, atribuye esta escalada violenta al rompimiento de una “paz simulada” entre bandas criminales, que desembocó en una confrontación violenta tras el despliegue del operativo "Tabasco Seguro", implementado por el gobierno federal con apoyo de fuerzas militares. Este contexto no solo intensificó la actividad de las bandas ya presentes, sino que también propició un ambiente favorable para que otros grupos delictivos operen aprovechando la saturación de las fuerzas de seguridad.
“Había una una paz simulada. No digo que no había delitos, pero no se había llegado a este nivel. […] Esta escalada se registra particularmente a partir de diciembre de 2023 y enero de 2024. A partir de entonces, el gobierno federal decide apoyar con un operativo que se llamó 'Tabasco Seguro'. Vienen militares, vienen fuerzas especiales del Ejército y esto provocó también una respuesta muy violenta por parte de las distintas bandas que operan en el estado, que aparentemente estaban sin ser molestadas. En este contexto, obviamente, por un lado, lo que se dice oficialmente es que se trata de la confrontación de al menos dos grandes bandas delictivas. Pero también, en este contexto, se crean las condiciones para que otro tipo de delincuentes sientan que tienen condiciones para operar, porque por un lado están las fuerzas de seguridad ocupadas en vigilar y atender estos enfrentamientos, y por el otro lado, esto se acompaña de una descomposición”, explicó el analista en entrevista con SinEmbargo.
Además del factor criminal, la situación de violencia en Tabasco está marcada por intensas luchas políticas internas dentro del partido Morena. En el centro del conflicto se encuentran dos grupos políticos de la entidad: uno liderado por el actual Gobernador Javier May, cercano a la Presidenta Claudia Sheinbaum, y otro encabezado por el exgobernador Adán Augusto López, quien fue rival de Sheinbaum en la contienda presidencial.
La pugna se ha intensificado desde noviembre de 2023, cuando diversos medios destacaron las declaraciones del Gobernador Javier May señalando a Hernán Bermúdez, Jefe de Policía de Adán Augusto López, de haber protegido al líder del grupo criminal La Barredora. El Gobernador de Tabasco mencionó: "Quienes estuvieron antes que nosotros tendrán que explicar todo esto". Además, en una conferencia de prensa en noviembre de 2023, afirmó que “todos saben quién comandaba La Barredora”, haciendo referencia a Bermúdez.
Las tensiones entre los grupos políticos han escalado, sobre todo porque el exsecretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez, ha sido señalado por su posible vinculación con el crimen organizado. En 2006, Bermúdez fue investigado por su presunta implicación en un caso de secuestro y homicidio. Además, en 2022, documentos filtrados por el grupo de hackers Guacamaya revelaron que el exfuncionario había sido investigado por sus presuntos vínculos con grupos criminales dedicados al tráfico de migrantes y al robo de hidrocarburos.
Adán Augusto López – quien fue gobernador en funciones tres años, desde el 2018 hasta 2021 cuando solicitó licencia para unirse al gabinete de Andrés Manuel López Obrador – también ha sido cuestionado sobre estas acusaciones. Sin embargo ha negado los señalamientos.
Con la llegada de Javier May al gobierno estatal, se ha iniciado una reestructuración de las instituciones de seguridad, a la par que se ha señalado a sus antecesores de pactar con el crimen.
Sámano relató que la rivalidad entre ambos grupos no es nueva, ni se presentó desde la conformación de Morena, sino mucho antes. Detalló que la rivalidad data de los años 2000, cuando Adán Augusto y otros exmilitantes del PRI ingresaron al PRD, fundado por Andrés Manuel López Obrador, generando divisiones internas. Estas disputas se intensificaron en 2011 con alianzas que enfrentaron a los grupos de May y Adán Augusto López, y se han mantenido con la fundación de Morena y hasta la actualidad.
No obstante, la contienda interna por la candidatura de Morena a la gubernatura consolidó al grupo de May, que obtuvo una victoria contundente, mientras que el grupo de Adán Augusto se encuentra en una posición más debilitada en el estado, pero fuerte a nivel nacional, pues recibió la coordinación de los senadores de Morena en la Cámara Alta.
“Esta confrontación se repite cuando se funda Morena. Ahora bien, a esa competencia local se le suma un ingrediente nacional: en la contienda entre Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, el grupo de Javier May se pronunció abiertamente por Sheinbaum, quien finalmente ganó la candidatura y la presidencia. Esto abrió el camino para que, en la contienda interna por la candidatura local, el grupo de Javier May ganara de manera arrolladora”, detalló.
No obstante, la disputa entre los grupos de poder en Tabasco tiene consecuencias más allá del ámbito local, de acuerdo con Víctor Sámano, quien aseguró que esta situación también afecta la Presidencia de la República, ya que Tabasco es considerado un bastión del obradorismo.
"Este asunto no se va a resolver localmente. Este es un tema que tiene que ver con el empoderamiento de la Presidenta. No es posible que una Presidenta tenga a sus adversarios en la contienda encabezando grandes poderes como el Senado y la Cámara de Diputados, además de otros cargos en el gabinete”, dijo el especialista.
Mientras la violencia y la polarización política se intensifican en Tabasco, la percepción de inseguridad sigue siendo una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, detalló Sama. “Acaban de salir unas cifras del INEGI en las cuales Villahermosa, Tabasco, ocupa el primer lugar en percepción de inseguridad. Sin embargo, en el contexto nacional, Tabasco está en el lugar 11 de víctimas de homicidio doloso por entidad federativa. Entonces, lo que está sucediendo en Tabasco, esta explosión de violencia y delitos, ha alimentado esta percepción de muy alta inseguridad”, destacó el analista.
La tendencia violenta
El análisis de la violencia en Tabasco muestra que, en el caso de los homicidios dolosos, la entidad había registrado una tendencia a la baja desde 2019. Ese año marcó el punto más alto de víctimas, tras un aumento sostenido desde 2016.
En 2016, se contabilizaron 283 víctimas de homicidio doloso, cifra que aumentó a 402 en 2017 y a 570 en 2018. Para 2019, se alcanzó un pico de 670 víctimas. Sin embargo, a partir de ese año, las cifras comenzaron a descender: en 2020 se registraron 604 víctimas, en 2021 fueron 451, en 2022 bajaron a 328 y en 2023 se contabilizaron 253.
No obstante, en 2024 la violencia homicida en Tabasco se disparó, alcanzando 892 víctimas, lo que representa un incremento de más del 252% en comparación con 2023. Además, esta cifra supera por un margen significativo las 670 víctimas registradas en 2019, convirtiéndose en el año con más homicidios dolosos en la historia de la entidad.
La tendencia de disminución también se había mantenido en los secuestros desde 2018. Ese año se registraron 116 víctimas, cifra que descendió a 47 en 2019, a 38 en 2020, a 24 en 2021 y a 18 en 2022. Sin embargo, en 2023 la tendencia se rompió, con un incremento a 54 víctimas de secuestro.
Una situación similar ocurrió con los feminicidios. En 2018 se registraron 40 víctimas, mientras que en 2019 la cifra bajó a 27. En 2020 y 2021 se reportaron 15 víctimas por año, en 2022 fueron 17 y en 2023 hubo 18. Sin embargo, en 2024 la tendencia se revirtió, con un incremento a 29 feminicidios en la entidad.
Ante esta crisis, el gobernador Javier May ha implementado una reestructuración en las instituciones de seguridad pública. El general Víctor Hugo Chávez fue ratificado como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, y en una medida sin precedentes, se designó a un militar al frente de la Fiscalía del Estado y a elementos castrenses en al menos once municipios gobernados por Morena. Sin embargo, Sámano señaló que hasta ahora no se ha presentado un plan de seguridad integral, limitándose a acciones específicas.
A pesar de estos esfuerzos, el analista enfatizó que la coordinación entre los estados del sureste mexicano es indispensable para enfrentar a bandas criminales que operan en varias entidades. Los retos para el gobierno de May, de acuerdo con en analista, no solo se centran en contener la violencia, sino también en revertir su escalada y demostrar que existe capacidad para garantizar seguridad en un estado emblemático para el obradorismo.
Para el especialista, la violencia en Tabasco no puede tratarse como un problema local, ya que consideró que su impacto sobre la estabilidad de la región y las implicaciones en el discurso político internacional exigen una respuesta firme y coordinada
“No es nada más un pleito entre políticos, no es un pleito entre bandas y decir ` No pasa nada. ¡No! Creo que estamos en el en un momento en el cual en se tiene que decidir si hay estado o no hay estado, estado mexicano (me refiero) no nada más estado de Tabasco.”
En 2024, 19 de las 32 entidades federativas registraron un incremento en el número de víctimas de homicidio doloso en comparación con 2023.
Tabasco encabezó la lista con un aumento del 252.56 por ciento, al pasar de 253 homicidios en 2023 a 892 en 2024. Baja California Sur ocupó el segundo lugar, con un incremento del 155.55 por ciento respecto al año anterior.
Sinaloa fue la tercera entidad con mayor alza en homicidios dolosos, con un crecimiento del 87.19 por ciento, al pasar de 531 víctimas en 2023 a 994 en 2024. Chiapas se ubicó en el cuarto lugar, con un incremento del 43.30 por ciento en asesinatos.
Yucatán ocupó el quinto lugar en aumento de violencia homicida, con un alza del 29.41 por ciento respecto al año anterior. Aguascalientes, que históricamente ha registrado cifras bajas de homicidios, también presentó un incremento del 24.21 por ciento, mientras que Tlaxcala reportó un aumento del 23.68 por ciento en 2024 con relación a 2023.