Los maestros protestan contra la Reforma Educativa pues, dicen, los responsabiliza de todo. Ellos enseñan en escuelas donde muchos niños llegan sin probar bocado, no hablan español, no hay luz ni sanitarios. De eso no habla la SEP.
Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo).– Sobre la explanada del zócalo del Distrito Federal, Mario García Flores termina de repartir unos volantes, al tiempo que platica con las personas y les explica los motivos de su presencia. La de él, y también la presencia de cientos de maestros que viven bajo lonas y carpas en el corazón de la capital del país.
Es profesor y viene de Arteaga, Michoacán. Ahora es comisionado de gestión educativa de la sección 18 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Sus compañeros preparan un periódico mural para recibir y explicarle a la gente el motivo de su presencia. Sobre ellos cae el peso de esa imagen negativa: mal evaluados, reprobados, revoltosos, corruptos y faltos de ética.
En medio de la charla, un joven pregunta dónde están instalados los compañeros de la sección 21. Mario García le indica dónde. El joven trae consigo una maleta y una bolsa grande que contiene un cobertor. Su nombre es Andrés y recién llegó de José el Alto, en la mixteca oaxaqueña. Tiene 26 años y es profesor de una telesecundaria: “Se habla de mejor calidad en la educación… en mi comunidad ni siquiera hay luz eléctrica”, dice.
A unos pasos de él, está Linda, acompañada de otra profesora más grande, quien contempla la tarda, bajo una lona blanca, amplísima. Afuera se oyen las primeras gotas de lluvia. Vicenta es el nombre de la otra maestra, quien habla con cierto recelo, pero poco a poco fluye:
“Nosotras, pudiendo estar mejor en nuestras casas, sin pasar fríos ni incomodidades, estamos aquí. Nos culpan de que somos flojos, que abandonamos nuestras escuelas, no toman en cuenta que estamos en este lugar porque no aceptamos la reforma educativa. Oaxaca es un estado de lucha, y el magisterio tiene derecho a luchar por una educación pública digna”, comenta sin exacerbarse.
Aquí, bajo las lonas, la catedral y los grandes palacios que custodian la explanada del zócalo, dejan de existir. Es otro mundo. El de la resistencia, la disidencia magisterial. También el de la solidaridad. Algunos cocinan, soplan los anafres, sirven el café, recogen los platos desechables; otros reparten volantes, pegan fotografías, hablan con la gente. Los malmiran.
Mario García aclara: “Los maestros estamos aquí porque nos oponemos al paquete de reformas estructurales que aprueban los políticos. Lo que tiene que ver con seguridad social, laboral, hacendaria y, por supuesto, la educativa. Dicen que nos oponemos a ser evaluados. Eso es falso. Donde nos oponemos es que esa evaluación está descontextualizada. Está hecha con una visión centralista, que no contempla a las comunidades indígenas, sus contextos reales”.
Poca gente se anima a hablar con ellos y escucharlos. Son, gracias a las imágenes televisadas, los responsables de destrozos y desmanes, como lo acontecido en Chilpancingo Guerrero. Para el experto en sistema educativo nacional y catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Sergio Martínez Romo, “cuando hablamos de educación todo se centra en los profesores, como si ellos fueran los únicos responsables del sistema educativo en México, cuando en realidad este tema es muy amplio y complejo, no tan simplista como muestran los medios”.
Pero si el tema está centrado sólo en la imagen negativa de los profesores, de su supuesta culpa de que la “baja calidad educativa en México, también se debe a que se ha responsabilizado a los maestros de la educación en México. Se les considera sólo profesionales de la enseñanza, cuando un maestro va más allá de esto: tiene contacto directo con su comunidad, con los padres de familia y los alumnos. Cuando en una escuela no hay profesor de artísticas, educación física, psicólogo, es el maestro quien interviene. Ser profesor va más allá del aula, y eso es lo que muchos no contemplan”, puntualiza María de la Luz Arriaga Lemus, integrante de la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública.
PROPUESTA EMPRESARIAL, NO EDUCATIVA
Un cocinero, hizo un día una asamblea en su cocina, en la que reunió diversas aves: gallinas, gansos, pavos, patos… Tras darles una calurosa bienvenida, les preguntó encendiendo el fuego: ¿Con qué salsa quieren ustedes ser cocinadas? El revuelo ante sus palabras fue ensordecedor. Las aves, indignadas, volaban enloquecidas, hasta que una humilde gallina le dijo: ¡Pero nosotras no queremos ser cocinadas de ninguna manera! Entonces el cocinero, sonrió enternecido y aclaró: Amiga mía, eso está fuera de toda cuestión… serán todas guisadas. Les dejo, sin embargo, la salsa con la que quieran ustedes ser cocinadas.
Con este relato de Eduardo Galeano, la doctora Arriaga Lemus explica lo que sucede entre Emilio Chuayffet, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y los maestros. “Enrique Peña Nieto y, en especial, Chuayffet dicen estar abiertos al diálogo, pero es lo mismo que pasa con este relato. Se les invita a los maestros a dialogar cuando ya se impusieron las decisiones: la supuesta reforma al Artículo Tercero y al 73. Se les invita a que decidan cómo quieren que se les despoje de sus derechos laborales”, elucida la también catedrática en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Mario García lo entiende así: tras el bache económico en 1982, organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial obligaron al Estado mexicano a cambiar su política económica. Esto orilló a que México virara hacia un proyecto más empresarial, capitalista-neoliberal, donde la educación no fue la excepción.
Tras la Revolución Mexicana, la educación pública se convirtió, asegura María de la Luz Arriaga, en una prioridad para el país. Era un proyecto social, afianzado aún más durante la expropiación petrolera, donde el Estado invirtió en la preparación de maestros, con el fin de forjar ciencia y tecnología nacional.
“Pero con el cambio económico y, sobre todo, con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) la educación pasó de ser un proyecto social, a tener miras empresariales. Ahora, con la reforma educativa lo que se pretende es que haya un mecanismo de privatización. Al abrir la posibilidad de contratar servicios de limpieza, computación, maestros de idiomas. Una forma de que el Estado se desentienda de sus responsabilidades para garantizar el derecho a la educación”, aclara.
García Flores, como líder magisterial, considera que si los maestros se movilizan no es sólo por los artículos antes mencionados, sino porque desde hace años la SEP ha dejado de ser corresponsable, incumpliendo con la Constitución en cuanto a educación se refiere.
“El gobierno se quita esa responsabilidad de dar cumplimiento al artículo 3, donde se expone que la educación es laica, obligatoria y gratuita. Es mentira que sea gratuita. Son los padres de familia, los alumnos y los maestros quienes ponemos materiales para erigir una escuela o mantenerla. No protestamos porque nos neguemos a la evaluación, sino porque no se puede medir la capacidad de un profesor con una prueba generalizada y fuera de lugar. No se nos puede decir que somos aptos para trabajar, cuando la prueba es antipedagógica. Un maestro es más que un reactivo”, recalca.
El artículo 73 es otro de los enconos del magisterio con el gobierno de Peña Nieto, el cual precisa el ingreso al servicio docente y la promoción de cargos con funciones de dirección o supervisión de la educación básica y media superior, mediante concursos de oposición; donde se fijarán términos, criterios y condiciones de la obligación obligatoria para el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia en el servicio profesional.
Arriaga Lemus explica que mediante esta reforma al artículo 73, se deja la puerta abierta para que cualquier persona pueda presentar examen y ocupar una plaza. No obstante, de que los profesores serán evaluados a través de los alumnos. “Con esta evaluación, un maestro puede obtener su plaza, pero será evaluado cada cuatro años, con posibilidades a que pierda su trabajo base. Pero el problema no está en la evaluación, qué bueno que se haga… sino en que esta evaluación no evalúa pedagógica ni integralmente al maestro. Es una evaluación que no está avaluada. Hay que entender que la reforma educativa, no es educativa, es administrativa”.
Pone el ejemplo de una niña que vive en la sierra de Guerrero, que no habla castellano y que no conoce la ciudad. La misma prueba que contestará, será la misma que responda una niña del Distrito Federal. “Si a un niño se le pregunta sobre algo que no tiene en su entorno, ¿qué responderá? Su evaluación será mala, saldrá reprobado, y con él su maestro también”, acota García Flores.
LA SEP, ¿INSTRUMENTO DE LA OCDE?
Creada la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 1994, al final del gobierno de Carlos Salinas, ha mantenido un estrecho vínculo con la SEP. En 2008, estableció el Acuerdo para Mejorar la Calidad de la Educación de las Escuelas en México, “además de determinar qué cambios de política había de hacer en México, también se diseñaron reformas de política educativa. Resultaron varios estudios que derivaron en recomendaciones o lineamientos a la SEP”, añade Arriaga Lemus.
Para la especialista, aquí está el germen de la reforma educativa. Responsabiliza a Elba Esther Gordillo de vender los derechos laborales de los maestros al firmar en 2008 la Alianza por la Calidad Educativa.”Ella, junto a la cúpula del charrismo sindical del SNTE, es responsable de que los dos sexenios panistas y ahora, con Peña Nieto, logren el despojo laboral de los profesores. Ser maestro era una profesión de Estado, ahora peligran todos”.
La creación del Instituto para la Evaluación de la Educación (INEE), contemplado en el artículo 73, significa tanto para García Flores como para Arriaga Lemus el debilitamiento de la SEP en temas que eran de su competencia. Y es que desde la década de los 70, esta secretaría se encargó de evaluar la educación del país. El INEE fue creado por decreto presidencial en 2002, con Vicente Fox Quesada, “pero desde su origen no ha realizado una revisión de sus alcances y limitaciones. Por eso sorprende que ahora se convierta en autoridad educativa”, añade la doctora en Economía.
Pero la especialista añade a la lista otra organización que, según sus dinámicas, diseñó propuestas educativas que Enrique Peña Nieto retomó en el Pacto por México. Mexicanos Primero, asociación ligada a Televisa, quien durante estos días de movilización magisterial ha criticado acremente a los profesores y opositores a la reforma educativa.
“Se les debería llamar Empresario Primero. Ellos crearon un documento llamado Ahora es Cuando 2012-2024, y propusieron caminos para alcanzar la calidad educativa. Cuando calidad es una palabra utilizada para un producto, no para personas, desde ahí se ve la visión empresarial para la educación pública. Estas propuestas dieron pie a las modificaciones constitucionales al Tercero y al 73”, indica la también normalista.
EDUCACIÓN PÚBLICA: NI GRATUITA NI DEMOCRÁTICA
Las escuelas de Linda y Vicenta están en la periferia de Oaxaca, en la capital. Ambas comparten la experiencia y coinciden en que sus alumnos viven con pobreza, en salones poco aptos para dar tomar clases. Linda sube el tono de voz cuando se le pregunta sobre la imagen negativa de los maestros. Ella entiende que algunos tomen medidas radicales ante la falta de diálogo, pero asegura que los maestros de Oaxaca llevan décadas de movilización. “En mi lugar hay una maestra que atiende mis grupos. Estoy tres días acá y me regreso. Dejé todas mi clases preparada”, advierte.
Vicenta platica que en los años que lleva al frente de la escuela ha visto de todo. Ahora mismo acude una niña que vive con cáncer. “Después de su quimioterapia, al otro día, está en la escuela. Lo mismo me tocan niños con síndrome de Down. Tenemos que atenderlos a todos, no hay escuelas especiales para ellos. Y una como maestra debo darles esa educación, porque es gratuita y obligatoria, no debo discriminar, pero el gobierno no toma su responsabilidad. Por eso estamos aquí”.
Un caso distinto es del maestro Froylán. Es paisano de Mario García. En Arteaga, Michoacán está una escuela integral, donde se les enseña a los alumnos a relacionar lo académico con su comunidad. Padres de familia, maestros y alumnos trabajan y crean juntos. Entran a los alumnos las ocho de la mañana y salen a las 4 de la tarde. Como prueba, el maestro presume mediante una exposición fotográfica los logros obtenidos:
Dulces típicos, elaborados con productos naturales, hechos por los alumnos y sus amilias. Ahí desayunan y comen. De 8:00 a 8:12 tienen activación física, mediante movimientos despiertan los cuerpos de los niños y los preparan para tomar el primer bloque de clases. Toman el recreo, luego más clases y a la 13:15 están listos para comer. A las14:00 horas comienzan los talleres, donde también participan las familias.
“La idea de este trabajo es que los alumnos relacionen lo que ven en las aulas con su entorno. Por eso trabajamos con recursos naturales, hacemos compostas, sembramos, fabricamos dulces. Somos autosustentables. Ellos dan una módica cooperación. Los de preescolar aportan cuatro pesos; los de primara, seis; y los secundaria, ocho. Con lo que vendemos de dulces lo destinamos a los desayunos y comidas”, cuenta.
La pedagogía que han creado en esta escuela de Arteaga es sorprendente. Primero porque los 16 profesores se reúnen para detectar las principales problemáticas. Hacen una lista y las jerarquizan, proponen temas y formas de resolverlas. Luego se juntan con los padres de familia y los alumnos, y exponen los temas; les piden participación, se ponen de acuerdo, aportan y así es como trabajan todo el año.
“Estoy aquí, porque quiero que el gobierno no se deslinde de sus responsabilidades. Si ellos nos ayudaran con más recursos, estoy seguro que en Arteaga avanzaríamos más rápido. Sin embargo, no nos detendremos. Hemos creado una gran comunidad”, advierte.
Linda, en cambio, considera que en su región los niños llegan sin desayunar. Cuando se les pide que hagan una tarea, la mayoría carece de recursos y no participan. “No hay computadoras. Si tienen que investigar algo, por lo menos deben contar con 10 pesos para el internet, muchos carecen de eso, apenas y tienen para comer”. Vicente le roba la palabra, tiene que hablar más alto porque ha comenzado a llover y la lona se tambalea con el viento:
“Oaxaca es un mosaico. Somos un estado con multiculturalidad. No se puede evaluar a un niño como a otro de ciudad. Nosotras tenemos que ayudarlos como sea. Trabajamos horas extras, ponemos de nuestro bolsillo para hacer actividades. Eso no lo dicen en la televisión. Somos los revoltosos, los flojos, los que echamos a perder la educación en México. Ojalá pudieran visitar nuestras comunidades, para que vieran la realidad de la tele y la realidad de nosotros”, enfatiza Vicenta.
… Y LA EDUCACIÓN A PIQUE
Sergio Martínez, especialista en educación cree importante este momento, donde las reformas educativas, promovidas por el gobierno de Enrique Peña Nieto, tomen otro giro. Lo transcendental para el investigador es no centrarse en que los maestros son los responsables de todo; cambiar el modo de enseñanza en las escuelas a nivel básico, media y superior, “función que le corresponde la SEP; otra cosa es lo gremial, que le corresponde al Sindicato (SNTE), porque mientras no sigan claras las funciones de cada uno, nos toparemos con estos problemas”, analiza.
Tampoco está de acuerdo en considerar que, con la reforma educativa, se dé un paso a la privatización de la educación en México. “Habría que precisar y no tomar a la ligera este tema. Privatizados están ya los libros de texto, por editoriales extranjeras, algunos materiales didácticos también. En Chile, por ejemplo, donde es carísima la educación pública, se sorprenden de cómo en México se mantienen estas dinámicas. Lo importante es, ahora, cambiar el rumbo de la enseñanza, hacer que los niños tengan criterio y cuestionen dentro y fuera de las aulas”, agrega Martínez Romo.
Cuando se le pregunta a Mario García si los maestros del país están preparados, enseguida responde: “Una de las críticas hacia nosotros es que no estamos preparados como maestros que somos. Nadie habla, por ejemplo, de que en las normales ya existe un programa curricular de cómo debemos aplicar la enseñanza en las escuelas. El problema es estructural, viene desde la base del sistema educativo. Los maestros queremos enseñar mejor, pero bajo el plan de estudios impuesto, es complicado. ¿Que si hay maestros flojos?, por supuesto que los hay, como en otras profesiones, pero eso no tiene que ver con el magisterio, sino con la ética de cada persona”, precisa.
En México, los datos que revela la UNAM son alarmantes: 32 millones de personas, mayores de 15 años, están en condiciones de rezado educativo. De esta cifra, 5.4 millones son analfabetas, 10 millones no terminaron la primeria y 16.4 millones dejaron trunca la secundaria. Añádase que de 100 niños que ingresan a la primaria, 50 concluyen el nivel medio superior, 21 egresan de la universidad y 13 se titulan. ¿Dónde está el verdadero problema? Sergio Martínez se responde:
“Lo más urgente es replantearse la pedagogía”, pero María de la Luz Arriaga rebate: “Está en que el Estado cumpla con su parte y no viole el Artículo Tercero. Tenemos que entender que peligra la educación pública del país”.