Durante los últimos 24 años del Siglo XX se aprobaron 66 reformas constitucionales, casi siempre con los votos del PRI, entonces partido hegemónico, mientras que en los primeros 24 años del Siglo XXI se han aprobado 106 con el concurso y acuerdo de las distintas fuerzas políticas, incluido el PAN y ahora Morena.
Ciudad de México, 11 de febrero (SinEmbargo).– En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la ley suprema del país desde 1917 y que sustituyó a la de 1857, en el Título Octavo («De las Reformas de la Constitución»), el artículo 135 señala: «La presente Constitución puede ser adicionada o reformada. Para que las adiciones o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes, acuerden las reformas o adiciones, y que éstas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México».
El documento ha sido tomado al pie de la letra en los últimos 107 años. Incluso ese mismo artículo, enfocado en las propias reformas que puede sufrir el documento, ha sido modificado: una vez en 1966 y otra más reciente en 2016.
Ahora, un análisis histórico enlista hasta 256 reformas constitucionales en poco más de un siglo. Se han modificado alguno o varios de sus artículos desde su promulgación 770 veces y hay 19 artículos que se han mantenido sin cambios desde entonces.
En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, que comenzó en diciembre de 2018 y culminará en septiembre de este año, se han aprobado hasta ahora 23 reformas constitucionales. Así lo confirma un estudio, titulado «Las reformas a la Constitución en la era de la alternancia», realizado por el investigador César Alejandro Giles Navarro para el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
Precisamente en el último tramo de su Gobierno, a cuatro meses de las elecciones y pese a no contar con una mayoría parlamentaria suficiente para poder sacar adelante reformas constitucionales sin consenso, López Obrador presentó esta semana un paquete de 20 reformas constitucionales y legales que van desde el plano electoral y judicial hasta el de las pensiones, el cuidado animal y del medio ambiente.
“La honestidad es libertad. No se podría transformar sin la honestidad porque no se podrían enfrentar intereses de grupos, de potentados, destruyen a cualquiera que no tenga autoridad moral, que no tenga autoridad política. Entonces por eso es necesario que se conozcan las reformas bien y que con esa información cada quien, de acuerdo a su criterio, actúe, pero que no haya manipulación. Se puede estar a favor, se puede estar en contra, pero que se conozca bien, que no se inventen las cosas. Por eso vamos a estar aquí informando”, expuso el lunes el Presidente, en el Aniversario de la Promulgación de la Constitución de 1917.
La Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, expuso a su vez que el día de ayer se entregó en la Cámara de Diputados el paquete que consiste en 20 reformas, 18 constitucionales y dos legales, que a partir del 5 de febrero de 2024, iniciarán la discusión, el análisis, ya por parte del Legislativo y que pretenden retomar el sentido social de la Constitución.
Entre los aspectos de las iniciativas se plantea la sustitución del Instituto Nacional Electoral por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, la elección popular de consejeros electorales y magistrados electorales así como de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la prohibición del maltrato animal, el garantizar una pensión del 100 por ciento para quienes comenzaron a laborar desde 1997, entre otras medidas, incluidas a la vivienda, para pueblos indígenas, a las pensiones, y demás.
El análisis de Giles Navarro para el BID recalca que esta serie de iniciativas son «el número más grande de iniciativas presentadas por un Presidente en un solo acto desde 1917». Además, concluye que no siempre fue una prioridad reformar la Constitución. Paradójicamente, a partir del año 2000, cuando comenzó la era de la alternancia partidista tras 70 años de priismo, es la que «ha tenido un efecto catalizador de las reformas constitucionales».
LOS AÑOS DEL PANISMO
Durante el sexenio de Vicente Fox (2000-2006), la primera vez en la era moderna en que el Ejecutivo tuvo que negociar con el Congreso (donde la primera minoría era del PRI en ambas cámaras), se enviaron 17 iniciativas de reforma constitucional, pero el Congreso sólo aprobó seis de ellas, es decir, apenas poco más de un tercio (35 por ciento).
«Esta escasa efectividad del Ejecutivo para concretar sus propuestas no redujo la tendencia de reformar el texto constitucional, toda vez que durante la administración del guanajuatense se aprobaron 19 reformas constitucionales que modificaron en 31 ocasiones a diversos artículos», subraya el análisis, incluida la autonomía del Inegi y la ampliación de los periodos ordinarios del Congreso.
Para el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), se registró el que mayor número de reformas constitucionales se han aprobado en la historia, con 36 decretos, pero no todas fueron propuestas presidenciales. «Durante su administración, el Presidente Calderón envío nueve iniciativas de reforma constitucional de las cuales fueron aprobadas cinco, registrando así una tasa de aprobación del 55 por ciento», precisa el análisis.
EL RETORNO DEL PRI
Pero el sexenio siguiente, en lo que significó el retorno del PRI al poder de la mano de Enrique Peña Nieto (2012-2018), no se quedó atrás. En aquella administración se lanzó el así llamado “Pacto por México”, donde la entonces oposición del PAN y del PRD se sumaron a las «prioridades legislativas» del Gobierno peñanietista, y avalaron las reformas, educativa, energética y hacendaria y algunas otras de la oposición como las reformas de telecomunicaciones, competencia económica, de transparencia y la política-electoral.
«Durante la administración de Peña Nieto se aprobaron 28 reformas constitucionales, mediante las cuales se reformó la mayor cantidad de artículos constitucionales en la historia, con un total de 156 modificaciones», resalta el análisis. El Ejecutivo envió 20 iniciativas, de las cuales 13 fueron aprobadas, alcanzando una tasa de aprobación del 65 por ciento, «la mayor registrada en la llamada ‘era de la alternancia’».
LA LLEGADA DE AMLO AL PODER
Con la llegada de López Obrador al poder, y hasta enero de 2024, se han aprobado 22 decretos de reforma constitucional y se han modificado 62 artículos de la Constitución, incluidas la creación de la Guardia Nacional, la cancelación de la reforma educativa peñanietista, la constitucionalización de los programas sociales, la ampliación de la prisión preventiva oficiosa y la prohibición de las condonaciones de impuestos.
«Entre el 1 de diciembre de 2018 y el 1 de febrero de 2024, el Presidente López Obrador ha enviado 10 iniciativas de reforma constitucional de la cuales han sido aprobadas 5, lo que le ha dado hasta el momento una tasa de aprobación del 50 por ciento», indica el análisis, donde también se destaca que el 78 por ciento de las reformas constitucionales aprobadas durante esta administración se dio durante los primeros tres años de Gobierno.
El análisis cierra con una nota optimista, ya que durante los últimos 24 años del Siglo XX «se aprobaron 66 reformas constitucionales, casi siempre con los votos de una sola fuerza política [el PRI], mientras que en los primeros 24 años del Siglo XXI se han aprobado 106 con el concurso y acuerdo de las distintas fuerzas políticas». Ahora, Morena, el partido en el poder, tendrá que hacer valer esa conclusión si quiere aprobar las reformas propuestas esta semana por López Obrador, o al menos una parte de ellas. Una parte de la oposición ya se ha sumado a algunas de estas propuestas y, en cambio, ha rechazado otras desde su presentación.