Apenas el pasado 21 de enero, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, adelantó que su Gobierno responderá de manera "rápida" y "contundente" a Estados Unidos en caso de que el nuevo Presidente estadounidense, Donald Trump, cumpla su amenaza e imponga aranceles del 25 por ciento a las importaciones canadienses. Sin embargo, las empresas de ese país ya se alistan ante el peor escenario.
Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo).– La cena de Mar-a-Lago, un desastre. La estrategia de derivar la ira de Donald Trump hacia México, equivocada. Justin Trudeau y su Gobierno le fallaron a los canadienses, y ahora las empresas esperan lo peor. Esperan un diluvio en forma de aranceles. Y se preparan. O hacen planes para irse a Estados Unidos.
El pasado lunes 25 de noviembre, luego de amenazar a México y Canadá, el ahora Presidente de Estados Unidos recibió la llamada del Primer Ministro canadiense. Era otro intento por contener su furia. Le ratificó la amenaza de 25 por ciento de aranceles “si no resuelve el desastre de la frontera”. Fue un trato muy distinto al que recibió, días después, la mexicana Claudia Sheinbaum Pardo.
La reacción de los políticos canadienses fue, dirían los mexicanos, la de una “gallina sin cabeza”; es decir, sin control sobre sí mismos. Lo primero que los “premieres” (especie de gobernadores provinciales) hicieron fue tratar de orientar la ira de Trump hacia México, a pesar de que Andrés Manuel López Obrador, cuando era Presidente, rescató a Canadá del enfrentamiento con Estados Unidos. Lo segundo, amenazar a los 4.9 millones de migrantes con papeles —documentados— que tienen en su territorio a irse. Y lo tercero: desde el 1 de noviembre, autoridades canadienses de seguridad empezaron a mostrar “enormes decomisos” de laboratorios de “tamaño histórico” donde se procesaba la droga que hunde a la sociedad estadounidense: el fentanilo.
Pero todo ha fallado. Y los hombres del dinero en Canadá lo saben.
“Las empresas canadienses están intensificando sus esfuerzos para mitigar los riesgos derivados de la amenaza del Presidente estadounidense de imponer un arancel del 25 por ciento a las importaciones de Canadá. En todas las industrias, dicen los directores ejecutivos y los asesores destacados de Bay Street, las empresas están considerando medidas que van desde la venta de créditos fiscales del Gobierno hasta la aceleración de los planes de crecimiento a largo plazo al sur de la frontera”, reporta hoy The Globe and Mail.
El diario canadiense afirma que las empresas están recurriendo a todas las herramientas que pueden para lidiar con un oponente impredecible que no lucha según las reglas tradicionales. “Trump no cumplió con su promesa de imponer aranceles del 25 por ciento a las importaciones de Canadá y México en su primer día de regreso a la Casa Blanca, pero desde entonces ha fijado el 1 de febrero como nueva fecha límite. Los responsables de las políticas y los economistas están debatiendo si Trump tiene la intención de cumplir con esta renovada amenaza, que repitió en un discurso en video a los líderes del Gobierno y la industria en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, pero muchas empresas en Canadá no están esperando a descubrir qué acciones siguen a sus palabras”.
Trump dijo la semana pasada en Davos que se encuentra negociando con México y que las cosas van "muy bien", una situación completamente alejada de la que enfrenta Canadá, país con el que, reconoció, ha sido "muy difícil lidiar en los últimos años".
“Con México estamos lidiando creo que muy bien y sólo queremos ser tratados de forma justa por otras naciones”, sostuvo durante su participación en el Foro Económico Mundial de Davos 2025. Trump mantuvo un discurso duro contra Canadá, nación a la que se ha referido como el "estado 51" de su país. En esta ocasión, consideró injusto que Estados Unidos tenga un déficit de entre 200 y 250 mil millones de dólares. "Canadá ha sido muy difícil de lidiar en los últimos años. No es justo que tengamos un déficit de 200 mil millones, 250 mil millones de dólares. No necesitamos que hagan nuestros carros. Hacen muchos ellos. No necesitamos su madera porque tenemos nuestros bosques, etc.", comentó.
“Las empresas de todos los tamaños están poniendo a prueba escenarios de posibles tasas y duraciones de aranceles, estableciendo centros de ventas y distribución en Estados Unidos, y acelerando planes para crecer al sur de la frontera o mudarse allí por completo. Mientras Trump promete imponer aranceles a países extranjeros, también promete reducir los impuestos internos y relajar las regulaciones. Las empresas canadienses se han visto acorraladas, dijo Ian Robertson, fundador y socio de la firma de asesoría de liderazgo Jefferson Hawthorne Group, y exdirector ejecutivo de Kingsdale Advisors. Algunas ahora están sopesando los costos de trasladar operaciones a Estados Unidos frente a los beneficios”, se lee en The Globe and Mail.
Clandestine drug lab dismantled following investigation by Burnaby RCMP’s Drug and Organized Crime Sectionhttps://t.co/fEalAzhVMg pic.twitter.com/4YYWcBg8BO
— Burnaby RCMP (@BurnabyRCMP) November 27, 2024
Si bien algunas grandes empresas tienen equipos dedicados a analizar escenarios, agrega, muchas empresas medianas y pequeñas carecen de los recursos para desarrollar planes de contingencia. “Los socios canadienses del gigante de la contabilidad KPMG dijeron que el acercamiento de los clientes se aceleró a medida que se acercaba el día de la investidura de Trump y los ejecutivos se dieron cuenta de que tendrían que trabajar de manera más proactiva incluso sin saber exactamente contra qué protegerse. Demet Tepe, socio de la firma que se especializa en precios de transferencia internacionales, dijo que el mal humor entre los clientes ha mostrado señales de mejora a medida que las empresas toman medidas más específicas. Aun así, existe una correlación entre el nivel de preocupación y el tamaño de la empresa”.
La amenaza de los aranceles se suma al desafío para las empresas que luchan por recaudar capital en los lentos mercados de valores canadienses, de acuerdo con el diario de ese país, que consulta analistas, directivos y empresarios. Las empresas con las que trabaja están vendiendo cada vez más créditos fiscales: solicitan préstamos del mismo valor que el dinero que cobrarían en meses, mucho después de las temporadas de impuestos.
“Trasladar las operaciones principalmente a los Estados Unidos es una prioridad para algunas empresas”, publica el medio canadiense. Es, tal cual, la amenaza de un gran diluvio que para Canadá tiene fecha fatal: 1 de febrero.
-Con información de Europa Press