El pasado 24 de julio, el mismo Departamento de Justicia de Estados Unidos interpuso una demanda contra el Gobernador de Texas, Greg Abbott, por una barrera flotante que el estado colocó en el Río Bravo.
Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).- Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), informó esta mañana que la Cancillería envió dos notas diplomáticas al Departamento de Estado estadounidense por la violación del Tratado de Aguas de 1944 y el Tratado de Límites de 1970 con la instalación de una fila de enormes boyas anaranjadas que se extiende unos 305 metros sobre el Río Bravo.
La Canciller señaló la demanda que interpuso el Presidente Joe Biden es parte de una decisión del Gobierno estadounidense federal de apoyar a México en el tema de la instalación de boyas, que tiene como objetivo impedir que migrantes ingresen a Estados Unidos desde el río fronterizo.
"El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda contra el estado de Texas. Entonces hay una decisión del Gobierno federal de apoyar a México en relación a esta acción, que es una acción bastante unilateral", dijo desde Palacio Nacional.
En la conferencia de prensa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, Bárcena relató que la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) les informó que en el Río Bravo se estaban construyendo terraplenes que provocan obstrucción y desviación del flujo del río; que había contenedores metálicos de carga dentro de la zona de inundación; así como una malla con púas para evitar el paso; y boyas plásticas flotantes.
"Algo muy importante es que estamos hablando de 305 metros, no estamos hablando de los tres mil 500 kilómetros. Es un espacio pequeño, pero el principio es lo que queremos destacar porque de estos 305 [metros], hay 230 [metros] que están más bien del lado nuestro", detalló.
El pasado 24 de julio, el Departamento de Justicia interpuso una demanda contra el Gobernador de Texas, Greg Abbott, por una barrera flotante que el estado colocó en el Río Grande —también conocido como Bravo— con el objetivo de impedir que los migrantes ingresen a Estados Unidos desde México.
La demanda solicita a un Juez federal en Austin que obligue a Texas a retirar la fila de enormes boyas anaranjadas que se extiende unos 305 metros, la cual el Gobierno federal asegura que plantea preocupaciones ambientales y humanitarias. La denuncia también afirma que Texas instaló la barrera de forma ilícita sin obtener los permisos necesarios
Las boyas colocadas entre las ciudades fronterizas de Eagle Pass y Piedras Negras, México, son la más reciente escalada en la operación de seguridad fronteriza emprendida por Texas, la cual también incluye cercado con alambre de púas, detención de migrantes por cargos de invasión de propiedad privada y el envío de solicitantes de asilo hacia ciudades de otros estados con gobiernos demócratas.
Los opositores han puesto en tela de juicio desde hace tiempo la efectividad de la operación conocida como Lone Star, la cual ha estado en vigor durante dos años. Además, relato de un patrullero estatal hace unos días sobre que las medidas causan heridas a los migrantes ha puesto nuevamente a la misión bajo el microscopio.
En anticipación a la demanda, Abbott le envió al Presidente Joe Biden una carta el lunes por la mañana en la que defiende el derecho de Texas a instalar la barrera. Acusó al mandatario de poner en riesgo a los migrantes al no hacer más para disuadirlos de realizar el viaje hacia Estados Unidos.
“Texas lo verá en la Corte, señor Presidente”, escribió Abbott en su misiva.
El Gobierno del Biden ha dicho que el número de cruces fronterizos ilegales ha caído significativamente desde que se implementaron nuevas reglas de inmigración en mayo. En junio, el primer mes completo desde la entrada en vigor de las nuevas medidas, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus iniciales en inglés) dijo que los encuentros con migrantes se redujeron un 30 por ciento respecto al mes previo y que eran el nivel más bajo desde el primer mes de Biden en la Presidencia.
Por su parte, el pasado 14 de julio, México acusó a Estados Unidos de violar varios tratados bilaterales suscritos hace décadas al permitir que el Gobierno de Texas instalara una especie de muro flotante en parte del Río Bravo, así como cercas de púas en un islote de su cauce.
La nueva Secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, que sucedió a Marcelo Ebrard en el cargo hace menos de un mes, explicó que el Gobierno mexicano ya ha mandado una nota diplomática de queja en este sentido porque con el emplazamiento de las boyas “se está violando es el Tratado de Aguas de 1944”.
En una nota de prensa posterior, la Cancillería agregó que México también se ha quejado de la colocación de una alambrada de púas y de movimiento de tierra en un islote del cauce del río en la zona que separa la ciudad mexicana de Piedras Negras de la estadounidense Eagle Pass.
Según el Gobierno, viola el tratado de Límites de 1970 y puede provocar obstrucciones en el cauce del río, que sufre crecidas fuertes en algunas temporadas.
-Con información de AP