La última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco que publicó el Inegi es de 2017, con datos recabados en 2016, por lo que actualmente no se cuenta con datos específicos que evidencien la realidad del consumo de drogas entre menores de edad.
Ciudad de México, 22 de abril (SinEmbargo).- Como parte de una estrategia contra las drogas, y ante el avance en el consumo de estas sustancias entre la población juvenil en México, el pasado lunes el Gobierno federal lanzó el programa denominado "Si te drogas, te dañas", el cual contempla, principalmente, pláticas preventivas a estudiantes de secundaria y de nivel medio superior, sin embargo, el país no cuenta con un registro oficial que refleje la realidad de esta problemática, lo que podría ser un obstáculo para el éxito de la estrategia que busca reducir el consumo de estas sustancias.
En entrevista con SinEmbargo, Juan Martín Pérez García, coordinador Regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, explicó que en este momento es complicado establecer una estrategia contra el consumo de drogas entre niños, niñas y adolescentes en primer lugar porque no se tiene un registro oficial que identifique puntualmente el número de menores que consumen drogas en México.
“Lo primero que hay que destacar es que no existe información oficial de parte de México y los países de la región sobre este tema, hay algunos datos pero están fragmentados, la Encuesta Nacional de salud reporta alguna información, hay también un trabajo que hacen los investigadores del Instituto Nacional de Psiquiatría pero no tenemos información sólida o consolidada que nos permita identificar cuántos niños, niñas y adolescentes o personas jóvenes están consumiendo y cómo han ido modificándose estos consumos”, dijo.
La última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco que publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) es de 2017, con datos recabados en 2016. Además, los datos referentes a esta problemática con los que se cuenta están fragmentados o provienen de organismos no gubernamentales, como el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones (SISVEA).
El inconveniente en el caso del SISVEA es que recoge datos provenientes de Centros de Tratamiento No Gubernamentales, Centros de Tratamiento para Adolescentes, Servicio Médico Forense (SEMEFO) y Servicio Médico de Urgencias, que podrían no ser oficiales, particularmente de los dos primeros organismos.
“Lo que tenemos es, desde la experiencia y los casos que atienden las organizaciones, un panorama (...) pero más allá del tipo de sustancia, no tenemos un dato oficial que nos permita hacer desagregado de entiéndase federativa, rango de edad, tipo de sustancia, hay información fragmentada”, reiteró el Coordinador Regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe.
Precisamente el Informe Anual 2021 del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones (SISVEA) que publicó la Dirección General de Epidemiología, el 20 de septiembre de 2022, revela un incremento en el consumo entre los menores de edad. Además de que la edad en que un menor inicia con el consumo de drogas es de entre los 13 y 15 años.
En el 2021, el SISVEA recabó 86 mil 572 registros provenientes de mil 409 Centros de Tratamiento que se encuentran distribuidos en el país, y aunque la población usuaria que solicitó atención en estos centros de tratamiento no gubernamentales fueron principalmente personas que se encuentran entre los 20 y 34 años de edad, que abarcaron el 52.5 por ciento del total de los casos, los adolescentes no quedaron exentos de esta problemática.
Lo anterior, debido a que la población de 14 años de edad, o menor, que demandó atención en dichos espacios durante el 2021, fue de 579 casos, el 0.7 del total, una cifra mayor a la registrada en 2020, cuando se registraron 464 casos. Asimismo, en el rango de 15 a 19 años, en 2021, se presentaron nueve mil 2018 casos, el 10.6 por ciento del total, una cifra mayor a la registrada durante el 2020, cuando hubo siete mil 248 casos.
El informe del SISVEA 2021 también señaló que, aunque de la población usuaria que ingresó a tratamiento –cuatro de cada 10, el 39.6 por ciento– aseguraron que iniciaron el consumo de drogas entre los 13 y 15 años de edad, la gráfica señala que el 18.1 por ciento lo inició de los 10 a los 12 años y el 4.9 por ciento de los cinco a los nueve años. Además, 23.4 por ciento empezó a consumir de los 16 a 18 años, y sólo 14 por ciento consumió drogas después de los 18 años de edad.
“Al analizar la edad a la que empezaron el consumo por Droga de Inicio, en 39 registros no fue posible obtener esta información por lo que sólo se tienen datos de 86 mil 533. Entre quienes señalan que iniciaron el consumo con cristal, anfetaminas, cocaína y crack se aprecia mayor proporción en los grupos de mayor edad. Asimismo, los inhalables tienen el porcentaje más alto entre la población de 13 a 15 años de edad, seguido de tabaco y mariguana”, indica el informe.
Por su parte, de noviembre de 2020 a febrero de 2021, la organización Population Council México llevó a cabo el informe ejecutivo Voces-19, con el propósito de dar a conocer la experiencia de este sector “en torno a la pandemia y las maneras en que ésta impactó múltiples dimensiones de sus vidas”, que entre otras cosas abordó el tema del consumo de drogas, legales e ilegales.
En dicho estudio, participaron 55 mil 692 jóvenes mexicanas y mexicanos de entre 15 y 24 años de edad en México, de los cuales 44 mil 955, el 80.7 por ciento del total, fueron adolescentes de entre 15 y 17 años de edad.
El informe arrojó que de estos 44 mil 955 adolescentes, el 25 por ciento –11 mil 238– había consumido alcohol al menos una vez en su vida. Mientras que el 0.1 por ciento reconoció que consume alcohol “una o más veces por día”. Respecto al consumo de mariguana, el tres por ciento de los adolescentes, mil 348, indicó que ha consumido esta hierba por lo menos una vez en su vida. El 0.2 por ciento dijo consumirla una o dos veces al día.
Respecto a los opioides (entre los que se encuentran la heroína, la cocaína, el crack y las anfetaminas), el 0.9 por ciento de los adolescentes, alrededor de 404 jóvenes, reconoció haber consumido este tipo de drogas por lo menos una vez en su vida y el 0.1 por ciento señaló que las consume una o varias veces al día.
En tanto, el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas cuenta con un Informe sobre la detección orientada a problemas en adolescentes que recogió información durante 2021, a través del cuestionario denominado POSIT (Problem Oriented Screening Instrument for Teenagers), un instrumento elaborado por el National Institute on Drug Abuse (NIDA) y el National Institutes of Health (1991), para detectar problemas específicos en jóvenes.
El estudio se aplicó a un total de 217 mil 430 menores de entre 12 y 14 años de edad, de los cuales 112 mil 218 fueron mujeres y 105 mil 212 hombres. Los resultados arrojaron que, hasta el 2021, 14 mil 944 adolescentes de entre 12 y 14 años de edad se encontraban en riesgo de uso/abuso de sustancias psicoactivas y otros 29 mil 159 jóvenes de entre 15 y 17 años de edad estaban en la misma situación.
Pero pese a esta falta de información específica, el pasado 17 de abril, la Secretaría de Educación Pública (SEP) dio inicio a la estrategia sobre prevención de adicciones "Si te drogas, te dañas", con la que el Gobierno de México busca concientizar a estudiantes de secundaria y bachillerato de todo el país sobre el consumo de dichas sustancias.
Leticia Ramírez Amaya, titular de la SEP, destacó que la campaña, que tiene fines preventivos y de información, tiene el propósito de llegar “a más de 11 millones de estudiantes en 62 mil escuelas”, y contará con la participación de 82 mil docentes.
“El día de hoy, 17 de abril, en las escuelas de nivel secundaria y media superior, o sea, el nivel bachillerato, iniciamos la campaña en contra del uso de drogas, en contra de las adicciones. Es una campaña nacional, es una campaña con esta principal característica, que es preventiva, es una campaña preventiva nacional”, dijo la Secretaria durante su participación en la habitual conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por ello, detalló, se destinarán de 10 a 15 minutos en el aula de clases, por lo menos tres días a la semana, para hablar con los alumnos sobre el tema. Además, se dispondrá de material gráfico y audiovisual sobre el tema, como carteles y videos. Los docentes también tendrán acompañamiento mediante una guía con información sobre las drogas y sus daños.
“Es de prevención, informativa, ya lo decíamos. Son unos minutos diariamente en el aula, de 10 a 15 minutos, por lo menos tres días de la semana, hasta que concluya el ciclo escolar, la campaña es: ‘Si te drogas, te dañas’”, añadió la titular de la SEP en su intervención.
No obstante, Pérez García reiteró la importancia de un registro oficial, a lo que se suma la intervención de expertos para implementar estrategias en favor de la prevención y el combate del consumo de drogas entre la población juvenil mexicana. Por el contrario, consideró que el actual programa es la “crónica de un fracaso anunciado porque no está construido con expertos y expertas en salud pública, porque está repitiendo las peores formas de hacer campaña, además ya probadas, no solamente insuficientes, sino, además, peligrosas”.
Recordó que este tipo de campañas datan de los 80, y que contaban con un enfoque prohibicionista y criminalizador, tras las cuales en Estados Unidos “se hicieron evaluaciones y se encontró que esas campañas prohibicionistas alientan el consumo, porque particularmente en adolescentes y jóvenes alientan esta identidad desafiante y retadora, que necesitan como parte de su construcción de identidad y de autonomía, que es propia de la edad adolescente y juvenil”.
Además, destacó, el personal docente que estará a cargo de impartir las pláticas que son parte fundamental del programa “Si te drogas, te dañas”, no cuenta con la preparación necesaria para abordar el tema, ni en términos científicos ni para explicar a los estudiantes los procesos de consumo que se pueden llevar a su alrededor o incluso en ellos.
“Los maestros y las maestras no están preparadas para abordar este tema, no sólo en términos de preparación científica, de cómo funcionan las sustancias en el organismo, los factores que llevan a que una persona consuma, sino sobre todo tampoco para poder explicar a niños y niñas este proceso, y que puedan referir que en su familia el consumo o que ellos y ellas están consumiendo”, por lo que, alertó, "[el programa] puede hacer mucho daño en este momento, considerando que no conocemos con datos oficiales quiénes, cuánto y dónde están consumiendo”, subrayó.
Pérez García enfatizó que otro elemento importante de esta problemática nacional es que “México no tiene una política de prevención de consumo de sustancias ni de atención, hasta ahora una persona adolescente o joven que tiene un uso problemático de sustancias (...) no existen en nuestro país programas públicos para atenderlo con internamiento, por ejemplo que se requiere”, así como el debido acompañamiento profesional que requiere la familia de un consumidor.
En esto casos, añadió, se hace uso de “los llamados anexos, estos lugares que estos usuarios de sustancias tienen y que lamentablemente al no ser profesionales y no estar basados en evidencia científica suelen ser basados en el castigo, en la tortura, en los malos tratos que en lugar de ayudar profundizan los consumos”, destacó el experto, quien señaló que se requieren de diversos factores para poner en práctica una estrategia que contribuya a reducir el consumo de drogas entre los menores.
Por ejemplo, detalló la importancia de analizar el contexto que rodea a este sector, para determinar si en este existen “trayectorias de consumo, ya sea en su familia o en su comunidad; segundo, el factor de disponibilidad, y esta disponibilidad se va cruzar con un tercer factor y es la experiencia vivencial, si adolescentes y personas jóvenes encuentran en la experiencia vivencia de consumir sustancias placer, evasión de sus problemas o identidad, incluso”, dijo.
Consideró de gran importancia identificar si el consumo de drogas “específicamente en el caso de niños, niñas y adolescentes es por un tema cultural y de desarrollo cognitivo particularmente la juventud”, ya que en muchos de los casos se busca experimentar con “las sustancias, tabaco, alcohol y si hay disponibilidad en su entorno, de otro tipo de sustancias, no toda experimentación va a significar un uso problemático de sustancias, y también tenemos que diferenciar cuando ya hay una adicción”.
“Hay que diferenciar conceptualmente el uso experimental o recreativo de sustancias y de adicción y el uso problemático", reiteró el Coordinador Regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, quien también destacó la necesidad de “escuchar a las personas expertas en adicciones y, muy importante, escuchar a niños, niñas y personas jóvenes que están consumiendo”, para de ahí partir a la implementación de estrategias.
“Si no les involucramos en cualquier acción, será innecesaria y no tendrá trascendencia, es muy importante salirnos del paradigma de criminalizar el consumo para entenderlo y para poder, desde un paradigma de salud pública, poder dar alternativas”, que van desde la “reducción del daño, de prevención y de atención a quien está teniendo un uso problemático de sustancias”.
“Es obligación del Estado mexicano desarrollar una política nacional de prevención a la salud digna, a las adicciones, que lamentablemente no existe y que es necesario que el consejo nacional para Prevenir y atender las adicciones, el Conadic, atienda y respete los estándares internacionales que ya existen para poder atender y prevenir adicciones, con ocurrencias como la que estamos viendo ahora pueden ser contraproducentes, incluso, violatorias a derechos de niños y niñas a su acceso a la salud y a la información para poder evitar que las sustancias sean una realidad en su vida”, concluyó.