México
La tarde de este miércoles fueron asesinadas 20 personas en San Miguel Totolapan en un ataque armado simultáneo en diferentes puntos, incluyendo el Ayuntamiento.

En poder de los más malos

Los criminales mandan en Tierra Caliente. No de hoy, de años. Cúlpese al abandono...

08/10/2022 - 12:05 am

Especialistas en seguridad coincidieron que en Tierra Caliente la violencia no ha disminuido por el abandono de las autoridades, la infiltración del crimen organizado en las estructuras políticas y policiacas y porque no hay una política clara para el desarme y desarticulación de las redes criminales.

Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).– Tierra Caliente es una región del país que comprende los estados de Michoacán, Guerrero y Estado de México, que comparte aspectos culturales, historia y en años recientes una violencia que ha persistido de un gobierno a otro, así como el abono de autoridades y la infiltración del crimen organizado en sus estructuras políticas y policiacas ante su importancia estratégica en los cultivos de opio y marihuana, coincidieron analistas.

“Hay una relación entre el abandono y la falta de oportunidades con la violencia en Tierra Caliente, pero se explica más por el hecho de que en algún momento incursionó el crimen organizado en Tierra Caliente y nunca se ha aplicado el estado de Derecho como debiera, porque las autoridades no han intervenido, siendo ya un problema crónico”, indicó el especialista Víctor Sánchez, investigador de la Universidad de Coahuila.

La masacre en San Miguel Totolapan, ocurrida el pasado 5 de octubre en la que fueron asesinadas al menos 20 personas, entre ellas el Alcalde Conrado Mendoza, su padre, así como una niña de 12 años, policías y funcionarios municipales, evidenció que aún cuando los números reportan una reducción de asesinatos, los crímenes de alto impacto en la región siguen ocurriendo.

Tan sólo de enero a agosto en Guerrero se han registrado al menos 908 víctimas de homicidio doloso. El año anterior, la cifra de personas asesinadas cerró en mil 358, un 5.59 por ciento menos a los homicidios dolosos de 2020, que fueron mil 434, cifra que es un 30.68 por ciento menor con respecto a los asesinatos perpetrados el año anterior inmediato, 2019, cuando se reportaron mil 874.

En tanto, en entidades como Michoacán y Estado de México, que parte de sus territorios también conforman la región de Tierra Caliente, la violencia homicida se comporta de la siguiente manera: mientras que el Estado de México, al igual que Guerrero, bajó ligeramente un 5.25 por ciento en 2021 –con un total de 2 mil 648 personas asesinadas, contra las 2 mil 795 de 2020–, en Michoacán la cifra creció 12.28 por ciento, pues reportaron al menos 2 mil 732 víctimas de homicidio doloso, contra las 2 mil 433 registradas en 2020.

Al menos 20 personas fueron asesinadas durante el ataque que perpetró un grupo armado en el Ayuntamiento de San Miguel Totolapan, en Guerrero. Imagen ilustrativa. Foto: Margarito Pérez Retana, Cuartoscuro.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador justificó el pasado jueves 6 de octubre en su conferencia matutina que los hechos en San Miguel Totolapan eran resultado del rezago y de al menos 30 años de abandono en la zona, por la política neoliberal, aunado también a las bases sociales que tienen las estructuras criminales.

"Yo diría que son los rezagos de más de 30 años de abandono al país, estábamos en franca decadencia en todo... ¿entonces no cambiará la estrategia de seguridad? No, no, no, tenemos que seguir con lo mismo, porque es lo que da resultados, claro que yo quisiera que no pasaran hechos tan lamentables, pero es fruto podrido", dijo esa ocasión, en su conferencia matutina.

Daniel Vázquez Valencia, profesor investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincidió en que la zona sí tuvo un abandono por años, sin embargo, consideró que aún existe en la actualidad debido a que no hay una política clara para el desarme y desarticulación de las redes criminales.

“Tienes redes (del crimen organizado) longevas, muy locales y además muy ancladas en la región, aunado a eso tienes la ausencia de una política efectiva de desmovilización, desarme y de reacción social. Eso es algo que hemos dicho en varias ocasiones, la política social por sí misma no va a desmovilizar a los más o menos 500 grupos armados que hay en el país, para eso tienes que tener políticas muy localizadas y muy focalizadas sobre todo en violencias”, destacó el especialista en seguridad y política de drogas.

Y añadió: “Hay un abandono a las causas más estructurales, lo hubo antes, pero sigue habiéndolo hoy, porque yo no veo que estén realizando un proceso efectivo de cambio, por ejemplo, de las economías, las cuales siguen funcionando para la guerra y para el narco. No me queda claro qué es lo que se está realizando bajo estos criterios de construcción de paz”.

Vista de San Miguel Totolapan, Guerrero. Foto: Google maps

El ataque en San Miguel Totolapan fue atribuido al grupo delictivo Los Tequileros, luego de que ese mismo día en redes sociales se difundió un video de un grupo de personas encapuchadas, que se identificaron como parte de esa organización criminal y que se adjudicaron la masacre.

Tras la muerte de Raybel Jacobo de Almonte, alias “El Tequilero”, exlíder de esta organización, se creía casi extinto a este grupo delictivo, pero la masacre del 5 de octubre mostró que no es así, y por el contrario, los delincuentes reafirmaron su intención de seguir peleando por estos territorios.

En un video difundido el 6 de octubre en redes sociales, José Alfredo Olascoaga Hurtado, “La Fresa”, presunto líder de la Familia Michoacana, señaló que el ataque era contra él, el Alcalde Conrado Mendoza y a su papá, Juan Mendoza. En la grabación “La Fresa” relata que ese día salió de su casa, para ir a una reunión con el Alcalde en donde hablarían sobre un video de un grupo rival que había hecho amenazas y antes de bajar de su camioneta blindada inició el ataque.

De acuerdo con su versión de los hechos, salió de San Miguel, buscó a su gente y menciona que “las cosas se salieron de control”.

La Fiscalía General de Justicia de Guerrero informó que ya analiza el video publicado por José Alfredo Hurtado Olascoaga. Además detalló que aproximadamente 40 personas participaron en el tiroteo.

“No teníamos nombres, datos. Teníamos indicios, pero como tal un reporte con ese dato preciso [la existencia de “El Fresa”], no”, dijo Sandra Luz Valdovinos Salmerón, Fiscal del estado, en entrevista con Ciro Gómez Leyva.

Las autoridades han adjudicado los hechos violentos a la pelea entre grupos criminales por el trasiego de droga, según informó el Subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja.

“El evento se da en el contexto de la disputa criminal entre grupos delictivos, ya que en esa región imperó durante algún tiempo un grupo conocido como ‘Los Tequileros’, que era un grupo dedicado fundamentalmente al trasiego y comercialización de amapola; pero que también se dedicaba al secuestro, la extorsión, y perpetró diversos homicidios y desapariciones en la región”, indicó el funcionario.

Civiles armados atacaron a balazos el Ayuntamiento de San Miguel Totolapan. Entre los fallecidos están el Alcalde Conrado Mendoza y su papá, el exalcalde Juan Mendoza Acosta. Foto: Cuartoscuro.

La disputa por Tierra Caliente se mantiene entre diversas organizaciones criminales, pero particularmente entre Los Tequileros y la Familia Michoacana.

El investigador y especialista en temas de seguridad, Víctor Sánchez, explicó que la zona es atractiva para las bandas delictivas ya que es la de mayor producción de opio e incluso de marihuana.

“Tierra Caliente tiene la particularidad de que es una de las principales zonas de producción de opio del país, de hecho es la principal zona de producción de opio del país junto con lo que se conoce como el Triángulo Dorado, es decir la convergencia de algunos municipios de Sinaloa Durango y el sur de Chihuahua, acá (Tierra Caliente) pasa lo mismo, en esta competencia de municipios abarca Guerrero, Michoacán y Estado de México, la zona de mayor producción de opio del país y una también de las principales de producción de mariguana”, dijo.

Daniel Vázquez Valencia y Víctor Sánchez coincidieron en que otro problema en la región es el alto nivel de infiltración que existe no sólo con policías locales, sino con estructuras políticas e incluso militares.

“La zona se ha caracterizado por una infiltración de los aparatos políticos, entonces las organizaciones criminales financian campañas políticas y cuando llegan los alcaldes, terminan estos alcaldes a su servicio. Los jefes policiales también terminan a su servicio, entonces, muchas veces hay ajuste de cuentas con políticos precisamente porque trabajan para una organización rival”, señaló Víctor Sánchez.

“Como tienes estas redes (criminales) desde hace muchísimo tiempo, el otro gran problema es que no solamente tienes la filtración para las estructuras políticas a nivel municipal. Como vimos en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, esta filtración incluye no nada más a los presidentes municipales, sino también a los regimientos militares que se encuentran cerca. Y esa estructura política no nada más forma parte de esas redes, sino que forma parte incluso bajo dinámicas familiares”, añadió Vázquez Valencia.

Un informe de la Subjefatura de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional, revelado en los Guamaya Leaks, el hackeo a la Sedena, exhibió que al menos 20 presidentes municipales de todos los partidos políticos de Iguala y sus alrededores estaban vinculados con grupos criminales, principalmente Guerreros Unidos, La Familia y, en menor proporción, de los Caballeros Templarios. El reporte, según indicaron diversos medios nacionales, fue enviado a Tomás Zerón de Lucio, entonces jefe de la Agencia de Inteligencia Criminal, en octubre de 2014, como parte de las investigaciones del caso Ayotzinapa.

Vázquez agregó que la zona de Tierra Caliente, particularmente Michoacán y Guerrero, son de las zonas donde se tienen los mayores niveles de fragmentación de la violencia y esas células armadas suelen articularse con los cárteles de la droga, con ciertas variaciones a lo largo del tiempo y dependiendo de quien tenga la gobernanza criminal, por lo tanto, lo que sucede es que no hay un cártel que tenga el nivel de hegemonía en la zona.

El especialista destacó que es necesario echar a andar una reconversión de las economías locales –que en esos estados fueron hechas para la guerra y solamente para el narco, dijo–. Una reconversión, abundó, que permitan esos procesos de readaptación y una política de desmovilización, desarme y reconstrucción social.

“Pero este cambio de las economías locales y reconstrucción social, aunque está en el Plan Nacional de Paz y Seguridad, no tenemos una política específica para eso y en la medida que esta política no exista, modificar las realidades de entidades tan complejas como Guerrero Michoacán, será muy complicado”, insistió.

Sugeyry Romina Gándara
Ha trabajado como reportera y fotoperiodista de nota roja en Chihuahua. Los últimos años, ya radicada en CdMx, los ha dedicado a cobertura sobre temas de desaparición, seguridad y víctimas de la violencia.
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