Manel Loureiro habló con SinEmbargo sobre su más reciente novela, una historia construida a partir de fragmentos y que capítulo a capítulo acumula preguntas que el lector ansiará poder responder.
Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).– Laura está cenando con su pareja en un pequeño restaurante, cuando se ausenta un momento de la mesa y al volver descubre que Carlos, su novio, ha desaparecido sin dejar rastro. La situación empeora cuando todos en aquel lugar le aseguran que ella en realidad nunca ha estado acompañada.
Al borde de la locura, Laura encuentra una pista que lo cambia todo. Unos minutos después recibe una llamada de un hombre, que le dice que si quiere volver a ver con vida a Carlos, sólo tiene que hacer una cosa: entrar a la Catedral de Santiago de Compostela y robar los huesos del apóstol Santiago, que se custodian así desde hace siglos.
El planteamiento forma parte de La ladrona de huesos (Planeta), la novela que acaba de publicar el escritor español Manel Loureiro, una historia en la que las preguntas se impregnan en la mente del lector a cada página que pasa, sobre todo porque Laura, la protagonista de la historia, es sobreviviente de un incidente en el que perdió la memoria.
“Ella sufre de amnesia retrógrada por estrés postraumático. Laura sufrió un atentado (yihadista) en México, en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. No sabe qué hacía en México, no sabe por qué atentaron contra su vida, se ha olvidado de todo eso, todo lo que tiene más de un año de antigüedad ha desaparecido de su mente, no es capaz de responder a dos de las preguntas más importantes que se tiene que formular: Por qué le encargan a ella algo tan extraordinario y tan difícil como robar unas reliquias tan vigiladas, por qué le piden que lleve a cabo un golpe aparentemente imposible y, sobre todo, lo más importante, para quién es”, compartió el autor en entrevista con SinEmbargo.
Manel Loureiro construye cada capítulo a partir de fragmentos que ayudan a mantener el misterio y el interés. El objetivo, explicó, es doble, por una parte ayudar a entender quién es la protagonista, ir descubriendo partes de su pasado “y a medida que lo descubran van a entenderla, y al entenderla cada vez van a empatizar más con ella y van a sufrir con ella la experiencia, sentir como propia esa aventura, y descubrir muchas verdades, algunas mentiras y un montón de cosas ocultas en el camino”.
—¿Por qué un atentado yihadista en la Basílica de Guadalupe?
—Hoy en día el Santuario de Guadalupe es el santuario más visitado de toda la cristiandad, a las tres peregrinaciones históricas que existían, Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela, que son las históricas, se ha sumado una cuarta, que es la peregrinación a Guadalupe, no muy conocida fuera de México, no muy conocida fuera de América, sin embargo, por volumen de peregrinos es la más numerosa. En un momento de exaltación de la diferencia de conflictos entre diferentes, la posibilidad de que de repente unos yihadistas pusieran su vista sobre Guadalupe tampoco es tan descabellado.
Cuestionado sobre los otros elementos que acompañan esta novela, Manel comentó que al principio le daba bastante miedo, meter en una misma cartera un robo imposible estilo Ocean's Eleven, el camino de Santiago, una ciudad tan medieval como Santiago Compostela, una historia de espías, un thriller internacional, personajes de todas partes del mundo.
“¿Sería capaz de mezclar todo eso o sería desastroso? Afortunadamente, y para mi alivio, no sólo funciona, sino funciona extraordinariamente bien, ya tiene decenas de miles de lectores en todo el mundo que lo han disfrutado, que han hecho ese viaje y muchas decenas de miles más se están sumando, prácticamente todas las semanas, y es una satisfacción enorme. Este es un libro que yo hubiese sido incapaz de escribir durante cuatro o cinco años, porque no dominaba todavía los resortes, las técnicas narrativas, que me iban a permitir construir esta historia, ahora sí y por eso precisamente La ladrona de Huesos es un libro que he disfrutado yo tanto escribiendo y que están disfrutando tanto los lectores”, comentó.
Loureiro reconoció ser “un tramposo” en relación a los diferentes giros argumentales que tiene la historia, muchos de los cuales parecen jugar con lo que puede y no prever el lector: ”tienes que hacer trampas, tienes que hacer que piensen que la historia va por un punto, pero que realmente funcione por otro totalmente distinto [...] eso al final es lo que va a hacer que la historia avance, eso es lo que va a hacer que la historia sea electrizante, que tenga enganchados a los lectores y que digan ‘tengo que leer una página más, tengo que leer cinco páginas más, tengo que leer un capítulo más’, y que cuando se den cuenta les den las dos de la mañana y tengan que trabajar al día siguiente, y que sigan leyendo”
—¿Manel, el pasado, aunque tú no lo recuerdes, te acompañara de alguna u otra forma?
—El pasado nunca se va, el pasado siempre vuelve, y el pasado es algo que todos tenemos a nuestras espaldas y que tenemos que aprender a gestionar, somos la suma de todas nuestras experiencias, de todo lo que hemos hecho, hablado, sentido y vivido, el ser capaz de estar en paz con nuestro pasado es lo que nos va permitir afrontar nuestro presente y encarar mejor nuestro futuro, y esto es quizás el mensaje de fondo de La Ladrona de Huesos, que detrás de ese robo, en el fondo lo que estamos haciendo es describir quién es Laura, cuál es su pasado y qué va a hacer ella con ese pasado ahora que lo descubra para poder afrontar su futuro.