Bernardo Barranco habló con SinEmbargo sobre el libro que coordina en el cual hace un extenso recorrido por las diferentes visiones que existen alrededor del Estado de México, la elección que tendrá lugar este año para renovar su Gobierno y la incidencia que tendrá en el proceso presidencial de 2024.
Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo).– La fórmula del Grupo Atlacomulco basada en “dinero, subordinación, unidad y subordinación” es uno los aspectos centrales para entender esa compleja y “'dinosaurica' cultura política que se vive en el Estado de México”, planteó en entrevista el sociólogo y periodista Bernardo Barranco.
Barranco es el coordinador del libro El regreso al infierno electoral. Las elecciones de 2023 y el juicio final (Grijalbo) que reúne una serie de textos de periodistas, académicos y exfuncionarios del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), quienes realizan una radiografía puntual de qué estará en juego con la elección de los mexiquenses de este 2023.
“El Grupo Atlacomulco es una manera de hacer política en el Estado de México y esta manera de hacer política en el Estado de México los partidos forman parte de ella también, ninguno se escapa, incluso Morena, por eso muchos identifican a Morena como una especie de extensión de lo que hacían anteriormente el PRI“, compartió a SinEmbargo.
Barranco expuso que en el Estado de México pervive “remasterizada” la vieja cultura política autoritaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) encarnizada en el Grupo Atlacomulco al que han pertenecido los grandes dirigentes exgobernadores como Emilio Chuayffet, César Camacho, Arturo Montiel y Enrique Peña Nieto.
“La forma de hacer política es mezclar negocios, dineros con política y poder esa es la fórmula, es el centro del Grupo Atlacomulco, pero no solamente se queda en una élite sino muy al estilo del profesor Hank González, la riqueza o el poder se derrama a instituciones incluso autónomas como los institutos electorales, los magistrados, se derrama a las universidades, a los medios de comunicación, pero fundamentalmente, aquí viene lo más dramático, a los partidos políticos de oposición”, señaló.
En este proceso, a la par de esa subordinación que ha existido a nivel local con la oposición, ahora se suma la alianza que ha construido el priismo con los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), fuerzas políticas que en el pasado acusaron fraudes electorales en los procesos electorales en la entidad y que ahora han abanderado a Alejandra del Moral, quien contenderá frente a la morenista Delfina Gómez, quien busca por segunda vez llegar a la gubernatura.
“Escuché en el cierre de la precampaña de Alejandra del Moral cuando dice 'vamos por el cambio', yo dije 'bueno, a ver, por dónde se va a deslindar, va a haber una ruptura', porque digo cambio, qué cambio, desde adentro es imposible pensarlo y dice, 'vamos por el cambio, vamos con el pueblo, vamos para el pueblo y vamos desde el pueblo' y dije 'no dios mío, es es lo mismo, es una es una concepción retórica del cambio'”, comentó.
Y puntualizó: Morena tampoco se salva, Morena lo que se plantea es 'abatamos 100 años de oscuridad, 100 años de corrupción, 100 años en donde hay una élite en el poder que se ha reproducido de manera ilegal entonces Morena y yo representamos lo que ellos llaman la esperanza del cambio, la ruta el cambio’. Ahora, no sabemos el cambio, para qué, hacia dónde, con quién cómo, entonces son como retóricas que en este momento son como balones al aire, hay que bajarlos”.
Bernardo Barranco expuso que lo que está en juego con esta elección no es minúsculo, ya que el PRI se juega no sólo su existencia, sino que la oposición pondrá sobre la mesa la continuidad de su alianza de cara al proceso presidencial de 2024.
“Si pierden llega mermado, además llega con la hipótesis de las alianzas totalmente fracturadas, aunque gane, incluso Coahuila —que se cuece aparte, tiene otra lógica— podría afectar las alianzas de cara al 24 y en este caso, el PRI pasaría de un partido chiquito a un partido en condición de sobrevivencia y no me extrañaría que el PRI incluso plantearía alianza con Morena para el 24, es decir, los rejuegos políticos están ahí porque para Morena el gran adversario no es el PRI es el PAN”, señaló.
En ese sentido, precisó que estos escenarios van a estar definidos por lo que pase en 2023 en el Estado de México con un PRI “que está en vías de extensión, que tendría que hacer movimientos dramáticos para poder seguir sobreviviendo y Morena que podría llegar casi al estilo Echeverrista a las elecciones del 24, con casi todo el territorio dominado, que solamente se veía en aquellos viejos años de absolutismo priista”.
“Tampoco es muy buena señal, es decir, son aspectos que están ahí sobre el tablero y que vamos a ver cómo cómo pasa si gana el PRI y sus aliados va a ir vitaminado, va a regresar, va a ir a las elecciones fortalecido, va a ir con la hipótesis de la alianza que funciona entonces todo puede cambiar con lo que pase o deje de pasar en el Estado de México”.
El regreso al infierno electoral. Las elecciones de 2023 y el juicio final, coordinado por Bernardo Barranco, reúne una serie de visiones como la de Álvaro Delgado que escribe sobre qué se juegan los partidos políticos; la de Julio Astillero, que plantea el escenario rumbo a 2024; la de Fabrizio Mejía que habla del Grupo Atlacomulco en los últimos años; la de Gabriel Corona, que hace un análisis de cómo entender la cultura política en el Estado de México; del periodista Enrique Gómez, quien habla de cómo los medios de comunicación han sido subordinados a base de dinero o de represión, entre otros.