Hoy, Luis Carlos Reyes, Ministro colombiano de Comercio, Industria y Turismo, se reunió con Zhu Jingyang, Embajador de la República Popular China, con quien revisó "el avance de la profundización de las relaciones comerciales entre este país y Colombia".
Ciudad de México, 28 de enero (SinEmbargo).– Lo que es conocido: que la crisis Colombia-Estados Unidos se inició a las 4 de la mañana del domingo. Los teléfonos sonaban constantemente entre los altos oficiales del Gobierno de Colombia porque el Presidente Gustavo Petro acababa de publicar un mensaje en X que decía: “Los Estados Unidos no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos. Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio. Estados Unidos debe establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes de que los recibamos nosotros”.
Y lo que también es conocido: que Petro encendió las redes con sus mensajes, muchos de ellos resignados a un pleito a gran escala con el vecino altanero, racista y abusador. Donald Trump amenazó con hundir económicamente a Colombia y el mismo domingo la diplomacia hizo su trabajo: para la noche, el diferendo estaba resuelto.
Pero hay cosas que no se quedan nada más así. Trump ha mostrado su deseo de cumplir las amenazas, y que la migración está por encima de todas las promesas que hizo a su electorado. Y cuando mostró el puño a Colombia, al mismo tiempo, hizo voltear a ver a China. Es el segundo cliente de las exportaciones de Colombia y el primero en importaciones. Y como inversionista, China es desde 2021 el más importante para Colombia de todo Asia.
Los EEUU no pueden tratar como delincuentes a los migrantes Colombianos.
Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio.
EEUU debe establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes que los recibamos nosotros.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 26, 2025
Nadie lo dijo, pero China estuvo siempre en el aire.
El Embajador chino en Bogotá apareció durante el conflicto, con enorme tiento y discreción. Zhu Jingyang simplemente dijo en sus redes sociales que su país y Colombia están, hoy mismo, “en el mejor momento de nuestras relaciones diplomáticas”.
Tierra de mariposas amarillas
Para las las 9:30 de la mañana, Petro dio a conocer que había devuelto los aviones militares. El Gobierno de Trump dijo que eran dos y regresaron a Estados Unidos.
Vino lo que sabemos: Trump tomó represalias con aranceles del 25 por ciento para todos los productos de Colombia; sanciones financieras y bancarias; suspensión de visas para todos los funcionarios del Gobierno y las personas vinculadas a ellos. “Estas medidas son sólo el principio”, advirtió Trump. Planeaba que los aranceles aumentaran al 50 por ciento.
Petro respondió con sanciones para Estados Unidos y con una advertencia: “No nos dominarás nunca”. Era un largo tuit de quien sabe lo que viene y está convencido, pero además quiere que otros se convenzan de que era lo inevitable:
En mi entrevista, hago énfasis de que "Tal como lo dijo el canciller Murillo durante su visita a China en octubre del año pasado, estamos en el mejor momento de nuestras relaciones diplomáticas entre China y Colombia, las cuales cumplen ya 45 años."
— Zhu Jingyang (@zhu_jingyang) January 26, 2025
“No me gusta su petroleo, Trump, va a acabar con la especie humana por la codicia. Quizás algún día, junto a un trago de whisky qué acepto, a pesar de mi gastritis, podamos hablar francamente de esto, pero es difícil porque usted me considera una raza inferior y no lo soy, ni ningún colombiano. Así que si conoce alguien terco, ese soy yo, punto. Puede con su fuerza económica y su soberbia intentar dar un golpe de Estado como hicieron con Allende. Pero yo muero en mi ley, resistí la tortura y lo resisto a usted. No quiero esclavistas al lado de Colombia, ya tuvimos muchos y nos liberamos. Lo que quiero al lado de Colombia son amantes de la libertad. Si usted no puede acompañarme, yo voy a otros lados. Colombia es el corazón del mundo y usted no lo entendió. Esta es la tierra de las mariposas amarillas, de la belleza de Remedios, pero también de los coroneles Aurelianos Buendía, de los cuales soy uno de ellos, quizás el último”.
El texto estaba lleno de frases encendidas y citas para citar: “Me matarás, pero sobreviviré en mi pueblo que es antes del tuyo, en las Américas. Somos pueblos de los vientos, las montañas, del mar Caribe y de la libertad”.
O bien: “A usted no le gusta nuestra libertad, vale. Yo no estrecho mi mano con esclavistas blancos. Estrecho las manos de los blancos libertarios herederos de Lincoln y de los muchachos campesinos negros y blancos de los Estados Unidos, ante cuyas tumbas lloré y recé en un campo de batalla, al que llegué, después de caminar montañas de la toscana italiana y después de salvarme del COVID. Ellos son Estados Unidos y ante ellos me arrodillo, ante más nadie. Túmbeme, Presidente, y le responderán las Américas y la humanidad”.
“Petro estaba encendido”, narra Juan Diego Quesada en El País, desde Bogotá. Cita a distintas fuentes del Gabinete del Presidente.
“A su alrededor, sin embargo, la gente trataba de mantener la calma. Una guerra comercial con Estados Unidos tendría un impacto muy grande en la economía colombiana, un lujo que, a año y medio del fin de su mandato, el Presidente no se podía dar. La dificultad estaba en convencerle de que todo se trataba, en realidad, de un malentendido que se debía resolver por la vía diplomática. No era tarea fácil. Petro cree en un nuevo orden mundial. A su juicio, la Casa Blanca ha provocado el caos y la muerte con sus conflictos armados en otros países. Además, critica la guerra contra las drogas que inició Richard Nixon. Considera que Trump usa ‘políticas fascistas’ que denigran al ser humano, sobre todo a los latinos. Le llegó a decir: ‘Yo no estrecho mi mano con esclavistas blancos’”.
“Al leer esos mensajes”, agrega el periodista, “sus asesores pensaron que Petro había pulsado un botón nuclear. No recordaban que ningún líder mundial se hubiese dirigido de esa manera a Trump. Al menos, de forma pública. Los aviones militares con los deportados a bordo ya estaban de regreso en suelo estadounidense. El primero debía aterrizar a las 6:10 de la mañana. Se le revocó el permiso entre las 4:30 y las 5. Ese fue el desencadenante de toda la crisis”.
A las 3 de la tarde del domingo, narra el periodista de El País, “Petro se reunió con su núcleo más cercano. Eran las horas más frenéticas de la crisis. [...] Le explicaron a Petro, en detalle, cómo funcionaba el asunto de las deportaciones y cuál era el protocolo. Le aseguraron que no había necesidad de abrir una crisis diplomática con Washington, sino que bastaba con pedir que se cumpliera lo firmado. Según los presentes, Petro estaba turbado por un día intenso en el que atacó y fue atacado. Intentaron hacerle ver que quien le informó en un primer momento no le había enseñado el panorama completo. En todo el día, Murillo habló tres veces con él por teléfono”.
Colombia en vilo
“Los pesos pesados del Gobierno se reunieron en la Cancillería pasadas las 4:00 pm. Colombia estaba en vilo. La élite política y económica acusaba a Petro de crear una crisis innecesaria y poner en riesgo la estabilidad de la nación. Sus aliados más a la izquierda le aplaudían por haber enfrentado a un Presidente racista y abusador que había respondido de una manera exagerada a una petición razonable, la de tratar con dignidad a los expulsados de Estados Unidos. La tormenta se desató fuera, pero no en el seno de la Administración Petro. En ese momento ya sabían que no tardarían más de un par de horas en arreglar la situación”, detalla Juan Diego.
Annie Correal, Julie Turkewitz y Genevieve Glatsky narran, en una crónica para The New York Times, que al menos tres expresidentes de Colombia, entre ellos Álvaro Uribe, “un líder de derecha que lleva mucho tiempo enfrentado a Petro, también se ofrecieron a ayudar a capear el temporal. Un funcionario con conocimiento de los hechos dijo que Uribe había llamado a Sarabia y le había dicho, esencialmente: tenemos diferencias con el Presidente Petro. Ha cometido un error. Pero tenemos que resolverlo. ¿Cómo puedo ayudar? Sarabia instó a Uribe a llamar a sus amigos en Washington, incluido el nuevo Secretario de Estado, Marco Rubio”.
Los contactos para desactivar la crisis fueron Marco Rubio, el Secretario de Estado de Trump, y Mauricio Claver-Carone, “un veterano halcón de la política exterior nombrado ahora enviado especial para América Latina”. Sobre las 9 pm, “Rubio llamó y dijo que Trump daba por zanjado el asunto, no impondría las sanciones. Eso sí, harían un comunicado dejando claro que Colombia había aceptado todas sus exigencias para llegar a un acuerdo”, dice el periodista de El País, y así fue: La Casa Blanca intentó ser lo más hiriente que pudo para resaltar el carácter “invencible” del Presidente de Estados Unidos.
El texto del Times deja claro que el episodio tenía dos posibles salidas. Una es la que vimos: “los expertos afirman que la dura respuesta de Trump a Petro puede tener un efecto amedrentador en otros dirigentes de la región, mientras sopesan sus propias acciones. La rápida amenaza de Trump de imponer importantes aranceles a Colombia, que históricamente ha sido el aliado más fuerte de Estados Unidos en la región, indica que su agenda migratoria será la máxima prioridad en las relaciones diplomáticas en el hemisferio, dijo Will Freeman, miembro de estudios sobre América Latina en el Consejo de Relaciones Exteriores”.
El 17 de enero, el encargado de negocios de la Embajada de China en México, el ministro Zhu Jian participó a la conferencia de prensa “Trabajando juntos para construir una comunidad de futuro compartido para China y América Latina y el Caribe”. El ministro Zhu señaló que este año… pic.twitter.com/Mz3DunOGML
— Embajada de China en México (@EmbChinaMex) January 20, 2025
Pero el otro efecto real, es que América Latina (y en particular Colombia, a partir de este evento) pueden voltear hacia China. Annie Correal, Julie Turkewitz y Genevieve Glatsky dicen: “Aunque Colombia perdería más que Estados Unidos, si ambos países impusieran aranceles, los expertos afirman que alienar a Colombia, un activo importante para las empresas estadounidenses, podría acercarla a China, su segundo socio comercial, que se está abriendo camino en toda América Latina. Mientras la disputa entre Trump y Petro se intensificaba el domingo, el Embajador de China en Colombia dijo en las redes sociales que los dos países están ‘en el mejor momento de nuestras relaciones diplomáticas’”.
Apenas el pasado 17 de enero, el encargado de negocios de la Embajada de China en México, el Ministro Zhu Jian, participó a la conferencia de prensa “Trabajando juntos para construir una comunidad de futuro compartido para China, y América Latina y el Caribe”, donde dio la bienvenida a los países de la región para "explorar el mercado chino, y fortalecer los intercambios comerciales y de inversión bilaterales".
"Esperamos a más países latinoamericanos y caribeños a participar activamente en la construcción conjunta de alta calidad de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, y a explorar la cooperación entre China, y América Latina y el Caribe en nuevas áreas y nuevos formatos como energías nuevas, telecomunicaciones, aeroespacial para compartir oportunidades de desarrollo y que el puente de entendimiento entre pueblos alcance la distancia geográfica y beneficie a los pueblos", declaró.
China da la bienvenida a los países de América Latina a explorar el mercado chino y fortalecer los intercambios comerciales y de inversión bilaterales. Esperamos a más países latinoamericanos y caribeños a participar activamente en la construcción conjunta de alta calidad de la… pic.twitter.com/kkOtMHoAH4
— Embajada de China en México (@EmbChinaMex) January 20, 2025
Unos meses atrás, el 7 de agosto de 2024, el Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Manuel Salazar-Xirinachs, también destacó la importancia de la estratégica e histórica relación entre China, y los países de América Latina y el Caribe.
“La región está inmersa en una trampa de baja capacidad para crecer, de la cual es urgente escapar. La recomendación de la Cepal a los países es que deben dinamizar y redireccionar su crecimiento económico haciéndolo no solo más alto y sostenido, sino también más inclusivo y sostenible, a través de una gran transformación productiva. Dada la importancia que tiene China en las relaciones económicas con la región, y su crecimiento futuro esperado, no cabe duda de que las relaciones entre ambas partes, tanto en materia de comercio, construcción de infraestructura, flujos de IED y financiamiento, así como la cooperación tecnológica, pueden hacer una gran contribución hacia estos objetivos”, afirmó durante un seminario internacional de alto nivel celebrado en Santiago, Chile.