En el último mes, Moody’s Investors Service y Fitch Ratings cambiaron sus calificaciones respecto a Pemex, pues consideraron que no hay un modelo de negocio que facilite el apoyo del Gobierno y que existe un debilitamiento operativo.
Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió esta mañana contra las calificadoras internacionales, luego de que Moody’s Investors Service y Fitch Ratings modificaran sus perspectivas sobre Petróleos Mexicanos (Pemex) este mes.
«No afecta en nada, es parte de la simulación que existía durante el predominio del periodo neoliberal, es como a estas alturas tomar en cuenta lo que opine el Fondo Monetario Internacional, que está totalmente desacreditado», afirmó desde Palacio Nacional.
El mandatario mencionó que es «muy difícil ganarle a los leguleyos de las calificadoras», pues son «tecnócratas marrulleros». «Afortunadamente ya eso no se los cree ni siquiera el llamado círculo rojo», dijo.
“No pasa nada, aquí lo que se tiene que tomar en cuenta en el caso de Pemex es que la deuda de Pemex ha bajado y eso lo podemos probar», señaló en su conferencia de prensa matutina.
Asimismo, el Presidente criticó que antes de su Gobierno, a su consideración, la calificación de Pemex era alta, a pesar de la corrupción, de la creciente deuda y de las pérdidas económicas que registraba.
“Entonces es una burla todo esto de las calificadoras, sin embargo, todavía quedan esos remanentes, toda esa información que utilizaban para manipular en las épocas del neoliberalismo, neoporfirismo”, aseguró.
«A la gente lo que le importa, lo que le interesa es que haya trabajo; que los ingresos, que el salario alcance y que no haya carestía; que no suban los precios de los alimentos, de las gasolinas, el pasaje. Eso es lo que le importa a la mayoría de la gente y es lo que tenemos que cuidar”, agregó.
El pasado 14 de julio, Fitch Ratings bajó la calificación crediticia de Pemex de “BB-” a “B+”, nivel considerado de alto riesgo.
A través de un comunicado, la agencia señaló que las rebajas reflejan un “continuo desempeño operativo débil” de la empresa paraestatal mexicana. También espera que esta calificación limite sus fuentes de financiamiento de bancos, inversionistas y proveedores.
“La reducción de estos puntajes de relevancia refleja el impacto ambiental y social asociado con múltiples accidentes en las instalaciones operativas de Pemex desde febrero de 2023, que resultaron en víctimas y lesiones a sus empleados y daños a infraestructura y activos críticos”, añadió.
Además, la agencia de calificación crediticia estadounidense también colocó a Pemex en el rango de Rating Watch Negative (RWN) y bajó la calificación de las notas internacionales en circulación de la empresa paraestatal mexicana, de “B+”/”RR4” de “BB-“.
Asimismo, el pasado 21 de julio, Moody’s Investors Service confirmó la calificación de la estatal en B1, pero modificó su perspectiva a negativa desde estable al considerar que no hay un modelo de negocio que facilite el apoyo del Gobierno.
“La perspectiva negativa de las calificaciones de Pemex refleja la visión de Moody’s de que, ante la falta de cambios fundamentales en la estrategia de negocio, es probable que la compañía enfrente mayores riesgos crediticios, debido a su incapacidad de aumentar las inversiones de capital y de mejorar su desempeño financiero y operativo, como resultado de las restricciones de liquidez”, dijo la calificadora en un comunicado.
Con el cambio de perspectiva a negativa, la calificación de Pemex podría bajar en el plazo de un año. No obstante, la calificadora prevé que el apoyo del Gobierno de México continúe siendo muy alto en 2023 y 2024; aun con la posibilidad de que los fundamentos financieros subyacentes de la compañía sigan en deterioro ante la negativa de cambiar su modelo de negocio, con la premisa de que a la próxima administración le resultará cada vez más difícil replicarlo.
AMLO MINIZA FUGA EN EL GOLFO DE MÉXICO
Not AMLO minimizando desastres naturales
Aunque expertos de la UNAM ya estimaron que el derrame de petróleo en el Golfo de México es de más de 400km, @lopezobrador_ dice que es "una pequeña fuga de aceite" pic.twitter.com/0vQEwKgZV4
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) July 24, 2023
López Obrador afirmó esta mañana que el derrame de crudo que ocurrió el pasado 17 de julio en los campos petroleros de Ek Balam, que forman parte del Complejo Cantarell de Pemex en Campeche, es “una pequeña fuga [que] ya está disuelta de aceite».
«Hay dos eventos muy lamentables: una pequeña fuga ya disuelta de aceite, mucho, mucho, mucho muy pequeña; […] el otro caso lamentable fue una explosión de gas, pero se dispersó completamente la molécula y ya no hay afectaciones por la explosión de gas que sí causó la muerte de dos trabajadores y uno o dos desaparecidos», dijo.
El pasado 17 de julio, distintas organizaciones de la sociedad civil alertaron sobre un derrame de petróleo en el Golfo de México, cuya extensión podría ser del doble de la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
A través de un comunicado conjunto, informaron que en la misma zona donde ocurrió el pasado 7 de julio un incendio en la plataforma de Petróleos Mexicanos (Pemex) “Nohoch-A”, en la Sona de Campeche, se registró un derrame de crudo de otra de las plataformas de la zona.
Las organizaciones agregaron que en los últimos dos años, se ha presentado un aumento del 152 por ciento en la frecuencia de “accidentes” de Pemex. Ante dicha situación, aseguraron que, junto con el incendio en Campeche, son en realidad siniestros inherentes a extracción y manejo de los combustibles fósiles.
Pemex respondió que el caso fue reportado el 6 de julio a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente y la Secretaria de Marina, y que “se procedió a su reparación, por lo que están controladas en su totalidad”, pero no precisó cuándo se controló el derrame.
De acuerdo con estimaciones de los especialistas de la empresa, el volumen derramado afectó un área estimada de 0.06 kilómetros, esto es, 60 metros. En contraste, el reporte de organizaciones ambientalistas señalaba en medios locales que en el Golfo de México había una mancha de 400 kilómetros cuadrados.