Barbara Byers se enteró de que el Gobierno la declaró oficialmente muerta después de que los bancos cerraron todas sus tarjetas de crédito y débito.
Ciudad de México, 31 de octubre (La Opinión/SinEmbargo).- Barbara Byers sabe lo que es estar muerta, al menos a los ojos del Gobierno.
Ella se convirtió en 1 de los 5 mil estadounidenses que, cada año, descubren que se han convertido en “muertos vivientes”. Estos ciudadanos son declarados por el Gobierno accidentalmente fallecidos. Como consecuencia, se cancelan todas las cuentas y tarjetas de crédito. Los bancos y los acreedores son alertados de estos hechos. Incluso los médicos son informados.
Por supuesto, el problema es que estas personas no están realmente muertas. Y lo peor es el proceso de probar que siguen vivas.
¿Cómo declaraa a uno accidentalmente muerto en primer lugar? A menudo, la prueba puede ser tan simple como un error al escribir el número de seguridad social en un formulario, desencadenando un efecto dominó.
Barbara se enteró de su “muerte” después de que sus bancos cerraron todas sus tarjetas de crédito y débito. Esto fue aproximadamente 10 días después de que el Gobierno afirmara que descansaba en paz.
Entonces, ¿qué hacer para darle la vuelta a ese fatal destino? Los expertos aconsejan ir inmediatamente a la oficina local de seguridad social con varios modos de identificación.
Allí se debe solicitar una carta que diga que no está, de hecho, fallecido, y luego enviarla por fax a los bancos y a su aseguradora. Tampoco hay que olvidar verifica el crédito
Afortunadamente, Barbara ha sido restaurada “de vuelta a la vida” y su caso ahora está cerrado.
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