Ciudad de México, 23 ene (Sin Embargo).- Cuando un cantante se sale de una banda exitosa o desarrolla una carrera en solitario en forma paralela, las sospechas se asientan sobre ese elemento díscolo y voluble llamado ego.
El tipo se cansó de ser frontman de otros y quiere serlo para sí, suele decirse. No es el caso de Gabriel Julio Fernández Capello, alias Vicentico, uno de los cantantes de rock más veteranos del género en español y líder indiscutible, junto con el bajista Flavio Cianciarulo, de Los Fabulosos Cadillacs, la agrupación argentina que en el 2011 arribó al cuarto de siglo de vida.
Si como principal vocalista de la banda de ska que comenzara imitando a los ingleses de Madness para luego terminar marcando la tendencia al menos en esta parte del planeta, Vicentico desglosa un abanico de gestos cómplices destinados a refrendar un diálogo directo con un público que aun renovándose siempre es joven, como solista se calza el traje del despojo para convertirse, probablemente, en el último crooner del rock en nuestro idioma.
Como una hidra voraz de muchas lenguas, el intérprete roba estilos y así anidan en su garganta desde un cantor de murga uruguaya hasta un baladista a lo Tony Bennett, con quien por cierto grabó el tema “Cold, Cold Heart” en el muy desparejo y discutible proyecto de dúos latinos encarado por el artista estadounidense.
Luego están la seducción, el charme, la personalidad. Como buen argentino, a Vicentico le encantan los asados y desde la adolescencia lucha contra un sobrepeso que ahora, en el filo de los 50 (nació en Buenos Aires en 1964), tiene más o menos controlado.
“Un gordo nunca deja de hacer dieta. Eso es lo bueno de ser gordo, nunca dejamos de intentarlo”, supo decir en un programa de radio, haciéndose cargo de su aspecto físico, una estampa que le ha dado, por cierto, muchas gratificaciones entre el sexo femenino: vamos, que las chicas lo adoran y lo encuentran más guapo cada día.
Su corazón, sin embargo, le pertenece a la actriz argentina Valeria Bertuccelli (Buenos Aires, 1969. A ella está dedicada la canción “C.J.”), una de las más importantes de su generación en dicho país sudamericano y quien participa en el disco 5, exactamente el número de trabajos en solitario que tiene el cantante de LFB, todas verdaderas joyas de la canción romántica, hay que decirlo.
Vicentico, admirador contumaz de Cristian Castro, canta con su mujer el popular tema del brasileño Roberto Carlos, “No te apartes de mí” y “Eso de quererte”, de la también brasileña Xuxa.
“No es que andemos escuchando a Xuxa todo el día en la casa, pero esa canción es hermosa”, dijo a la revista argentina Semanario, tratando de explicar lo que no hace falta puesto que cuando se trata de Vicentico, esperemos un repertorio ecléctico y provocador, casi siempre cercano a nuestra memoria emotiva, como si pudiera adivinar dónde tenemos fibras y sensibilidades escondidas, capaces de reaccionar al mínimo influjo de su arte.
La versión de “No te apartes de mí” (un tema que también grabó nuestro Yahir) es preciosa, aunque no hay video. De hecho, el tema que Vicentico ha elegido para comenzar a promover 5, disco que en México verá la luz en abril próximo, es “Creo que me enamoré”.
Se trata de un clip dirigido por Pucho Mentasti que dio mucho que hablar en la Argentina, porque Vicentico baila frente al espejo, sin miedo al ridículo, muy suelto, haciendo gala de un delicioso sentido del humor.
5 intentará repetir la buena fortuna del anterior Sólo un momento, que vendió más de 100 mil copias en Argentina, donde alcanzó el Triple Disco de Platino, con la fórmula que de la mano del productor de Cachorro López le ha dado tanto éxito al cantante: canciones propias mezcladas con éxitos un tanto bizarros pero siempre conmovedores del pop romántico.
