Una comisión de investigación concluyó en 2015 que muchos de los menores no regresaron jamás a sus comunidades y reconoció así un «genocidio cultural», mientras que el Proyecto Niños Perdidos ha identificado hasta el momento a más de cuatro mil 100 menores fallecidos durante su estancia en los internados, de los que muchos fueron sepultados en los propios recintos escolares.
MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS).- Una tribu indígena del sur de la provincia canadiense de Columbia Británica ha anunciado el descubrimiento de al menos 66 tumbas sin identificar cerca de un internado de asimilación forzosa de población indígena, sumándose a otras tumbas cuyo hallazgo conmocionó al país norteamericano el año pasado.
«Es desalentador, pero al mismo tiempo estamos encontrando la verdad y reuniendo la historia y el legado de lo que fue esa escuela y la cantidad de daño que causó», ha dicho el jefe tribal Willie Sellars, del clan Williams Lake First Nation, según ha recogido la cadena CTV News.
Este hallazgo se suma al de una investigación del año pasado en la que fueron identificados 93 posibles enterramientos encontrados en 14 hectáreas del terreno inspeccionado cerca de la Escuela Residencial de la Misión de Saint Joseph, un antiguo internado para menores indígenas.
«Desde entonces, hemos continuado trabajando con nuestro equipo técnico y contratistas para buscar más anomalías terrestres», ha aseverado Sellars, subrayando la importancia de recopilar las historias de sus antepasados.
Este internado fue dirigido por la Iglesia Católica desde 1912 hasta principios de la década de 1970, desde cuando el edificio se convirtió en un resort y casino, con un campo de golf adyacente. Según la tribu, más de 100 de sus miembros fueron obligados a asistir a esta escuela de asimilación.
Este tipo de escuelas se crearon en los siglos XIX y XX para asimilar de forma forzosa a los jóvenes indios y estaban financiadas por el Estado y gestionadas por organizaciones religiosas.
Las recientes investigaciones y hallazgos de cadáveres han levantado revuelo en la nación, lo que ha llevado al Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, a exigir a la Iglesia Católica que «asumiera su responsabilidad».