Abdul Rasheed, un líder del partido de Rehman, dijo que la explosión pretendía debilitar al partido, pero que “estos ataques no pueden disuadir nuestra determinación”.
Por Anwarullah Khan y Riaz Khan
KHAR, Pakistán (AP).— La cifra de muertos en un ataque suicida en Pakistán subió el lunes a 54 personas, mientras el país celebraba funerales por los fallecidos en un mitin de un clérigo protalibán el día anterior y el Gobierno prometía perseguir a los responsables.
Nadie reclamó en un primer momento la autoría del ataque, en el que también resultaron heridas 200 personas. La investigación preliminar apuntaba a la filial regional del grupo Estado Islámico, según la policía.
Las víctimas asistían a un mitin del partido Jamiat Ulema Islam, dirigido por el estricto clérigo y político Fazlur Rehman. Él no asistió al mitin, celebrado en una gran carpa cerca de un mercado en Bajur, un distrito en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, que limita con Afganistán.
Rehman, que apoya al Gobierno talibán en Afganistán, escapó de al menos dos ataques con bombas en 2011 y 2014, cuando su auto fue blanco de explosiones en mítines.
Mientras llegaban muestras de condolencia, docenas de personas que sufrieron heridas leves recibieron el alta hospitalaria y los heridos graves eran trasladados a la ciudad de Peshawar en helicópteros militares. La cifra de muertos seguía subiendo conforme varios heridos graves fallecían en el hospital, según el médico Gul Naseeb.
La policía tomaba declaración el lunes a algunos de los heridos en un hospital de Khar, la ciudad más grande de Bajur. Feroz Jamal, Ministro de Información de la provincia, dijo que la policía “investiga este ataque en todos sus aspectos”.
Al menos mil personas se habían congregado el domingo bajo una gran carpa dentro de los preparativos del partido para octubre o noviembre.
“La gente coreaba ‘Dios es grande’ con la llegada de líderes cuando oí el sonido ensordecedor de la bomba”, dijo Khan Mohammad, un vecino del lugar que dijo que estaba de pie fuera de la carpa.
Mohammad dijo que había oído a gente pidiendo ayuda, y unos minutos después empezaron a llegar ambulancias y a llevarse a los heridos.
Hace mucho que los grupos islamistas tienen presencia en Bajur. El distrito fue una base de Al Qaeda y un bastión del ilegalizado Talibán paquistaní, conocido como Tehreek-e-Taliban Pakistan, o TTP. El ejército declaró que había expulsado al grupo en 2016 tras varias campañas militares.
La filial regional de Estado Islámico, conocida como Estado Islámico en la Provincia de Khorasan, tiene su sede en la cercana provincia de Nangarhar y es rival del Talibán afgano y de Al Qaeda.
El analista de seguridad paquistaní Mahmood Shah dijo a The Associated Press que también facciones escindidas del TTP podrían haber realizado el ataque. Se sabe que algunos miembros del TTP han desobedecido a sus líderes para cometer ataques, al igual que facciones escindidas del grupo.
Esas facciones podrían haber organizado la explosión para causar “confusión, inestabilidad y disturbios antes de las elecciones”.
Se esperaba que el Primer Ministro, Shehbaz Sharif, disolviera el parlamento en agosto antes de los comicios. El partido de Rehman forma parte del Gobierno de coalición de Sharif, que llegó al poder en abril de 2022 derrocando al Primer Ministro, Imran Khan, en una moción de censura.
Sharif, que condenó el suceso el domingo, llamó a Rehman para expresar sus condolencias y asegurar al clérigo que los que orquestaron el ataque serían castigados. El atentado provocó condenas en todo el país, y tanto partidos del Gobierno como de la oposición ofrecieron sus condolencias a las familias de las víctimas. Las embajadas estadounidense y rusa en Islamabad condenaron el ataque.
También el Talibán paquistaní se distanció del suceso. El TTP, dijo que el ataque pretendía enfrentar a los islamistas entre sí. Zabihullah Mujahid, vocero del Talibán afgano, publicó en la red social X, antes conocida como Twitter, que “crímenes así no pueden justificarse de ningún modo”.