La noticia del perrito Benito que un pseudo humano aventó a un cazo de aceite se hizo viral, realmente conmovió a la mayoría de la sociedad el hecho que hubieran atacado así a un perro indefenso, incluso hubo gente que se amotinó para golpear al sujeto una vez que lo aprendieron y muchísima gente considerada animalista o no ha expresado su rechazo a tan monstruoso acto.
Personalmente me pareció horrible y ni siquiera quise ver la noticia porque esa clase de cosas realmente me ponen mal, pero me hace preguntarme cuál es el motivo por el cual un perro asesinado horriblemente en un cazo de aceite hirviendo es percibido de una manera diferente que, por ejemplo, un cerdo o por qué es tan diferente de un cabrito que en el norte de México es asesinado siendo un bebé, muchas veces la misma gente va a mercados a escogerlos vivos y hasta presencia su muerte.
¿En qué nos basamos para elegir qué animales nos conmueven y cuáles no?
Si una de nuestras respuestas es la inteligencia, los cerdos son muy inteligentes, poseen una inteligencia superior a un niño de tres años de edad, tienen la capacidad de anticipar eventos de acuerdo a su experiencia, es decir, pueden sentirse optimistas o pesimistas de acuerdo a lo que han vivido; si han sido maltratados experimentan miedo esperando más maltrato y si son amados esperan ese amor cuando convives con ellos; si otra de nuestras respuestas es la capacidad de sentir, todos estos animales tienen un sistema nervioso central lo cual les permite sentir dolor al igual que nosotros. Además, los cerdos, chivos, borregos, entre otros, pueden crear lazos y sentir amistad y amor con otros animales, aún siendo de especies diferentes, entonces, realmente no es una característica que posean estos animales lo que hace la diferencia, la diferencia está en nuestra percepción.
Antes de haber visitado un Santuario o a la creación del Santuario Libres al fin, yo nunca había convivido con animales de granja, realmente no me imaginaba cómo eran o cómo actuaban, creo que uno de los factores que no nos permite ver a estos animales como a los perros es que en general los humanos nunca hemos creado lazos con ellos y nos sentimos desconectados, hemos aprendido a lo largo de nuestra vida a verlos como cosas; en el supermercado los venden cortados, con otros nombres, como si nunca hubieran sido individuos, como si nunca hubieran tenido madres, hijos, amigos, como si no importaran en lo absoluto.
Además, está toda la publicidad engañosa con la que la industria de la explotación de animales nos los ha vendido, pintado vacas felices, cerditos sonriendo en cazos y hasta nos hacen creer que productos como la leche de vaca 100 por ciento antinatural es buena para nuestra salud.
El comer es una decisión completamente basada en nuestras costumbres y enseñanzas, lo bueno es que es posible desaprender cualquier cosa, la próxima vez que veas tu plato te invito a pensar en la vida que tuvo detrás y tal vez te replantees lo que quieres comer.
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