Ricardo Ravelo
30/01/2025 - 12:04 am
Sinaloa: Presunto narcogobernador y violencia, impunes
Se ignora si la FGR lo investiga o lo protege. Lo cierto es que desde el Congreso desoyen las demandas sociales, lo que se traduce en impunidad.
La crisis de violencia y humanitaria en Sinaloa no parece tener fin. De poco ha servido la presencia del Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, en Sinaloa y lo mismo se puede decir de la milicia afincada en la entidad. Peor aún, hasta ahora se hacen oídos sordos en la más alta esfera del poder a las demandas de sinaloenses: que se frene la violencia y que sea destituido el Gobernador Rubén Rocha Moya y todo su gabinete no sólo por su incapacidad ante el flagelo criminal sino porque el mandatario sigue en el poder pese a estar acusado públicamente de formar parte del cártel de Sinaloa. Se ignora si la FGR lo investiga o lo protege. Lo cierto es que desde el Congreso desoyen las demandas sociales, lo que se traduce en impunidad. El Gobierno de Claudia Sheinbaum aplaude las capturas y la destrucción de laboratorios de fentanilo, pero siguen libres los altos jefes del crimen: Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán, así como “El Mayo Flaco”, hijo de Ismael Zambada, y jefe del bando conocido como “La Mayisa”. En resumen: Pese a cientos de muertos, desapariciones y terror, no pasa nada.
La situación de violencia –crímenes, desapariciones, cierre de comercios, cobro de piso y guerra entre cárteles –alcanzó ya niveles de elevada preocupación, miedo y terror.
Centenas de personas –hay cifras que aseguran que fueron miles –han salido a protestar a las calles para exigirle al Gobierno Federal el cese de la violencia y la destitución del Gobernador Rubén Rocha Moya “y todo su Gabinete” por mostrar incapacidad para frenar el flagelo criminal y por estar ligados al cártel de Sinaloa, actualmente dividido en dos bloques que están en guerra: “Los Chapitos” y “La Mayisa”.
En una conferencia de prensa, donde Rocha Moya se muestra impotente y con un discurso desgastado, pues ya pocos le creen, dijo tras la marcha ciudadana: “Los enemigos son la delincuencia y el encono, nunca el Gobierno”. Añadió: “Sobre todas las cosas privilegiamos el bienestar y la paz de nuestras familias y hagamos juntos causa común por la grandeza de Sinaloa”.
Más allá del tono enfático, las palabras de Rocha Moya sonaron vacías, huecas como la falsedad. La voz del Gobernador es un grito en el abismo, pues nadie lo escucha y pocos, muy pocos –quizá sus cómplices –le creen y menos cuando la entidad arde en violencia desde finales de agosto del 2024, casi un mes después de que el capo Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López –éste hijo de “El Chapo” Guzmán– fueron enviados a Estados Unidos en un avión hasta ahora no identificado por las autoridades mexicanas del que tampoco se sabe de dónde despegó.
La película de terror en Sinaloa comenzó a rodarse el 25 de julio del año pasado. Ese día, Zambada García –con cincuenta años en el narcotráfico es el capo más longevo que se mantenía activo en México– acudió a una reunión en la finca Huertos del Pedregal, en Culiacán. Ahí fue citado por Guzmán López. A ese encuentro también acudieron –según las investigaciones oficiales y no oficiales– Melesio Cuén, exrector de la Universidad de Sinaloa y diputado, así como el Gobernador Rubén Rocha Moya.
De acuerdo con la versión de “El Mayo” Zambada, plasmada en una carta que difundió su abogado, Frank Pérez, él fue secuestrado en la finca Huertos del Pedregal; sostiene que fue maniatado por hombres presuntamente a cargo de la seguridad de Guzmán López –aunque también trascendió que dichos guardias eran agentes del FBI o de la DEA-; posteriormente fue trasladado junto con el hijo de “El Chapo” a un avión que los puso en El Paso, Texas.
Durante el forcejeo fue asesinado el diputado y exrector de la Universidad de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda, amigo de Zambada.
Sobre este caso la Fiscalía de Sinaloa comenzó a manipular información para presentar el caso de la muerte de Melesio Cuén como un crimen ocurrido en una céntrica gasolinería de Culiacán y como producto de un presunto asalto.
Otra manipulación, ésta maquinada por el Gobernador Rocha Moya, fue negar su presencia en el lugar de la reunión a la que acudió Zambada García y donde fue ejecutado Cuén Ojeda, ocurrida el 25 de julio de 2024.
El mandatario sinaloense jamás acreditó, con documentos fehacientes, su ingreso a Estados Unidos aquel 25 de julio a pesar de que dijo que lo hizo en un avión rentado a un amigo suyo. Si, en efecto, el Gobernador rentó el avión de su Jesús Vizcarra –socio de “El Mayo” Zambada– pero él nunca voló: lo hizo un personero suyo que llevaba consigo el teléfono celular de Rocha Moya para que se registraran mensajes y llamadas fuera del territorio nacional. Hasta ahora esa ha sido la única forma de acreditar su presunto viaje. Por su parte, la Fiscalía General de la República sólo ha podido probar, con investigaciones criminales, que Melesio Cuén no fue acribillado en una gasolinería, como expuso la Fiscalía sinaloense, sino en la finca Huertos del Pedregal. Respecto del avión que llevó a Zambada y al vástago de “El Chapo” a Estados Unidos el propio Fiscal Alejandro Gertz Manero ha dicho que siguen investigando el origen de la aeronave, ya que ésta voló de México a la Unión Americana con una matrícula falsa. Hasta ahora se desconoce el nombre del o los pilotos.
Sin embargo, a seis meses del secuestro de “El Mayo” Zambada se ignora si existe una investigación criminal en contra del Gobernador Rubén Rocha Moya, quien en plena campaña por la gubernatura, en 2021, aceptó públicamente que recibió apoyos del cártel de Sinaloa para ser Gobernador.
En medio del caos que enfrenta el estado –el territorio ya es prácticamente invivible– diputados y senadores de Morena de la legislatura pasada le dieron un espaldarazo a Rocha Moya para que continuara en el cargo. Los actuales legisladores hicieron lo propio no obstante que conocen abiertamente que el Gobierno de Rocha Moya está totalmente rebasado por la guerra que enfrentan los bloques del cártel de Sinaloa que están enfrentados por el control del estado.
Sinaloa, de acuerdo con información de la Secretaría de la Defensa Nacional, es la entidad con el mayor número de laboratorios de fentanilo asegurados o destruidos. En la entidad se produce más del 50 por ciento del fentanilo que se introduce a Estados Unidos, aunque las autoridades mexicanas lo niegan.
La guerra entre “Los Chapitos” y “La Mayisa” colocaron al Gobernador Rocha Moya en vilo. La sociedad sinaloense rechaza al mandatario y exige que sea destituido junto con todo su Gabinete por incapaz, mentiroso, corrupto y por estar relacionado con la misma mafia que mantiene al estado sumido en un baño de sangre.
Tras las marchas que se han realizado en Sinaloa, particularmente en Culiacán, la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, dijo que el Gobierno federal no quita gobernadores. Posiblemente tenga razón. Pero el Congreso sí tiene facultades para declarar en Sinaloa un estado de excepción y que el Ejército tome el mando de la entidad ante la incapacidad del Gobierno estatal. Es decir, procedería la desaparición de poderes frente a la crisis de inseguridad –y humanitaria –que enfrenta el territorio.
La crisis de violencia hizo que, hace un mes, el secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, se instalara en Sinaloa para enfrentar el flagelo criminal, no sin consecuencias: le asesinaron a un agente de inteligencia. Hasta ahora han destruido decenas de laboratorios de fentanilo, festinados desde la máxima tribuna del Gobierno federal; también han capturado a varios delincuentes, resaltados en las redes sociales como grandes logros que los sinaloenses no celebran. Pero hay tres pendientes de orden mayor que no
ha podido resolver García Harfuch ni la milicia afincada en Sinaloa: La captura de Iván Archivaldo y su hermano Jesús Alfredo –hijos de “El Chapo”--; tampoco han capturado al jefe del otro bando en guerra, Ismael Zambada Sicairos, “El Mayo Flaco”, hijo de “El Mayo” Zambada y, hasta ahora, siguen sin poner freno a la oleada de matanzas, desapariciones y balaceras que ha provocado la huida de pobladores, cierre de negocios y terror.
Peor aún, circulan versiones respecto de que el Gobierno Federal trabaja en una posible alianza entre el grupo de “Los Chapitos” y el Cártel de Jalisco Nueva Generación para enfrentar a “La Mayisa”. Pero esta es sólo una versión que, hasta ahora, no se ha confirmado oficialmente.
Lo que sí se agudiza es la exigencia –hasta ahora desoída por el Gobierno Federal– sobre la renuncia del Gobernador Rocha Moya, acusado públicamente de estar ligado al crimen organizado– y de haber llegado a la gubernatura con presuntos apoyos de “El Mayo” Zambada y de grupos relacionados con el tráfico de combustible robado.
Se afirma que, en Nueva York, “El Mayo” Zambada ya habría declarado en contra de Rocha Moya. De ser así, el mandatario sinaloense estaría bajo investigación por parte de Estados Unidos, donde estaría señalado de ser parte de uno de los grupos criminales –o terroristas– más poderosos del mundo. El cártel de Sinaloa.
Pero, como ya se dijo, se ignora si la FGR investiga a Rocha Moya. De ser así, sus horas podrían estar contadas en el Gobierno estatal y sería el primer Gobernador de Morena defenestrado por pertenecer al crimen organizado. Pero en el seno del partido prima el silencio; en el Congreso cierran los ojos ante la crisis humanitaria de Sinaloa y, en la Presidencia de la República, niegan que los señalamientos en contra del mandatario sean veraces. Todo, con el sello de la casa, el más puro estilo del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Lo que no se expresa, no existe, reza el lema oficial de la impunidad.
Respecto a Rocha Moya, surgen diversas preguntas: ¿Será destituido por su incapacidad y vínculos con el cártel de Sinaloa? ¿Declarará el Congreso el estado de excepción en esa entidad ante la crisis de violencia? ¿Tendrá fin en el corto plazo la guerra entre "Chapos" y "La Mayisa"? ¿Serán capturados los jefes de ambos bandos en guerra para frenar los crímenes y desapariciones? ¿Declarará “El Mayo” Zambada en Estados Unidos todo lo que sabe de Rubén Rocha Moya? ¿Qué pasaría en México si lo incrimina? ¿En algún momento reconocerá la Presidenta Claudia Sheinbaum los presuntos delitos del mandatario? ¿Habrá riesgos y consecuencias políticas si lo hace? ¿Es mejor vivir así y que todo siga envuelto en la sombra de la impunidad? ¿Ayuda el silencio al Gobierno de la Cuarta Transformación? ¿Logran algo trascendente con ignorar la realidad? Quizá todas estas preguntas jamás tengan respuestas para la sociedad.
A esto se suman más acusaciones en contra del Gobernador Rocha Moya.
CARTA ACLARATORIA A SINEMBARGO
JESÚS VIZCARRA CALDERÓN
Culiacán Rosales, Sinaloa, 31 de enero de 2025
Alejandro Páez Varela,
Director General de Sin Embargo
PRESENTE
Nota aclaratoria con relación a la columna del periodista Ricardo Ravelo publicada el 30 de enero de 2025 y tiulada: Sinaloa: Presunto narcogobernador y violencia, impunes.
Culiacán, Sinaloa, 30 de enero de 2025.- Ante la información difundida recientemente en su distinguido medio de comunicación sobre mi persona, me permito aclarar los siguiente:
En mis más de 50 años de trabajo, he sido muy firme y reiterativo en que siempre me he conducido dentro de la legalidad en todas mis actividades personales, empresariales y sociales, así como en mi etapa en el servicio público, conduciéndome dentro de los valores éticos universales.
Con todo énfasis y firmeza afirmo: Ni un solo centavo ilícito ha ingresado a ninguna empresa o institución con la que mi familia o yo hemos estado o estamos relacionados. Todo el quehacer que hemos llevado adelante ha sido plenamente avalado y certificado por las autoridades de México, EUA y diferentes países, así como financiado y apoyado por instituciones financieras de las más prestigiadas y estrictas a nivel nacional e internacional.
Dichas acusaciones, hechas desde la ignorancia o mala fe, se dieron en la etapa de mi vida en donde decidí ingresar a la actividad política, hace más de 22 años. El claro objetivo de estos infundios era la propia actividad y competencia política, en la que aprendí que en ocasiones no existen límites para la denostación y las calumnias con tal de acceder al poder. Nunca imaginé que mi decisión personal de participar en el servicio público iba a someterme a mí y a mi familia a semejantes experiencias.
Reitero mi compromiso personal y el de mi grupo empresarial, para continuar luchando en contra de las inequidades ofensivas que existen en nuestro país y en el mundo.
Tengo la frente en alto, soy orgullosamente sinaloense y como tal, rechazo y deploro cualquier estigma que nos denoste.
Agradezco la atención a la presente.
Atentamente,
Jesús Vizcarra Calderón.
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